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Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)

Subaru es una marca casi minoritaria en España – venden menos coches que SsangYong – pero ello no quiere decir que no tengan productos de calidad. Es más, Subaru es toda una institución en algunos mercados europeos y es casi venerada en Estados Unidos. El Legacy es su apuesta en el segmento de las berlinas medias, una oferta a caballo entre lo generalista y lo premium que ha de verse las caras con la fuerte competencia germana y japonesa, perdiendo la batalla en muchos casos por desconocimiento.

Hemos probado para vosotros un Subaru Legacy equipado con el motor Bóxer Diésel, un turbodiésel de 150 CV y reciente factura que se caracteriza por ser el único turbodiésel con arquitectura bóxer del mercado, respondiendo al nombre comercial de 2.0D. La unidad de pruebas, de color gris marengo, es una versión Limited, casi el tope de gama. Cuando la recogíamos en el centro de Madrid, el odómetro marcaba unos 12.000 km, por lo que ya estaba suficientemente rodada (matriculada a inicios de 2010).

Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)

El actual Subaru Legacy sigue siendo un fiel heredero de la filosofía Subaru, que podría resumirse en tracción total permanente – la premiada Symmetrical AWD – y motor bóxer. La generación actual es la quinta en la saga Legacy, que lleva vendiéndose de manera ininterrumpida en gran parte del mundo desde el año 1989, propiciando el nacimiento de muchos fieles a la religión Subaru. La cuarta generación (2003-2009) es recordada como particularmente bonita y fiable a todos los niveles.

La actual generación arriesga más en diseño y pierde el toque distinguido de anteriores iteraciones, pero sigue contando con todos los elementos que han dado renombre a los Legacy. Además, del motor bóxer turbodiésel, el Legacy cuenta con un motor de gasolina y 2.0 litros de cilindrada, un atmosférico que se ve eclipsado casi totalmente en Europa por la llegada de los nuevos diésel. ¿Quieres conocer con nosotros al nuevo Subaru Legacy? Sólo tienes que seguir leyendo.

Más oriental, más arriesgado

Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)

Si hay algo por lo que destacaban las anteriores generaciones del Legacy, era por no destacar, valga la redundancia. Eran coches por norma discretos, y en el caso de la cuarta generación, muy elegante y con un toque deportivo muy interesante. Este tipo de diseño tenía su público, pero Subaru ha decidido arriesgar, con intento de alejarse de la “mediocridad” del segmento, en sus propias palabras. El resultado es un vehículo más llamativo, y en cierto modo, más afín a sus orígenes orientales.

La explicación está en el frontal, un calco del Subaru Legacy Concept presentado en el Salón de Detroit de 2009. El protagonismo es para una calandra cromada, rodeada de unas ópticas rasgadas de gran tamaño, que esconden faros de xenón. Parecen el anticipo de la enorme entrada de aire situada sobre el capó, necesaria para refrigerar el intercooler, un guiño a los rallyes, pero un guiño necesario dado la ubicación del mismo, en posición superior entre las dos bancadas de cilindros.

Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)

Es en cierto modo un frontal agresivo, incluso tosco por su verticalidad. Los pasos de rueda están abultados, como si el Legacy hubiese pasado por el gimnasio. No destacamos más de su perfil a excepción de los retrovisores con intermitente integrado, pero debemos quejarnos sobre el tamaño de las llantas. Últimamente, los coches tan fibrados provocan que unas llantas de 16 pulgadas parezcan desproporcionadamente antiestéticas, pequeñas. Para muestra, la imagen de un Legacy, mucho más proporcionado con llanta de 17 pulgadas.

La inspiración estilística parece terminar en una zaga de lo más discreta, con ópticas rectangulares que podrían encajar en prácticamente cualquier coche del mercado, muy genéricas. Una cola de escape asoma tímidamente en la parte baja del paragolpes, y sólo un emblema en el portón del maletero delata su condición de turbodiésel, ya que incluso al ralentí parece un gasolina, pero de eso hablaremos en la segunda parte. Hablemos ahora de habitabilidad a bordo.

Espacio intuitivo

Plazas delanteras

Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)

El título hace referencia a la gran cantidad de espacio y lo sencillo de utilizar que resulta este coche. Abro la puerta y me acomodo en el asiento del conductor. Está tapizado en tela y tiene muy poco apoyo lateral en la banqueta, no así en respaldo. La banqueta me ha parecido ligeramente corta para una persona de mi talla (1.83 metros), casi una tradición en los coches procedentes de Japón y diseñados con criterio global. El asiento del conductor tiene regulación en altura y apoyo lumbar, el acompañante no.

Dicho sea de paso, el ajuste de estos asientos es eléctrico en la versión Limited. El volante es regulable en altura y profundidad, por lo que encontrar la postura perfecta al volante es cuestión de segundos, curiosamente, bastante más fácil que en otros coches. El volante forrado en cuero tiene radios plateados muy elegantes y un centro pequeño, un gran ejemplo de que no hace falta hacer volantes gigantescos para albergar en su interior un airbag, como viene siendo costumbre desde hace 15 años.

Me siento muy cómodo en los asientos, pues son relativamente firmes – algo más de firmeza no venía mal – y dejan mucho espacio a los ocupantes. Nuestra rodilla irá pegada a la consola central, pero no de forma molesta. Hay un reposapies y la regulación en altura nos deja suficiente espacio para la cabeza, tiene mérito teniendo en cuenta que el techo solar que monta nuestra unidad suele robar espacio en altura. Las mismas conclusiones son aplicables al asiento del acompañante, aunque sin apoyo lumbar.

Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)

La instrumentación que tenemos a la vista es muy sencilla y fácil de leer. Está compuesta por cuatro relojes, velocímetro, tacómetro, medidor de combustible y económetro instantáneo. En función de la posición del acelerador, nos dice si estamos en una zona eficiente o estamos siendo demasiado efusivos, y por ende derrochando oro líquido. No tiene indicador de temperatura del agua, sólo un testigo azul que se apaga en cuanto el motor coge temperatura. El ordenador de a bordo se muestra en una pequeña pantalla LCD en lo más alto de la consola central. No es la posición habitual, pero tiene una buena visibilidad.

A la izquierda del volante se encuentra el freno de estacionamiento. Es eléctrico, y hay que pulsarlo para accionarlo, tirar de la palanca para desactivarlo. También está a su lado los controles del ESP y el asistente de ayuda en pendiente. Los materiales del salpicadero y consola central del Subaru Legacy son plásticos duros en su totalidad, pero su ajuste es muy bueno y tienen un tacto muy agradable. Al ser duros, tienen más posibilidades de resistir con entereza el paso del tiempo.

La consola central está recubierta de un plástico plateado, idéntico al del volante y muy llamativo. La consola está presidido por el navegador Fujitsu-Ten Eclipse, a través del que se maneja también el sistema de infotainment del coche. Bajo el mismo hay una portezuela que esconde un espacio con piso de goma, ideal para un teléfono móvil, la cartera o algún documento pequeño. La climatización digital bizona tiene una botonería muy agradable y es amiga del botón de los warnings, que acoge en su seno.

Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)
Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)

El Subaru Legacy es un coche en el que es muy fácil vaciarse los bolsillos, sumamamente fácil. Además del espacio de la consola central, hay un gran hueco bajo la misma, espacio para dos bebidas en el túnel central y bajo el reposabrazos, una bandeja, antesala de un espacio en el que cabrían casi 10 carátulas de CD, botellas de agua de medio litro o un GPS portátil con su soporte y cable. En todas las puertas hay espacio para botellas pequeñas y contamos con un espacio portagafas.

Una de cal y una de arena, la guantera no está tapizada o iluminada y es bastante pequeña, realmente sólo es apta para poco más que la documentación del coche. Como conclusión podría decir que es un coche con una alta usabilidad, si se me permite la jerga informática: es sencillo de utilizar, intuitivo y cómodo, diseñado para no complicar la vida a bordo del usuario con botonería o ajustes complicados, y simplemente hacer los viajes de la manera más relajada y confortable posible.

Plazas traseras

De nuevo, este japonés hace gala de un ingente espacio para los pasajeros traseros, pero sólo para los dos sentados en las plazas laterales, pues el túnel central es elevado y hay un molesto apéndice de la consola central con un hueco portaobjetos que robaría espacio a este tercer ocupante. Volviendo a las dos plazas laterales, nos sobra espacio en la cota de las rodillas incluso con un conductor de talla elevada, un detalle que habla muy a favor de la habitabilidad de este Legacy.

Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)

Las puertas cuentan con espacio para una botella de agua, su elevalunas eléctrico no automático y una redecilla tras los asientos delanteros, cuya parte trasera es de plástico duro. Si no viaja una tercera persona, dispondremos de un enorme posabrazos con hueco para dos bebidas. Esta disposición es idéntica al Subaru Forester, se notan los aires de familia. Es posible acceder al maletero a través de una portezuela que se deja ver al bajar el reposabrazos.

Maletero

Es uno de los puntos menos favorables del Legacy y empaña el conjunto ligeramente. Su boca de carga es algo elevada, hay salto desde el borde hasta el piso de carga y no tiene una forma del todo regular. Tiene 486 litros de capacidad. Y es toda su capacidad puesto que los asientos traseros no son abatibles, al contrario que en la práctica totalidad de berlinas del mercado. Bajo su piso están los triángulos de emergencia, un gato manual y un kit antipinchazos, ya que no cuenta con rueda de repuesto de serie.

Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)
Subaru Legacy 2.0D Limited, a prueba (I)

Mañana os hablaremos de su dinámica y su motor bóxer diésel de 150 CV de potencia, que destaca por unos consumos muy bajos.

En Diariomotor: Nuevo Subaru Legacy, equipamiento y precios | Prueba de contacto del nuevo Subaru Legacy 2.5

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