ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Entrada

7 MIN

Jaguar XF 2.2 Diésel, a prueba: una berlina elegante y señorial

Propongo una berlina elegante y lujosa, por cuestiones obvias y objetivas que más adelante detallaré, un estilo inconfundible y la promesa de confort y unos consumos muy contenidos que hasta hace tan sólo unos años hubieran sido casi inimaginables en un sedán de Jaguar que de proa a popa mide cerca de 5 metros de longitud. Un turismo para todo, pero que destaca y con diferencia por lo que aporta en trayectos largos, por autovía y autopista, a velocidades de crucero legales y considerablemente altas allá donde nos lo permitan (en la famosas Autobahn alemanas) o donde no nos vean.

Lanzado a comienzos de 2008 el modelo Jaguar XF es ya prácticamente un veterano que ha pasado por una actualización mayor en 2011 y una menor más recientemente con ligeros retoques cosméticos, novedades en la gama de motores que incluyen una versión de tracción total y lo más importante, la introducción de una versión familiar. Pero tan ligeros son estos retoques que la prueba que os proponemos, de un Jaguar XF 2.2 Diésel previo a dicha última actualización, es tan válida y vigente como cualquier otra.

Pero lo mejor es que pasen y vean lo que tenemos entre manos.

No sólo hay que ser lujoso y elegante, sino también parecerlo

Un dato. El Jaguar XF sólo se lleva 13 centímetros de longitud con el Jaguar XJ comercializado hasta 2009 y con el que coincidió durante un breve periodo de tiempo en los concesionarios.

El Jaguar XF se diferencia del resto de berlinas de su categoría muy probablemente por la distinción, que va más allá del felino grabado en la calandra delantera y la tapa del maletero. La marca británica ha sabido articular su gama en torno a un modelo de acceso bien definido y con estilo, una berlina robusta y de gran tamaño que aunque parte con un precio superior a la mayoría de sus rivales más importantes también se diferencia por un equipamiento completo de serie que lo compensa, aunque no obstante, cuenta con un catálogo igualmente amplio de opciones y versiones mucho más elegantes, lujosas o incluso deportivas y potentes como los XFR.

Nosotros nos subimos al más básico de los Jaguar XF, denominado Classic, y a un motor diésel de cuatro cilindros y 2.2 litros de desplazamiento, que en nuestro caso desarrolla 190 CV y que en su versión actual ha aumentado hasta los 200 CV. Incluyendo impuestos, este modelo se puede conseguir desde los 45.900 euros.

Cromados y detalles cuidados desde el Jaguar XF más básico

Con la última actualización del Jaguar XF, los cromados que ya destacaban desde el lanzamiento inicial de este modelo han aumentado su presencia en la carrocería.

El diseño por fuera es exquisito y tan sobrio como cabría esperar de un Jaguar. Los cromados ganan terreno, y aún más en su última actualización, en la parrilla frontal o las aberturas de las defensas, también en las branquias laterales y en la franja del maletero que une los grupos ópticos traseros. El aspecto es imponente pero sobre todo elegante, una palabra que para ser justos repetiremos una y otra vez a lo largo de esta prueba, porque precisamente ese es uno de los aspectos que mejor definen a esta berlina.

El Jaguar XF Classic parte de una llanta de 17” y un neumático 235/55, aunque visualmente podría mejorar mucho optando a otras (con el coste adicional que conllevan y desde los 403,59€) de entre los diez diseños disponibles también en 18”, 19” y 20”. El color blanco Polaris White de nuestra unidad de pruebas es de los denominados sólidos y junto con el negro Ebony no requiere un desembolso adicional como si lo requieren otros metalizados por 1.141,81€ más o tonos especiales por 2.283,62€.

Diseño sobrio y elegante, con gadgets los justos pero con toque de lujo y calidad

El habitáculo del Jaguar XF y sus gadgets pueden satisfacer al joven y al mayor que busca distinción, aunque no volverán loco a ningún amante de la tecnología.

Al subir a bordo nos encontramos con un habitáculo de gran calidad, aunque el diseño es sobrio y se aleja de grandes toques de modernidad, más allá de la pantalla central con interfaz táctil del navegador y el equipo multimedia, o el selector giratorio del cambio de marchas automático por cierto, de serie, y el tirador del freno de mano electrónico. Inserciones de madera y aluminio satinado con tratamiento rugoso en ciertas zonas del salpicadero y los clásicos gadgets que tanto gustan a Jaguar y su clientela, como los aireadores del climatizador accionados eléctricos que se abren automáticamente al arrancar junto con el selector de marcha, que hace lo propio ascendiendo para que iniciemos la marcha.

Con todo no es el coche más apto para el geek o cualquier amante de la tecnología, pues tendrá opciones mucho mejores, sino para el que aprecia los diseños atemporales y de calidad. Entre otros detalles también tenemos el botón que nos permite abrir la guantera o los receptáculos con apertura y cierre de la consola central.

Es ancho y espacioso, aunque la consola central limita el espacio de los pasajeros delante y la bandeja abatible la de un tercer pasajero en la banqueta trasera.

La anchísima consola central separa con efectividad a sendas plazas de conductor y acompañante, si somos altos tal vez limitándonos en exceso el espacio. Para obtener tapizados de piel de altísima calidad tendremos que recurrir a versiones más altas de gama, no bastará con un Classic cualquiera, no obstante desde este modelo el más básico ya disponemos de unos correctísimos tapizados mixtos con piel en su contorno y Suedecloth en base y respaldo, un tejido similar a Alcantara, agradable, cómodo y buen mullido, además de una solución casi ideal y socorrida para el que no sea fan del tapizado completo de piel. Los asientos delanteros sujetan muy bien y disponen de ajustes en cuatro vías.

En las plazas traseras por anchura bien podrían entrar tres pasajeros adultos con comodidad, pero como era de esperar en una berlina de este tipo un tercero en la plaza central tendrá que asumir reposar su espalda sobre un respaldo menos mullido por la presencia de una bandeja reposa-brazos abatible y una base un poco elevada, además el espacio de las piernas está limitado – aunque no excesivamente – por el túnel de la transmisión y la prolongación de la consola central delantera que además cuenta con aireadores conectados al climatizador.

Un maletero espacioso pero condicionado por la tapa del maletero

El Jaguar XF es un sedán de cuatro puertas, con lo que su voluminoso maletero queda condicionado por la estrecha boca de carga. La alternativa más práctica es el XF Sportbrake.

Holgado y extenso espacio de carga el que nos ofrece el Jaguar XF, con un volumen útil de 540 litros si prescindimos de rueda de emergencia y optamos por un kit de reparación y de 500 litros si preferimos mantener una rueda de emergencia. Como en otras berlinas de cuatro puertas la boca del maletero no es suficientemente extensa para alojar objetos muy voluminosos, además el espacio también está condicionado por el tamaño de los pasos de rueda, aunque lo mejor de este maletero es su gran profundidad.

Como podrán intuir es todo lo contrario a lo que sucede con el nuevo Jaguar XF Sportbrake que con diferencia es la mejor alternativa para el que valore mucho el espacio de carga. Su volumen total abatiendo asientos es de hasta 1.660 litros, casi en la línea de lo que ofrece cualquier monovolumen compacto, lo cual ya es de agradecer.

En la segunda parte de esta prueba del Jaguar XF 2.2 Diésel nos detenemos a analizar el dinamismo y la mecánica del Jaguar XF 2.2 Diésel, nuestro sujeto de pruebas.

Jaguar XF 2.2 Diésel

En Diariomotor: Jaguar XF 2012 | Jaguar XF y XJ estrenan gama de motores diésel y gasolina

Portada Ficha Jaguar Xf
Logo de la marca jaguar Jaguar XF
  65.200 €

El Jaguar XF es una gran berlina de lujo cercana a los 5 metros, en la línea de un Audi A6 o un Mercedes Clase E. Destaca sobre todo por su extensa dotación de equipamiento de serie desde el más básico y su cambio automático para toda la gama.

Ficha XF
Solicita tu oferta
Cargando...