Brabus 800 Widestar, un Clase G con esteroides

800 CV. Leedlo otra vez. 800 CV. Es la potencia de la última preparación de Brabus sobre el venerado Clase G de Mercedes. El cuadriculado todoterreno lleva sin variar su estilo desde principios de los años 80, aunque Brabus le acopla uno de sus kit de carrocería Widestar. No se puede hacer nada por mejorar la aerodinámica de este ladrillo, pero sí se le puede dar un aspecto más amenazador aumentando su anchura en 12 centímetros y suprimiendo todos los logotipos, en un auténtico look “blacked-out”.

No podían faltar las luces diurnas tipo LED o unas nuevas llantas modelo Monoblock F Platinum Edition, con medidas de hasta 23 pulgadas y neumáticos Pirelli o Yokohama de altas prestaciones, de la talla 305/35 R23. Las últimas mejoras estéticas exteriores afectan a los tubos de escape exteriores, cromados y laterales como viene siendo habitual. En el habitáculo se revisa la instrumentación y se tapiza con un cuero de alta calidad gran parte de las molduras y acabados visibles para los ocupante.

Sin embargo, lo importante está bajo el capó, donde habita un motor 6.3 V12 masajeado por dos turbocompresores que generan una potencia máxima de 800 CV a 5.500 rpm, con un par máximo de 1.430 Nm disponible a sólo 2.100 rpm. Es más par que el que genera un Bugatti Veyron Supersport, pero se limita electrónicamente a 1.100 Nm para que no haga trizas la transmisión automática de cinco velocidades de origen Mercedes, empleada por ejemplo en los S 65 AMG.

Se pone a 100 km/h en sólo 4.0 segundos (más rápido que por ejemplo un Jaguar XKR-S) y alcanza una velocidad punta limitada por seguridad a 240 km/h. Sin el limitador podría alcanzar los 270 km/h, pero francamente tiene que ser una experiencia aterradora. Por fortuna Brabus instala frenos de 380 mm en el eje delantero – 6 pistones – y discos de 345 mm y cuatro pistones en el eje trasero, no en balde tienen que detener con cierta eficacia a un “ladrillo” de dos toneladas lanzado a 200 km/h.