Ayer mismo se nos emplazaba en el Circuito del Jarama, en Madrid, sin otro particular que tener una primera toma de contacto en pista con el BMW Serie 1 y el BMW Serie 3 Touring y conocer las intenciones de la marca con el lanzamiento de las nuevas gamas Essential Edition y M Sport. El trasfondo de la cuestión pasaba por demostrar que pese a la extensión de su gama de vehículos con mecánicas cada vez más austeras, pero con un futuro comercial muy halagüeño, el constructor alemán seguirá basándose en la deportividad como su leitmotiv, la virtud que atraiga a aquellos clientes a los que verdaderamente les gusta conducir.
Rodar en circuito con estos turismos de calle, por un lado, no es tan práctico como los análisis que habitualmente os ofrecemos en nuestras pruebas fuera de pista. Pero por el otro también es una oportunidad irrepetible de comprobar aquellas cualidades dinámicas que difícilmente podríamos apreciar en carreteras públicas. Nuestro objetivo principal comprobar si el BMW Serie 1 está a la altura, o vence, a sus nuevos competidores (Mercedes Clase A y Audi A3 entre otros) y comprobar hasta qué punto el BMW Serie 3 Touring con su práctica carrocería de cinco puertas ha perdido, o no, dinamismo respecto a la berlina.
BMW Serie 1 3 puertas: la tracción trasera no es determinante con motores modestos
Si quieren conocer más acerca de este compacto, pueden leer nuestra prueba del BMW Serie 1 5 puertas.
Mi toma de contacto en pista tuvo lugar con un BMW 118d 3 puertas (143 CV) con cambio manual, una mecánica de potencia intermedia que hasta hace bien poco copaba cerca de las tres cuartas partes de las ventas de la gama BMW Serie 1 y que ahora se ha visto relegada a un papel secundario con el éxito del BMW 116d con 116 CV. El alto par que entrega este motor diésel desde abajo ayuda, pero aún así nuestro objetivo primordial pasaba por analizar mejor las vicisitudes del chasis del BMW Serie 1 de 3 puertas.
Lo que diferencia al BMW Serie 1 respecto a sus rivales es su tracción trasera (opcionalmente existe un xDrive de tracción total para las mecánicas más potentes), un factor muy interesante en circuito que como pudimos comprobar condiciona positivamente su dinamismo. Pese a que su carrocería compacta siempre tienda al subviraje en el momento en que rozamos ciertos límites al alcanzar un giro, no es demasiado complicado corregir con el acelerador. Con tracción delantera el nuevo Mercedes Clase A probado nos dejó muy satisfechos en este sentido y sinceramente requeriríamos de una prueba más detallada para asegurar quién ganaría esta batalla, que probablemente en términos pugilísticos se saldaría con una victoria a los puntos.
El problema es que salvo en las versiones más potentes, como el nuevo BMW M 136i de 320 CV en el que tuvimos ocasión de montar con “chófer” en un copilotaje, las ventajas de la tracción trasera frente a la delantera del Clase A o a la tracción total de ciertas versiones del Audi A3 en condiciones normales (en la calle), son difícilmente apreciables por el conductor de apie, y más aún con algunas mecánicas tan modestas como aquellas de 100 CV recientemente presentadas.
Obviamente siempre habrá diferencias sutiles y más o menos apreciables en la transferencia y el reparto de pesos y las inercias que se manejan, las cuales podrían influir en situaciones límite o maniobras arriesgadas, pero ni mucho menos será algo obvio para el que opte por un BMW 114i o 114d, los más modestos del catálogo.
BMW Serie 3 Touring: salvaguardar la dinámica, con un gran maletero
En cuanto al BMW Serie 3 Touring la oportunidad de probar un BMW 328i Touring (245 CV) con transmisión automática de 8 velocidades nos ayudó a comprobar mejor su dinamismo y, por qué no decirlo, a disfrutar más sobre el Circuito del Jarama. Es un motor brillante por varias razones, por su energía fruto del TwinScroll Turbo, su potencia y prestaciones, pero también por la economía de consumos (sólo 6.5 litros/100 kilómetros en ciclo combinado) por el hecho de haberse conformado con sólo cuatro cilindros y un desplaamiento de 1.997 cm3.
Una vez más sería necesario un análisis muy pormenorizado con la Berlina y el Touring en pista para comprobar las diferencias, pero podemos ir adelantando que la merma dinámica de una carrocería más grande y pesada no es tan trivial. Las suspensiones del BMW Serie 3 Touring se han adaptado para soportar la carga añadida que se presupone de un maletero que ha crecido hasta los 495 litros de volumen, 1.500 litros si abatimos la fila de asientos posterior que por cierto se divide en tres piezas 40:20:40.
La reducción de la masa y la mejora de la rigidez torsional respecto a su predecesor gracias al empleo de aceros de alta resistencia también ayuda. Por si no fuera poco también existe la posibilidad de equipar unas suspensiones deportivas M rebajadas 10 milímetros.
Para BMW la carrocería Touring será crucial y determinante para azuzar las ventas de la nueva generación de BMW Serie 3, amparándose en su estética y practicidad. Las soluciones empleadas para facilitar la carga en el maletero pasan por un portón posterior con una boca de carga bastante ancha y baja (a sólo 62 centímetros del suelo), que además cuenta con una luneta que se puede abrir independientemente para facilitar aún más la carga de objetos hasta el techo. In situ pudimos comprobar como era fácil cubrir hasta el último hueco con maletas, tablas de body surf, mochilas, cascos y todos los objetos que se puedan imaginar, y en última instancia por la luneta cargar un carrito de bebe plegado.
Opcionalmente se puede incluir un sistema de apertura del portón inalámbrico, denominado Smart Opener, con el que basta con pasar el pie por debajo del parachoques y llevar las llaves en el bolsillo para que el portón se abra automáticamente.
En fin, que pese a la llegada de mecánicas muy modestas y aparentemente fuera de lugar, el compromiso de BMW sigue siendo el de la deportividad.
Fuente: BMW
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BMW Serie 3 Touring 
