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Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba (I)

El protagonista de nuestra prueba de la semana es el Opel Corsa GSi, en nuestro caso equipado con el motor 1.7 CDTI, un turbodiésel de 131 CV de potencia. Desde los años 80 las siglas GSi han signficado deportividad asequible, ligereza y muchas emociones al volante en la familia Opel. Seguro que todos recordáis los míticos Corsa GSi de los años 80, auténticas balas en buenas manos gracias a un rabioso motor 1.6 de 100 CV… ya que debía tirar de menos de 900 kg de metal.

El Corsa B GSi montaba un 1.6 de 109 CV y el Corsa C GSi no llegó a las carreteras hasta bien entrado el milenio, equipado con un motor 1.8 de 125 CV para un peso de poco más de una tonelada. Un coche poco conocido y de algún modo menospreciado por el mercado que es todo un juguete, divertido con ganas. Con el actual Opel Corsa D las siglas GSi siguen su andadura, pero ahora deben batallar con toda una horda de utilitarios picantes, además de tener que agachar la cabeza ante los OPC, palabras mayores en Russelheim.

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

En los nuevos Corsa GSi se ofrece una motorización de gasóleo, un sacrilegio en otros tiempos, pero hoy por hoy una demanda real de un mercado fuertemente dieselizado. Un Opel Corsa GSi “sacrílego” es la unidad que hemos tenido a nuestra disposición durante una semana. También hay disponible un GSi con motor 1.6 turbo de gasolina y unos abundantes 150 CV de potencia. Además, los GSi tienen una estética diferente al resto de la familia Corsa, tanto con detalles interiores como exteriores.

¿Será capaz de estar a la altura de sus predecesores? ¿Es realmente un utlitario deportivo fabricado con la diversión al volante en mente? Tendrás que leer todo el artículo para saberlo.

Un diseño joven y deportivo

Hay quien a primera vista tacharía a un Opel Corsa GSi de coche de macarras, o coche de “canis”. Nada más lejos de la realidad, y a poco que convivas un poco con este utilitario, su aspecto te va gustando más y más. Es deportivo, no llega a los extremos del Corsa OPC, pero se distingue lo suficiente de los demás Corsa. El Corsa de pruebas es uno de los modelos 2010, que han recibido este año una actualización técnica, pero que en absoluto afecta a ningún detalle estético de su exterior.

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

Su frontal es ya conocido para todos, fue lanzado en 2006 y todos estamos familiarizados con las grandes ópticas, su dinámica calandra y una mirada penetrante. Un frontal chato que en el caso de las versiones GSi está aderezado con una pequeña extensión en el paragolpes que reduce ligeramente su distancia al suelo. En su perfil también descubrimos unas taloneras más grandes de lo habitual, junto a unas bonitas llantas multirradio de aleación ligera y 17 pulgadas de diámetro.

Los retrovisores son aerodinámicos y la superficie acristalada tiene un aspecto peculiar, con un pilar C de forma bastante característica, y muy voluminoso. En la zaga hay muchos detalles que distinguen a un GSi. En primer lugar, las ventanas y luna trasera reciben un tintado ligero, que es replicado por los pilotos traseros. En segundo lugar, hay un spoiler de dimensiones generosas sobre el portón del maletero. En tercer lugar, el tubo de escape tiene una salida ovalada con un acabado cromado.

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

Por último, un pequeño emblema con las letras “GSi” completa el repaso estético a uno de los utilitarios deportivos más llamativos y resultones del mercado. Otros detalles específicos de esta versión deportiva se encuentran en el habitáculo, donde nos encontramos con unos cinturones de seguridad de color rojo, un volante forrado en cuero con parte inferior en color rojo y asientos con flancos rojos. Un festival encarnado a juego con su pintura exterior (se puede encargar un GSi en otros colores).

Impresiones del habitáculo

Plazas delanteras amplias

El Opel Corsa GSi sólo está disponible con tres puertas. Abrimos la puerta delantera y nos sentamos en el asiento del conductor, como todos los demás, tapizado en tela. Con flancos pronunciados de color rojo en banqueta y respaldo, sujetan muy bien el cuerpo. Estos asientos no tienen regulación lumbar, pero al tener un mullido duro no se echan de menos en viajes largos. Son regulables en altura, pero a pesar de ello el Opel Corsa tiene una posición de conducción relativamente alta.

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

Un detalle reseñable es la versatilidad de los ajustes en el asiento. Un gran amigo mide 1.97 metros y pudo encontrar perfectamente su postura de conducción, sin que su cabeza rozase el techo o sus rodillas el volante. Este volante multifunción está tapizado en cuero, con un detalle rojo en su parte inferior, y es regulable tanto en altura como en profundidad. El conjunto de pedales es de plástico, con una imitación convincente del aluminio. Deja espacio suficiente para los pies, que no van a chocar entre sí.

Sin embargo, el reposapies no tiene una protección de metal o plástico, y a base de ir el pie siempre sobre la moqueta, esta va a terminar previblemente desgastándose. Debido a que los pétalos del asiento sujetan bastante las piernas, vamos a conducir con ellas bastante juntas, por lo que nuestra rodilla no va a tocar en la mayor parte de los casos la consola central. Ante nosotros, tenemos la instrumentación, que no difiere con respecto a otros Corsa CDTI y no es específica de la versión GSi.

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

Es muy sencilla, cuentavueltas, velocímetro, nivel de combustible y una pequeña pantalla con el odómetro parcial y acumulado. No tiene aguja de temperatura del agua… pero ya os contaremos como poder conocer dicha cifra. Ante nosotros está el salpicadero, con un plástico acolchado en su parte superior – aunque de tacto algo barato – y plásticos duros en el resto del habitáculo. Los materiales empleados parecen duraderos, pero tanto calidades como ajuste de las piezas son mejorables.

Me refiero a que hay bordes cortantes y se percibe algún grillo por roce entre materiales en conducción normal. A la izquierda del conductor y en una posición algo baja se encuentran los mandos de las luces y un pequeño hueco donde dejar un teléfono móvil o similar. En la puerta hay hueco para una botella de medio litro además de mapas o revistas. La puerta tiene un acabado en plástico satinado oscuro muy atractivo e integra el control de los elevalunas y la regulación de los retrovisores eléctricos.

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

La consola central es relativamente grande, y está coronada por una pantalla LCD de unas cinco pulgadas denominada “Display Multifunción Gráfico”, en la que además de proyectarse información de infoentretenimiento, actúa de guía para el navegador opcional DVD 100 NAVI. Dos grandes salidas de ventilación muy características coronan una consola central muy profusa en botonería, con una parte superior centrada en el equipo de infoentretenimiento, la inferior en el climatizador.

Hablaremos con detalle de estos equipos cuando hagamos el análisis de equipamiento. Bajo la consola central hay un hueco en el que caben dos latas de bebida, tiene una toma auxiliar para el equipo de sonido, huecos para monedas y tarjetas y una salida de corriente de 12 voltios. La palanca de cambios ocupa el siguiente puesto, con un pomo muy voluminoso similar al que se puede encontrar en el Corsa OPC. Aunque está a mano, tenemos que retraer un poco el brazo para introducir las marchas pares.

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba
Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

Tampoco es un problema, no cuesta acostumbrarse. Tras el freno de mano forrado en cuero, hay un hueco más para una lata. Terminando el repaso a las plazas delanteras, abrimos la guantera. Cabe la documentación y muy poco más, es bastante pequeña. En resumen, sus plazas delanteras son realmente amplias y cómodas, sorprendentes para un utilitario de 4.00 metros y con espacio más que correcto para los ocupantes, aunque hay algunos fallos de ergonomía y calidades.

Plazas traseras

Dos personas viajarán cómodas, pero si hay tres personas el pasajero de la plaza central lo pasará algo mal, tanto por estechez como porque el túnel central le obliga a llevar las piernas levantadas. Cuenta con tres cinturones de tres puntos y reposacabezas para todos los pasajeros traseros. Se echan de menos cogeviejas asideros en el techo, y las ventanas traseras no son practicables. En las molduras laterales, bajo el altavoz del equipo de sonido, hay un hueco portaobjetos.

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

En cuanto a mullido, los asientos son relativamente duros y tienen muy poco apoyo lateral. El espacio para las piernas es bueno en las dos plazas laterales, incluso con los asientos del conductor y acompañante algo retraidos una persona alta puede entrar sin problemas (siempre con un límite, claro está). El espacio para la cabeza es incluso correcto para personas de alta estatura. Acceder a las plazas traseras es sencillo, mediante el abatido de los asientos delanteros, que se desplazan hacia delante para facilitar la entrada.

Aún así – como en todos los tres puertas – toca un poco de contorniosimo. Quizá uno de los inconvenientes derivados del diseño del Opel Corsa y su pilar C es que resta visibilidad desde el puesto del conductor, pero hablaremos más adelante de ello, cuando os comentemos su dinámica urbana.

Maletero sorprendentemente capaz y versátil

Uno de los aspectos en los que destaca el Opel Corsa GSi es en su maletero. Cubica 285 litros, que ya es una cifra muy buena para un utilitario. El maletero tiene formas perfectamente regulares, además de ganchos para colgar objetos y dos fijaciones para atar cinchas o similares. La sorpresa está en el piso, denominado FlexFloor. Es una bandeja extraible que se puede colocar en una posición superior, enrasando la boca de carga con el piso de carga, y por tanto facilitando la carga y descarga.

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

Suelo en posición normal

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

Sin piso

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

Suelo en posición elevada

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

Suelo en posición elevada y asientos abatidos

No sólo eso, sino que también enrasa el nivel entre el piso de carga y la superficie de los asientos traseros una vez abatidos. Así, conseguimos en un utilitario un espacio de carga virtualmente plano de 1.100 litros de capacidad, un detalle muy a tener en cuenta. Bajo el maletero, hay hueco suficiente para una rueda de repuesto, pero el Corsa lleva un kit antipichazos con una bomba de hinchado ubicada en uno de los paneles laterales del maletero. De lo malo, el hueco son como 50 litros adicionales de espacio de almacenaje.

La boca de carga tiene una altura baja que facilita la carga, e incluso con el piso en su posición más baja no es complicada la carga y descarga de bultos. Mañana os hablaremos de la técnica y dinámica de este utlitario turbodiésel de aspecto picantón.

Opel Corsa GSi 1.7 CDTI, a prueba

Imágenes: Sergio Álvarez
En Diariomotor: Nuevo Opel Corsa, primeras fotos y buenas mejoras mecánicas | Opel Corsa GSi: vuelve a las carreteras

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