Cuando Citroën nos desveló su utilitario más chic, el primero de una saga de automóviles con un toque de exclusividad y distinción, se intuía que el éxito estaba garantizado. Y así lo demuestra que los 100 primeros Citroën DS3 que se pusieron a la venta a través de internet en nuestro país se agotaron en apenas unas horas.
Indudablemente, el Citroën DS3 se posiciona en un segmento en el que el Mini será su principal competidor y aunque exteriormente parezca un compacto de mayor tamaño, especialmente por su trasera ancha, sus cotas son similares a las del Citroën C3.
Si analizamos la amplitud del habitáculo y el espacio de carga nos encontramos con la primera ventaja del Citroën DS3 respecto al Mini, ya que el francés contará con un maletero muy amplio de 285 litros, lejos de los 160 litros de su rival del Grupo BMW y unas plazas traseras más amplias. La explicación está en que el DS3 es más largo y ligeramente más alto.
En el interior los acabados son muy buenos con plásticos en dos tonos para el salpicadero, sobre el que destaca el navegador MyWay (se incluye en un paquete opcional con un sobreprecio de 1000€), y los cómodos asientos delanteros con sujección lumbar y tapizados de piel de calidad.
Otro de los detalles más característicos del Citroën DS3 es la ausencia de chevrones, a excepción de los integrados en los cromados de la parrilla frontal, sustituidos ahora por el logotipo DS que diferenciará a esta saga de automóviles exclusivos dentro de una marca generalista como es Citroën.
Citroën DS3 en Frankfurt 2009
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