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Renault Twizy RSF1: la eléctrica creación de Renault Sport

“Expertos en coches eléctricos… Expertos en Fórmula 1”. Renault nos había advertido. Nos había advertido de que iba a llevar la Fórmula 1 hasta la movilidad eléctrica… y bien válida era la advertencia. Desde Valladolid, donde se producen todos los Renault Twizy, la firma francesa nos presenta la última genialidad, la última locura, de Renault Sport: el Renault Twizy RSF1.

“¿Para cuando un KERS en un Twizy?” se preguntaba en 2012, durante el Gran Premio de Europa, en Valencia, Laurent Debailleul, responsable de las pruebas de sistemas eléctricos de Renault. Entonces, desde aquel motorhome de Renault Sport F1, surgía el proyecto que ahora tenemos ante nosotros, surgía el Renault Twizy RSF1, la reinterpretación, según Renault Sport, del Renault Twizy.

Hemos viajado hasta Valladolid para conocer al Twizy RSF1, no te pierdas todos los detalles y acompáñanos además en una visita guiada por la línea de montaje del Renault Twizy.

Multiplicando por 6 la potencia original: 97 caballos con un KERS a 36.000 rpm

Renault ha recurrido al mismo sistema de KERS empleado en los Fórmula 1 motorizados por la marca francesa para este modelo conceptual. Un KERS que gira a 36.000 rpm para un motor eléctrico, el del Twizy que gira a 10.000 rpm. El mayor reto por tanto, estaba en poder acoplar el KERS, girando 36 veces más rápido que el bloque eléctrico habitual del Twizy.

Tomando al Renault Twizy 80 como punto de partida, modelo que entrega 17 caballos de serie, se ha añadido este sistema de KERS ocupando la plaza trasera del Twizy, convirtiéndolo ahora en un monoplaza. Refrigerado por agua, este sistema da al Twizy un extra de potencia de 80 caballos durante 13 segundos, por lo que durante estos 13 segundos, el cuadriciclo francés pasa de los 17 a los 97 caballos, consiguiendo marcar una velocidad punta de 110 km/h y marcando una aceleración en el 0 a 100 km/h de 6 segundos, el mismo tiempo que emplea el Renault Mégane RS, de 265 caballos.

Alerón delantero, alerón trasero, pontones laterales…

En Renault Sport han querido unir a la F1 con el coche eléctrico. Y no cabe duda de que lo han conseguido, sólo hace falta asomarse a la plaza trasera para ver el sistema KERS, pero la unión no ha quedado sólo en la mecánica. El Twizy monoplaza no sólo lleva parte del corazón de un Fórmula 1. También luce como tal.

Tres departamentos han trabajado en el desarrollo de este Twizy. Renault Sport Technologies, Renault Sport F1 y Renault Design. Estos últimos, se han encargado de que además del extra de potencia, el Twizy RSF1 cuente ahora con una impresionante pareja de alerones, con un impresionante difusor trasero, con unos pontones laterales… pero además, si nos fijamos en su interior, el toque de la Fórmula 1 continúa, continúa con el volante, con un diseño propio del que nos encontraríamos en el copkit de un F1, un volante al que no le faltan las levas, los botones para gestionar la entrega de potencia del KERS y el toque de la Alcantara.

No llegará a producción… pero es necesario

El Twizy RSF1 no tendrá réplica en las calles, pero sin embargo, es un ejercicio necesario. Una de esas locuras que en el mundo del automovilismo se traducen en evolución. Vale, no veremos al Twizi RSF1 en las calles, sus slicks dan buena cuenta de ello, pero, ¿por qué no pensar en un futuro modelo de Renault Sport con KERS?

En el horizonte más próximo aparece la reinterpretación moderna del Renault 5, que será presentado durante el próximo Gran Premio de Mónaco, quizá sea demasiado pronto para ver en un Renault Sport de producción un sistema de KERS, pero en los superdeportivos, el LaFerrari, el McLaren P1, ya nos han mostrado su inclinación por esta forma de llevar la F1 a las calles… ¿soñamos con un futuro Renault Clio RS con KERS?

Valladolid, allí donde nacen los Twizy

Como colofón final, además de conocer al Twizy RSF1, pudimos visitar la línea de montaje donde se producen todos los Twizy. Desvelado el RSF1 a las puertas de la nave donde se lleva a cabo prácticamente todo el proceso de producción, Renault nos acompañó para mostrarnos como se ensambla un Twizy… y sorprende casi tanto como el propio Twizy.

Sorprende, ¿por qué? El proceso empieza montando las baterías en una línea separada a la línea de montaje principal. Pasada la línea donde se da forma al paquete de baterías, empieza un proceso único al haberse industrializado el empleo de un chasis tubular en un coche de producción. Un chasis desnudo al que se le va dando forma en un proceso totalmente manual. No hay robots, no hay operaciones robotizadas, no hay brazos mecánicos operando en ningún punto el proceso… pero hay más.

En una misma nave, a pocos metros donde se ensamblan las últimas piezas, los últimos acabados del Twizy, nos encontramos con una pista de pruebas donde se testan los Twizy antes de ser distribuidos. Zonas bacheadas, test de luces… y listo para llegar hasta el cliente. Todo el proceso, en la misma nave. Nave que tenemos que abandonar. Es el momento de despedirse del Twizy RSF1.

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