En el Salón de Detroit el Volkswagen NMS ha visto la luz. Volkswagen había publicado unos teásers hace meses, y hace unas pocas semanas se filtraba a Internet su aspecto final. Aún no sabíamos su nombre, pero hace escasas horas hemos sabido que se hará llamar Passat. Ahora bien, nada tendrá que ver con el Passat europeo. Para empezar, es un coche más grande. Mide 4.87 metros de longitud y 1.83 metros de ancho, con una batalla de nada menos que 2.8 m, muy superior a los estándares del Viejo Continente.
Su diseño está muy inspirado en el Jetta estadounidense, ligeramente diferente al europeo. La calandra marca de la casa está en posición y en general el coche tiene unas líneas bastante sencillas, con un predominio de formas horizontales. En su parte trasera tiene unas ópticas muy similares a las del Jetta. El frontal está diseñado sin espacio para la matrícula, ya que hay estados en los que no son obligatorias las placas delanteras. El interior también es bastante diferente al del Passat europeo.
Su calidad no parece mala en absoluto, pero se ha reconocido que es un coche diseñado con un presupuesto más ajustado. El Passat estadounidense es más generalista. Gracias a su generosa batalla, es un coche con un interior muy espacioso. Los acabados de madera de las versiones SEL parecen buenos, pero habría que comprobar si es madera real o una imitación sintética. Como siempre, el manejo de los mandos y equipo de infotainment debería ser tan sencillo como en otros Volkswagen.
Se ofrecerá en tres acabados, S, SE y SEL (no es un Mercedes). Incluso en el acabado básico se ofrece asistente de arranque en cuesta, conexión Bluetooth, equipo de sonido con MP3, seis airbags, aire acondicionado o control de velocidad. Opcionalmente ya podremos equipar climatizador, navegador… y dos curiosas opciones. La primera, “Valet Parking”. Pulsando un botón en la guantera se bloquea la misma y el maletero cuando vayamos a dejar el coche por ejemplo a un aparcacoches.
El propietario puede desbloquearlo después con una llave especial. La otra opción es un arranque remoto. Antes de salir de casa, con el frío clima de Minnesota, podemos encender el motor del coche hasta 10 minutos, dejar que se vaya calentando y el sistema de climatización comience a funcionar. En cuanto a motorizaciones, son muy orientadas al mercado americano. La básica es un 2.5 FSI atmosférico de cinco cilindros en línea, con una potencia total de 170 CV. También lo monta el Jetta.
El siguiente motor de gasolina es un 3.6 VR6 FSI de 280 CV, que conocemos en Europa y también de inyección directa. Y como sorpresa, el Passat también podrá montar un 2.0 TDI Clean Diesel de 140 CV, con sistema de inyección de urea para evadir la ultra-restrictiva normativa de emisiones Tier 2 Bin 5 estadounidense. El VR6 se puede asociar a una caja DSG de seis velocidades, con las que obtiene un consumo medio de 8.4 l/100 km y acelera hasta los 100 km/h en 6.5 segundos (tracción delantera).
Es de suponer que el 2.0 TDI también podrá equipar DSG, aunque el 2.5 se tiene que conformar con una Tiptronic de convertidor de par y seis marchas. El TDI consume 5.5 l/100 km en ciclo extraurbano. No lo podemos confirmar, pero es posible que monte eje rígido trasero en lugar de la suspensión independiente del Passat europeo. Volkswagen of America espera vender un millón de unidades en los próximos siete años, para lo que se ha propuesto un precio de venta competitivo, de unos 20.000$ en las versiones básicas (15.000€).
Una de las claves del precio asequible es que será fabricado localmente en la fábrica que Volkswagen acaba de inaugurar en Chatanooga, Tennessee. Tendrá que batirse el cobre en un mercado competitivo que tiene a su cabeza a los Honda Accord, Toyota Camry y Chevrolet Malibu.
Vía: Volkswagen
En Diariomotor: Primeras imágenes sin camuflaje del Volkswagen NMS | Recreación del Volkswagen NMS
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