ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Entrada

3 MIN

Hirsch Perfomance le mete mano al Saab 9-5

El Saab 9-5, pese a sus numerosas virtudes y a la necesaria renovación que supuso para el fabricante de Trollhättan, no llegó en el mejor momento. Después de todos los problemas que tuvo con General Motors y una anemia económica y de nuevos modelos en la última década, la compra por parte de Spyker parecía que podía ser la solución, pero nada más lejos de la realidad. Los problemas persisten, sobre todo los de índole financiera, hasta el punto de tener que parar la producción por no tener liquidez suficiente para hacer frente a los pagos de proveedores y trabajadores.

Corren tiempos revueltos para Saab, y esto ha hecho que el Saab 9-5 haya pasado casi inadvertido, sin acabar de despegar. De todas formas, y como decíamos, eso no ha de empañar el modelo en sí mismo, dejando de lado todas estas circunstancias colaterales. Y Hirsch Perfomance, toda una especialista en Saab, ya tiene lista su oferta de personalización para el nuevo 9-5, ofreciendo entre otros elementos llantas exclusivas y potenciación para todos sus motores.

Saab 9-5 por Hirsch Perfomance

Lo que más llama la atención de toda la oferta de Hirsch es sin duda su pack aerodinámico. El Saab 9-5, de serie, es una berlina con un diseño bastante burqués y relativamente conservador, aunque no anodino, puesto que se reconoce perfectamente en él la personalidad de la marca.

¿Más deportividad? Pues con el kit aerodinámico exterior de Hirsch el resultado es bien distinto, incluyendo cuádruple salida de escape, faldones laterales y unas llamativas llantas de aleación de 20 pulgadas de diámetro. La suspensión deportiva también ayuda a ello, rebajando en 20 milímetros el tren anterior y 10 milímetros el tren posterior.

Saab 9-5 por Hirsch Perfomance

En la parte mecánica, algunos de los motores reciben vitaminas. El 2.0 TiD pasa de los 160 CV y 350 Nm de serie a alcanzar los 180 CV y 400 Nm, con lo que las prestaciones (con cambio manual) alcanzan los 225 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos, todo ello sin demasiado perjuicio del consumo (5.6 litros/100 km de media homologada y emisiones de CO2 de 146 g/km).

Más interesante todavía son las versiones de gasolina: el 2.0T BioPower pasa de los 220 CV y 350 Nm a 260 CV y 400 Nm, pudiendo alcanzar ahora los 250 km/h y alcanzar los 100 km/h desde parado en 7.2 segundos, hablando de la versión con cambio manual. Y si nos vamos al 2.8 V6 Turbo, con Hirsch alcanza los 330 CV (+30 CV) y los 430 Nm (+30 Nm) de par máximo, permitiéndole alcanzar los 260 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 6.1 segundos.

¿Lo mejor de todo? Que estas preparaciones están oficialmente reconocidas por Saab y no invalidan la garantía de fábrica…

Fuente: autoblog.it
En Diariomotor: Saab 9-5, a fondo | Saab 9-5 Vector 2.0 TiD, a prueba (I)

Cargando...