El organismo europeo de referencia a la hora de “clasificar” la seguridad de los vehículos tiene previsto modificar sensiblemente las características de sus crash-test para hacerlas más estrictas. Básicamente con esta medida se pretende perseguir a los fabricantes que crean la seguridad de sus automóviles específicamente para alcanzar las 5 estrellas de puntuación y, sobre todo, para mejorar los aspectos de seguridad en los que los vehículos actuales se muestran menos adaptados.
De los tres factores de protección que se miden (adultos, niños y peatones), la protección de los primeros es sin duda el más desarrollado de todos. Pero en los otros dos casos, los fabricantes no han realizado tanto hincapié pues habitualmente se suele obviar esta información y únicamente se da importancia a la protección de adultos. El colectivo infantil es uno de las más afectados en los accidentes, por su menor musculatura y resistencia de huesos principalmente, y no se trata especialmente por las casas automovilísticas.
El riesgo de lesiones para los más pequeños es alto en general, a pesar de que se utilizan los sistemas de retención infantil homologados.
La protección para los peatones en caso de atropello es otro punto “flaco” de la mayoría de vehículos actuales. Como ejemplo estadístico, de los 34 vehículos probados por EuroNCAP este año casi todos han sacado la máxima puntuación en protección de adultos y ninguno ha sobrepasado la mitad de la puntuación en protección de peatones.
Sólo algunos modelos han incorporado frontales deformables que mejoran la protección para los peatones en caso de atropello a 40 km/h o menos. Una solución todavía insuficiente y que pocos modelos han adoptado todavía.
Por todo ello, EuroNCAP ha decidido tomar ciertas medidas para mejorar la eficacia y validez de sus test de seguridad:
- Se exigirá que los vehículos cuenten con dispositivos avanzados de protección de peatones, como podrían ser los airbags externos, los frontales semiflexibles o los capós de retracción automática.
- Se comprobará la eficacia de los reposacabezas activos y de los asientos ergonómicos para la protección ante el “latigazo cervical”, una de las lesiones más comunes en accidentes de tráfico incluyendo los que se producen en ciudad.
- Se hará más estricta la comprobación de la seguridad de los niños dentro del vehículo, valorando la instalación de los airbags de cortina y de los airbags laterales traseros.
- Se evaluarán los sistemas de seguridad activa (control de estabilidad, por ejemplo) como medidas para prevenir los accidentes de circulación.
¿Cómo afectarán estas medidas a los fabricantes? Pues evidentemente si quieren utilizar como arma publicitaria las excelencias de resultados de sus vehículos en estos tests deberán mejorar los aspectos señalados. Probablemente sirvan para afianzar en el mercado dispositivos como los reposacabezas activos, todavía no disponibles en muchos vehículos, o la expansión de las medidas de seguridad activas como elementos de serie.
Puede que la última demostración realizada por el ADAC, que prueba cómo se empiezan a “evaporar” las estrellas EuroNCAP cuando se aumenta ligeramente la velocidad de los test, haya servido también como aviso, focalizando además los mismos problemas de seguridad de los niños y al afrontar atropellos.
Vía: elmundomotor
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