Como colofón a la presentación del nuevo Skoda Octavia os traemos otra prueba del Skoda Octavia… pero no precisamente del nuevo, sino de la generación saliente del Skoda Octavia ¿Cuáles son los cambios más apreciables entre la generación precedente y la nueva generación? ¿diferencias a nivel dinámico? ¿donde se ha notado más el cambio entre el nuevo y el anterior Skoda Octavia?
Nos ponemos al volante del Skoda Octavia, equipado con el bloque TDI de 140 caballos para ofreceros una prueba en formato breve enfocada a conocer las diferencias palpables, los cambios entre una generación y otra más allá de las cifras ¿estas pensando en comprarte un Skoda Octavia de ocasión?¿quieres comprarte el nuevo Skoda Octavia y quieres conocer donde se han notado los principales cambios?
¿Has leído ya el análisis del diseño y habitáculo del nuevo Skoda Octavia?¿Y el análisis dinámico de la nueva generación?
Su diseño: se nota el paso del tiempo, pero ambos mantienen la esencia estética
Sin duda estéticamente el nuevo Octavia se muestra como es lógico bastante más moderno. Destaca sobre todo el paso, dentro de la sobriedad marca de la casa, a unas líneas más rectas, los nervios más marcados, unas ópticas más sencillas… la sensación es que sigue todo exactamente en el mismo sitio, no cabe duda, hasta para el más ajeno a este mundo, que estamos ante un Skoda. Todo sigue en su sitio, pero con un muy sutiles cambios que hacen que parezca mucho más moderno.
En persona, o por lo menos así me pareció en la presentación, tras haber probado durante una semana el anterior Skoda Octavia y tras estar más que acostumbrado a ver su diseño a diario entre los taxis de Madrid, el cambio, ese toque más moderno y más dinámico, es más notable.
Hablando durante la cena con Jiri Sojak, anteriormente responsable de producto en Skoda, involucrado en el proyecto del Skoda Yeti y actualmente en marketing de Skoda con el nuevo Octavia, le apunté que había apreciado un cambio sustancialmente mayor en el interior que en el exterior, a lo que me respondió haciendo alusión a que para Skoda, por su filosofía, a pesar de que aparentemente parezca no ser una gran evolución estética, es un gran paso.
Definiendo el cambio principal en 3 puntos fundamentales serían:
-Las ópticas delanteras: de diseño más recto en el nuevo Octavia, pero con un nuevo tono interior y sobre todo con la presencia de una luz led diurna en forma de línea, de nuevo siguiendo el esquema “recto”.
-El nervio lateral: Viendo de perfil, sin fijarnos en las nuevas cotas del Octavia, nos encontramos con nervio que recorre el perfil del nuevo Octavia, definiendo aún más esa idea generalizada de un diseño más recto y dinámico.
-La zaga: personalmente considero que es el punto, junto al aspecto de las ópticas, que más sensación de cambio transmite en el nuevo Skoda, sobre todo, atendiendo al espacio reservado para la matrícula. Con un diseño en trapecio resume a la perfección el cambio estético que hemos experimentado de una generación a otra.
Su interior: ¿la evolución más palpable?
Lo comenté en la primera parte de la presentación del nuevo Skoda Octavia y sin duda lo tengo que volver a comentar aquí. El Skoda Octavia saliente, ya demostraba un muy buen ajuste, pero en el nuevo Skoda Octavia, con un ajuste semejante se ha evolucionado en acabado, mejor, con una mayor presencia de acabados blandos y en definitiva mejores, pero también se nota la evolución en la presencia de un mayor número de gadgets, un paso más allá en la presencia de elementos que en mi opinión van más allá del simple salto temporal.
El Skoda Octavia ha subido medio peldaño si comparamos este interior con el del Skoda Octavia saliente y lo hace apreciable no sólo por la incorporación de una pantalla táctil o la interfaz bastante más atractiva del ordenador de a bordo, sino por la cantidad de asistentes a la conducción que incorpora (asistente de carril, frenado multicolisión, frenado de emergencia en ciudad, asistente de precolisión, reconocimiento de señales, control de crucero adaptativo…) todos ellos heredados directamente del nuevo Volkswagen Golf.
Por tanto, el nivel del acabado interior del nuevo Skoda Octavia sí esta por encima del anterior, ambos con un muy buen ajuste, pero en el caso del nuevo Octavia acompañándolo además de una mejora de acabado y de una mayor presencia de asistentes a la conducción o elementos con el mejor sistema multimedia, la entrada y arranque sin llave, la interfaz del ordenador de abordo, la posibilidad de contar con el techo solar antes no disponible… pero, ya que hemos analizado el interior del nuevo Skoda Octavia, echemos un vistazo al del Skoda Octavia saliente.
El interior del Skoda Octavia saliente muestra un aspecto más simple, menos escalonado, con una menor horizontalidad. A pesar de seguir un esquema similar en cuanto a distribución, gana cierta complejidad el diseño frente a una extrema sobriedad, todo ello dentro de la ya de por si sobria línea de la casa. Sin duda el salto es notable, ya no sólo en acabado y sistemas anexos, también en aspecto.
¿Y el espacio? El espacio ha sido una de los grandes argumentos esgrimidos en el cambio generacional. Un argumento que parte de la incorporación de la plataforma MQB y por tanto, además de una reducción de peso, de unas mayores dimensiones, en longitud y en distancia entre ejes que se traduce en unas mayores cotas internas. Hemos hablado de ellas en la primera parte de la presentación del nuevo Skoda Octavia, viendo que ha crecido en altura, distancia a la altura de los codos y espacio para las piernas. El cambio es mucho menos notable en las plazas delanteras, pero en la zaga si se nota una mayor sensación de espacio, aunque ambos casos son totalmente válidos para viajar 5 adultos de dimensiones medias sin problema.
Dinámicamente: el mismo “viejo compañero” de siempre
Cuando me monté en el Skoda Octavia anterior por primera vez para la prueba, antes de recorrer los más de 800 kilómetros que recorrí con él durante una semana, cuando me monté en el nuevo Skoda Octavia en Faro, después de los primeros kilómetros con ambos, tuve la misma sensación… la sensación de que era como “mi coche de toda la vida”.
Obviamente no lo ha sido, tampoco lo ha sido ninguno del grupo VAG, pero cuando te montas en el Octavia, cuando lo empiezas a conducir te transmite la sensación de que todo está en su sitio, de que todo funciona como tiene que funcionar, el tacto de la dirección es suave, confortable, eso sí bastante más asistido en el nuevo, las marchas entran a la perfección, con un buen tacto y perfectamente guiadas, la respuesta del motor es noble, tranquila, pero con buenos bajos en ambos casos, tanto en el bloque 2.0 TDI de 140 caballos como en el 2.0 TDI de 150 caballos del Octavia moderno, con más brío en el moderno eso sí.
Al igual que la dirección se muestra más asistida en el nuevo Skoda Octavia, algo que puede ser ajustado gracias a los modos de conducción, la sensación con el nuevo Skoda Octavia es de un mayor nivel de aislamiento, no sólo de rumorosidad mecánica y aerodinámica, sino también con el entorno, con el asfalto, mostrando en ambos casos el mismo compromiso en la puesta a punto de la suspensión entre absorción y muy escaso balanceo, un aspecto en el que me gustaron bastante ambas generaciones.
Llaneamos por autovía a 100 km/h a unas 1.500 rpm, registrando en este terreno un sorprendente consumo de 3.8 l/100 km. En un ciclo combinado el consumo se queda en una muy buena cifra también, en sólo 5.2 l/100 km. En la gama actual el equivalente llegaría con el 2.0 TDI de 150 caballos, que homologa un consumo de 4.5 l/100 km, por lo que en esta motorización y tratándose de un consumo mixto real frente al homologado, vemos que el nuevo Octavia, contando con que es más potente, sale bastante emparejado respecto al anterior generación.
4 cambios no tan palpables pero igual de importantes
* Más soluciones Simply Clever:
Con el concepto de Simply Clever podríamos definir perfectamente al Octavia, tanto a la anterior generación como a la nueva. El “Simplemente Inteligente” va más allá del concepto de berlina racional (ojo con las pegas que también le podemos tachar a un exceso de “compra razonable”) y en el nuevo Skoda Octavia las soluciones con este sello son mucho más abundantes, merecedoras incluso de un artículo aparte. Desde todas las redes del maletero, separadores, un suelo reversible, un gancho para las tarjetas del parking en la luna delantera… a la que posiblemente llama más la atención… un rascador de hielo en la tapa del depósito. Cosas con las que simplemente te sale un ¿por qué no se le había ocurrido antes a nadie?
* Nuevas cotas:
El nuevo Skoda Octavia cuenta con la plataforma MQB y siguiendo las directrices del mercado sus dimensiones han aumentado. Es más grande por dentro. Es más grande por fuera. Tal vez a simple vista no es tan apreciable, pero como pudimos ver en la primera parte de la presentación y prueba del Skoda Octavia, con una distancia entre ejes de 108 mm mayor respecto al anterior Octavia, es también 90 mm más largo y 45 mm más ancho.
* Más seguro:
Hablamos muy a menudo de la seguridad de un modelo. De las estrellas EuroNCAP, de los nuevos sistemas… pero cuando eres un cliente, cuando estas buscando un coche, una vez lo has comprado, te sueles olvidar de ello, por desgracia a veces hasta que nos hace falta, por eso lo meto en el saco de “cambios no tan palpables”.
El nuevo Skoda Octavia es más seguro que el anterior. Algo lógico y propio del avance. Es más seguro por un lado por la presencia de hasta 9 airbags, incorporando por primera vez airbags de rodilla para el conductor y airbags traseros laterales. Pero el apartado de seguridad del nuevo Octavia no se queda “sólo” en 9 airbags.
Algo en lo que he hecho mucho hincapié durante estos días en los que os he estado hablando del nuevo Octavia es en los nuevos sistemas de asistencia, asistencia tanto buscando el confort como la seguridad. Frenado de emergencia en ciudad, detección de fatiga, asistente de protección de ocupantes… Por suerte tal vez alguno de ellos no lo tendremos que utilizar, pero desde luego uno de los puntos donde más ha evolucionado el Skoda Octavia es en seguridad.
* Una sensación generalizada de estar “medio escalón por encima”:
Este punto es un tanto subjetivo. Subjetivo además porque no he estado durante toda una semana todavía con el nuevo Skoda Octavia, como si lo estuve con la anterior generación, subjetivo también porque no he tenido la oportunidad de nada más bajarme de uno montarme en otro, sino que ha pasado cierto tiempo, aunque poco.
Pero sí, la sensación es que el nuevo Skoda Octavia se encuentra muy ligeramente por encima dell anterior y no sólo por la madurez que otorga el paso del tiempo. Nuevos sistemas de asistencia, nuevas tecnologías, nuevos detalles, más espacio, más grande por fuera, una estética que si bien sigue los pasos de siempre se muestra ligeramente más personal… creo, a título personal, que la nueva generación del Skoda Octavia se encuentra un paso por encima, más allá del temporal, respecto a la anterior generación.
Como conclusión retomo la frase empleada analizando la dinámica: “es como si fuera mi coche de toda la vida”. Frase que podemos aplicar tanto a la anterior generación como a la nueva. Es sencillo, honesto, con un muy buen ajuste, con muy buen espacio, un buen tacto de dirección, un buen tacto del cambio y una suspensión cómoda pero que no presenta apenas balanceos. Las únicas pegas que le podemos poner son por su diseño que se puede tachar precisamente como excesivamente neutro, tanto en la generación saliente como en la nueva generación que acabamos de conocer.
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