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Peugeot 308 en Frankfurt 2013: el Golf francés se presenta en Alemania

Disponemos ya de las primeras imágenes del nuevo Peugeot 308, recién llegadas de Frankfurt, y lo primero que nos llama la atención es que sus rasgos ya se hacen conocidos. Es verdad que ya lo hemos tratado en nuestras páginas y que ya habían salido fotos oficiales, pero la principal razón de esta familiaridad es que su imagen resulta totalmente digestiva para el común de los mortales y ya nos hemos acostumbrado a verlo. Por lo que respecta al interior, viene siendo una mezcla entre su hermano pequeño el 208 (volante, relojes) y su primo el C4 Picasso (pantalla central).

Peugeot se ha conformado con una línea más bien sobria y fácilmente asumible

La primera conclusión, como tantas otras veces, es que cuando se trata de un compacto generalista (en este caso con aspiraciones premium, pero destinado a alcanzar un gran volumen de ventas) no es habitual arriesgar demasiado. En el diseño exterior, siendo moderno y fresco, parece que Peugeot se ha conformado con una línea más bien sobria y fácilmente asumible para el público general. Veamos todas esas fotos llegadas desde Frankfurt, para entrar más en detalle.

Peugeot 308: ¿el eterno aspirante a Golf?

Peugeot 308

Siempre me decepciona que los franceses no intenten “algo más”

No podemos olvidarlo. La referencia del segmento es el Volkswagen Golf y, queramos o no, está presente (en espíritu) cada vez que se presenta un compacto de 5 puertas. En este caso, las líneas de los laterales más bien rectas, sencillas y sobrias, nos recuerdan en cierta forma a la última iteración del rival alemán. Tal vez no en los detalles, pero sí en el estilo buscado.

Cuestión de tendencias o no, personalmente siempre me decepciona que los franceses no intenten “algo más”, pero para criterios personales ahí están las fotos.


De la parte frontal, lo mínimo que podemos decir es que la imaginación desbordante no ha jugado un papel esencial. El morro del coche viene a ser un frontal Peugeot sencillo, con cierta personalidad gracias a unos faros de formas convergentes hacia abajo y la doble entrada de aire, que ahora se recupera después de haberla perdido de vista durante mucho tiempo, en beneficio de una única entrada inferior que lucía hasta ahora.

En lo tocante a la trasera, de nuevo, conservadurismo en todos los sentidos. Líneas limpias y sencillas.


Por lo que respecta al interior, creo que se puede calificar de minimalista. Su sencillez de formas y economía de elementos lo hacen parecer muy sencillo de manejar (eso ya lo veremos cuando haya que utilizar los controles previsiblemente acumulados en la pantalla). Fácil o difícil, a la vista es limpio y ordenado.

Este minimalismo también contribuye a una sensación de limpieza y espacio, muy bienvenida siempre, y que en este caso marca mucha distancia con su hermano menor, el 208, que se queda muy lejos en habitabilidad.

La solución funciona, pero no está exenta de pequeños inconvenientes

Con respecto a la configuración de los relojes en la parte superior del volante, la solución tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

La principal ventaja es alejarlos del conductor (aunque parezca un problema) porque esto favorece que el enfoque de la vista sea más sencillo y menos agotador, teniendo en cuenta que la mirada permanece en la carretera y ha de retroceder. A juzgar por nuestra experiencia con el 208, la solución funciona, pero no está exenta de pequeños inconvenientes.

A mí me gusta mucho, pero para gente muy grande puede resultar un tanto “de juguete”

El primer “pero” es la exigencia de un volante diminuto, para no eclipsar los indicadores. A mí me gusta mucho, pero para gente muy grande puede resultar un tanto “de juguete”, transmitiendo la sensación de que el coche es pequeño y manejable (psicología de los volantes, queridos amigos) para algunos como un correpasillos, para otros como un Ariel Atom.

Lo del volante lo dejamos para gustos, pero lo que no acaba de estar claro es que dentro del espacio disponible en un salpicadero, ese sea el lugar más lógico para disponer el cuadro de controles. El interior del volante pide a gritos un cierto aprovechamiento y en el 308 se aprecia como un lugar desperdiciado.

Me suena como el volante de centro fijo de Citroën: no acaba de aportar nada sustancial que justifique haberse complicado tanto la vida

Con esta configuración, el salpicadero resulta necesariamente alto y el volante ha de quedar un pelín bajo. Tal vez sea porque estamos acostumbrados, y hasta es posible que, de haber sido los coches siempre así, ahora nos resultase extraño ver un velocímetro dentro del aro de un volante.

Sea como fuere, esta apuesta del grupo PSA personalmente me suena como el volante de centro fijo de Citroën: no acaba de aportar nada sustancial que justifique haberse complicado tanto la vida. El tiempo será quien lo convierta en pionero de una nueva concepción del espacio o en una anécdota más.


Peugeot 308 R: el hermano “macarra” también vino a la fiesta

La verdad es que goza de una imagen bastante potente, todo hay que decirlo

Tuvimos ocasión de fotografiar también al hermano mayor de la familia, recién salido del gimnasio. No es otro que el Peugeot 308 R, una versión hard-core extrema del nuevo 308. La verdad es que goza de una imagen bastante potente, todo hay que decirlo, pero el ensanchamiento que ha sufrido combinado con la pintura bicolor nos impiden imaginarlo como modelo de calle, al menos así, tal cual. Podría tratarse de una versión especial a modo de globo-sonda, para testar el interés del mercado en una variante totalmente extrema del 308.

Esta versión incorpora una edición sobrepotenciada del motor 1.6 Turbo, que en este caso llega hasta los 270 CV y 330 Nm. Sí que lo han exprimido, la verdad, y lo más sorprendente es que logra homologar consumos del entorno de los 6,3 l/100 km. Seguro que ese consumo no lo obtiene mientras desarrolla la potencia máxima, sino en un laboratorio a bajas revoluciones, pero el caso es que con esa cilindrada se puede rodar de forma muy eficiente.

No dudamos que el 308 pueda disfrutar en un futuro de versiones más o menos deportivas e incluso extremas, pero la pintura bicolor sería un movimiento bastante arriesgado por parte de Peugeot y me atrevo a suponer que al menos se lo pensarán dos veces antes de llegar tan lejos. El hecho de que incorpore componentes en fibra de carbono parece el ingrediente definitivo para que todo quede en un Concept y se transforme más tarde, eventualmente, en un GTI más convencional… o no.

En Diariomotor: Nuevo Peugeot 308: en España desde 17.100 euros | Peugeot 308: el compacto galo se renueva por completo

Vídeo destacado del Peugeot 308

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