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Peugeot 3008 Allure 2.0 HDI 163CV C.C. Automático a prueba (I): diseño, formato y acabados

El Peugeot 3008 se presenta como una fórmula a caballo entre un monovolumen (muy de moda) y un SUV (todavía más de moda) para satisfacer las necesidades de transporte familiar en todas sus facetas. En un formato con pequeños guiños estéticos de crossover y pretensiones premium en acabado, equipamiento y precio, probaremos a partir de hoy esta interesante propuesta turbodiésel.

Viene a ser mecánicamente similar a su hermano el 3008 Hybrid 4, pero prescindiendo de la propulsión eléctrica

Un punto muy a tener en cuenta sobre este coche es que viene a ser mecánicamente similar a su hermano el 3008 Hybrid 4, pero prescindiendo de la propulsión eléctrica. Esto nos permitirá poner en la balanza ambas versiones (con y sin hibridación) y sacar interesantes conclusiones acerca de las ventajas que realmente aporta esa prótesis eléctrica en el eje trasero. La prueba del Peugeot 3008 Hybrid4 que ahora revisaremos para establecer la comparación, fue publicada en Diariomotor hace unos meses. Veamos qué tal lo hace su hermano sin hibridar.

Diseño exterior y formato del Peugeot 3008

Peugeot_3008_Allure_HDI

Lo primero que llama la atención del Peugeot 3008 es su peculiar formato. Bajo una denominación comercial “Crossover” estamos hablando, en realidad, de un monovolumen de formato alto, con algún guiño estético que activa en nuestro subconsciente cierta sensación de SUV, pero sin la más mínima pretensión off-road. En definitiva, un familiar que busca tentar al creciente público de esta estética “lifestyle”.

Busca tentar al creciente público de esta estética “lifestyle”

En principio, no es un mal argumento de ventas. La idea es generar la sensación de que con determinados coches viviremos innumerables aventuras, excursiones a playas paradisíacas, caudalosos ríos y nevadas montañas, como si todo ello fuese incluido en el precio de venta. Puesto que en realidad no vamos a hacer nada de eso, no hay necesidad de equipar el coche con lo realmente necesario para realizar tales gestas y basta con que su fachada active esos resortes mentales. Después de todo, el coche es una compra emocional ¿no?

El 3008 mide 4.365 mm de largo, 1.837 mm de ancho y 1.639 mm de alto, lo que lo sitúa por tamaño en la zona templada de los monovolúmenes de cinco plazas. Exteriormente, su diseño está plagado de detalles para hacer más digestiva su forma de compacto estirado hacia arriba, como el portón trasero dividido en dos partes o la parrilla frontal, sobredimensionada verticalmente y acompañada en los flancos por las luces antiniebla, a su vez integradas en sendas molduras de plástico. Todo parece orientado a dar contenido visual a la altura del coche. Ahí están las fotos para que cada uno juzgue el resultado.

Destaca en su configuración la presencia de un portón trasero dividido en dos partes; un portón convencional que abre hacia arriba y una pequeña portezuela inferior que abre hacia abajo al estilo pick-up. Personalmente, lo entiendo como un recurso estético más, en la línea SUV que ya hemos comentado, pero su utilización diaria ha deparado ciertas dudas.

En el lado positivo, el portón reduce su tamaño y peso, invitándonos a abrir sólo la parte de arriba las más de las veces. Al mismo tiempo, la parte inferior batiente, genera una superficie horizontal en la que podremos apoyar algo o sentarnos, lo que podría servir para cambiarse de zapatos, por ejemplo, de forma más o menos cómoda. Vemos que tiene bastante sentido para ciertas funciones.

Cambiaría la apertura doble por un portón convencional bien grande

Continuando con el portón de doble hoja y en el lado negativo, la portezuela inferior (cuya palanca de apertura es bastante cutre) no deja de ser un pequeño estorbo. Cerrada nos manchará al tocarla con el cuerpo y abierta el contenido del maletero nos queda siempre lejos. En definitiva, el portón dividido está chulo pero, desde un punto de vista práctico, se revela como un elemento más estético que funcional.

Terminando con el análisis del diseño exterior, no comprendo cómo a un coche de esta altura no se le ha dotado de una antena oculta, en lugar de la convencional desenroscable. Para meter el coche en un lavado es imprescindible encaramarse al marco de la puerta trasera y aún así, si el coche está sucio (su estado natural antes de un lavado) nos mancharemos para desenroscarla. A partir del metro ochenta largo de estatura nos podremos plantear extraerla fácilmente; de ahí para abajo, problemas.

Interior, calidades y acabados del Peugeot 3008

Centrándonos ya en el habitáculo, de nuevo nos encontramos con luces y sombras. La primera impresión es realmente buena, tanto por el aspecto general del conjunto como por los colores y materiales empleados. La gente que se sube se sorprende de encontrar un interior bitono de muy buen gusto y elegante factura, con la guinda de unos asientos de cuero integral de auténtico lujo. El Peugeot destaca en este aspecto y, en mi opinión, se distingue claramente por encima de los interiores comunes en el segmento, en los que el ahorro de costes es más evidente. El nivel visual es muy alto y la fila de interruptores estilo aeronave está de película.

El nivel visual es muy alto y la fila de interruptores estilo aeronave está de película

Dicho esto, cuando empezamos a tocar aquí y allá, el aspecto sobresaliente de los diferentes elementos se va diluyendo en un tacto más corriente de botones y mandos. No es que esté mal, pero ciertas mínimas holguras en este botón o aquel mando giratorio no acaban de estar a la altura de tan agradable fachada. Los satélites de control de velocidad y control del sonido, detrás del volante, tienen cierta oscilación al pulsar los diferentes botones, dando la permanente sensación de que se van a romper. Me gusta más la integración de estas funciones en el propio volante.

Una vez en movimiento, el crujido del “asa” situada a la derecha de la consola central logró rebajar la experiencia premium (no del todo, pero sí un poco), mientras que las burbujas en la zona de pulgares que mostraba el cuero del volante (apreciables en algunas fotos) alimentan ciertas dudas. Los 13.336km que mostraba el odómetro al inicio de la prueba no parecen suficientes para justificar estos signos de envejecimiento prematuro.

La guantera hace honor a su nombre (caben un par de guantes) y la consola central carece de espacio para dejar objetos (a excepción de los posavasos). A cambio, hay un cavernoso hueco bajo el reposabrazos central delantero en el que podríamos perder para siempre cualquier cosa y existen huecos portaobjetos en las puertas, bajo la columna de dirección y bajo el suelo de las plazas traseras.

Estas dos trampillas traseras resultan, en la práctica, algo difíciles de utilizar

Estas dos trampillas traseras resultan, en la práctica, algo difíciles de utilizar porque irían ocultas bajo la alfombrilla (que es continua de lado a lado) y siempre bajo los pies de los ocupantes. Además, en caso de instalar una silla infantil con pie delantero auxiliar, es necesario quitar la alfombrilla, abrir la tapa y meter el pie dentro del hueco (ver foto). La operación es incómoda y el resultado bastante antiestético.

Ofrece un espacio real similar al de su hermano “pequeño” el Peugeot 308

Entrando ya en el tema del espacio interior para viajeros, un coche más bien voluminoso y alto es de esperar que sea muy espacioso. Me temo que no es el caso de nuestro Peugeot, ofreciendo un espacio real similar al de su hermano “pequeño” el Peugeot 308. El espacio en las plazas traseras es correcto, pero el asiento trasero no se puede desplazar para ganar o ceder espacio al maletero e incluso en la plaza del copiloto se produce una cierta sensación de estrechez por culpa de la enorme consola central. Menos mal que el respaldo trasero y el del acompañante pueden abatirse hacia adelante, pero ahí empieza y termina la modularidad del interior.

Sólo el maletero, con 512 litros de capacidad sin abatir los asientos, pasa el examen del espacio con buena nota

En definitiva, parece claro que las dimensiones exteriores no se traducen en espacio interior, en el que sólo el gigantesco maletero, con 512 litros de capacidad sin abatir los asientos, pasa el examen del espacio con buena nota, en parte porque no lleva rueda de repuesto sino un kit antipinchazos con compresor eléctrico. La base del maletero es una bandeja rígida configurable en tres posibles niveles, dejando un doble fondo de altura variable bastante interesante.

Peugeot 3008: Algunos detalles destacados

Como detalles especiales de equipamiento, es preciso destacar el maravilloso techo de cristal que cubre el habitáculo de principio a fin. Se trata de una opción cada vez más común y en este caso es un cristal continuo, no practicable. En las plazas delanteras tiene escaso efecto, puesto que la vista se proyecta a través del parabrisas, pero viajar detrás es una experiencia radicalmente diferente con toda esa luz. Por cierto, al contrario de lo que podría pensarse, estos techos se disfrutan más bien en invierno y difícilmente en verano, porque el sol calienta y molesta cuando pega fuerte.

Viajar detrás es una experiencia radicalmente diferente con toda esa luz

Otro elemento destacado en el 3008 es el Head-up display. Se trata de una pequeña pantalla transparente que proyecta por encima del aro del volante la velocidad real, la velocidad fijada en el programador, y la distancia en segundos que nos separa del coche que nos precede. Supongo que habrá opiniones para todos los gustos, pero yo soy fan de esta solución y no recuerdo haber mirado el velocímetro analógico ni una sola vez durante la prueba.

Peugeot 3008 Allure HDI

La ventaja de este elemento es que prácticamente no tenemos que apartar la vista de la carretera para obtener esa información, lo que contribuye a nuestra seguridad, y además no tenemos que reenfocar la vista hasta una distancia corta, lo que contribuye a reducir la fatiga visual del conductor. Está bien resuelto y se ve perfectamente con cualquier nivel de luz exterior. No es una pijada, sino un equipamiento altamente recomendable.

De entre la generosa equipación, un último detalle que merece mención aparte es el sistema de info-entretenimiento con navegador integrado. El navegador se portó bastante bien y su manejo no fue de los más difíciles, pero el conjunto de botones en la consola central sí me resultó demasiado poblado, haciéndome dudar sobre cómo llegar a las opciones que quería en cada momento.

La compatibilidad con mi iPod fue regular, puesto que pude escuchar mi música pero dividida en unas misteriosas carpetas que no se correspondían con mis listas de reproducción ni con nada que pudiese reconocer. Por su parte, el disco duro interno se tragó mis 7 GB de música (aunque tardó más de media hora en copiarla) pero fui totalmente incapaz de borrarla al devolver el coche; no encontré esa opción en el bosque de menús. En fin, espero que al siguiente probador le guste lo mismo que a mí, o que encuentre la tecla que hace posible un higiénico borrado integral.

Mientras algunos pequeños detalles hacen sombra al producto, otros brillan con luz propia aportando valor añadido

Como conclusión y a modo de resumen, en un primer vistazo el Peugeot 3008 aparenta ser un vehículo familiar grande y semi-premium en base a su tamaño exterior y a su acabado interior. Un análisis más detallado hace palpable que no es especialmente grande ni configurable por dentro ni sus ajustes y acabados puntúan tan alto como su calidad visual. Por otra parte, mientras algunos pequeños detalles de diseño y ergonomía aquí y allá hacen sombra al producto, otros brillan con luz propia aportando valor añadido.

Y hasta aquí por hoy. En la próxima entrega veremos cómo se comporta dinámicamente, después de girar la llave de contacto.

En Diariomotor: Peugeot 3008 Hybrid4 a prueba | Peugeot 508 RXH, a prueba el familiar, campero e híbrido

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Vídeo destacado del Peugeot 3008

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  36.660 €

El Peugeot 3008 es un crossover compacto que está disponible en una única carrocería de 5 puertas y 5 plazas. Tiene un maletero grande y presume de una alta calidad de realización

Ficha 3008
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