Cuando probamos el Audi A3 1.8 TFSI 180 CV S Tronic sacamos la conclusión de que era un motor potente y algo picante, pero no excesivamente deportivo, sino más orientado a la comodidad. En este caso Audi no ha dejado un punto intermedio, sino dos versiones diferentes como el día y la noche. Hablamos del Audi S3, un coche con una diferencia abismal entre lo que aparenta – relativamente discreto – y lo que es: un toro salvaje.
Comenzamos la toma de contacto subiendo por una carretera de montaña por la sierra de Málaga. Lo primero que nos llama la atención es su sonido, o mejor dicho, bramido. Esperaba un coche algo más aburguesado, tranquilo y dócil, pero con su sonido me avisa de que no es un juguete. Al arrancar y acelerar levemente comienza un sonido de escape que, con la ventanilla abierta, nos hace pensar que estamos ante un coche con motor central. Sí, es posible acabar en el infierno automovilístico por realizar tal afirmación, pero también es cierto que el S3 podría ser el eslabón perdido entre un compacto de calle y un deportivo con todas las letras.
Después de escuchar su sonido tengo claro que no es un juguete, así que nos acercamos a él como a un animal salvaje: poco a poco. La aceleración en recta convence, pero lo interesante es probar su chasis. Empezamos con aceleración a salida de curva, acelerando progresivamente a medida que enderezamos el volante. Pero antes una última comprobación: a pesar de que lo sé no me gusta fiarme de mi memoria, así que compruebo que la chapita de Quattro está presente en el salpicadero. No me cabe en la cabeza un tracción delantera con 300 CV, pero en caso de que este lo hubiera sido, no me gustaría descubrirlo saliendo de una curva sino leyendo una ficha técnica.
Así que entramos en la curva y al salir apretamos el acelerador progresivamente, pero no lo suficientemente suave como para no enfadar al animal, que se pone a temblar. Medio segundo en el que el eje trasero se va un poco, aunque el ESP no llega a actuar, la tracción Quattro vuelve a ponerlo en su camino. Lo cual provoca en mí una sonrisa tan grande como las mejores de Tiff Needell o Jeremy Clarkson. Sin tanto carisma, pero igual de grandes.
Siguiente curva y de nuevo aceleración a la salida, mismo resultado. Un pequeño meneo sin ESP hasta volver a enfilarse a la carretera. Si la mayoría de los coches de Audi, incluso los deportivos, son dóciles, el S3 es una de las excepciones. Se da la casualidad de que unas horas después conduciría un Audi R8 V10, que podréis leer próximamente en Diariomotor Altas Prestaciones. Y sí, teniendo en cuenta la diferencia de potencia y de coche, el S3 sigue sorprendiendo por su rebeldía.
El bloque 2.0 TFSI que entregaba 265 CV en la anterior generación sube en esta ocasión hasta los 300 CV. Una potencia específica de 150 CV por cada litro, aunque sea turboalimentado, no es una cifra que se vea todos los días.
A su comportamiento ayuda la reducción de 60 kg respecto a su predecesor, y la respuesta “agresiva” la achacamos sobre todo al cambio S Tronic que montaba esta unidad, ya que existe también una versión manual. Los 300 CV los entrega entre 5.500 y 6.200 rpm, de ahí que achaquemos al cambio S Tronic en modo Sport una subida de vueltas tan repentina en salida de curva sin bajar marcha de forma manual. No estoy de acuerdo con los que dicen que los cambios automáticos son mejores… pero que no esté de acuerdo no significa que no tengan razón.
¿Algún punto negativo? Pues sí, aunque es cuestión de gustos, se hace raro que un coche con un comportamiento tan especial resulte tan parecido en su interior a un A3 con kit S-Line. En Audi han optado por ser conservadora en el nuevo A3 – tiene sentido, si algo funciona no lo toques – pero en el interior se echa de menos algo más de vida. En el exterior las llantas de 18 pulgadas con medidas 225/40 y otros detalles como las pinzas con inscripción S3 lo diferencian, pero subido a él la diferencia está más en el oído, el cuello y las manos que en los ojos.
El S3 está disponible en carrocerías de tres puestas y Sportback, y próximamente también existirá un Audi S3 sedán. Tiene un precio que parte de los 42.800 en su versión tres puertas y 44.320 en carrocería Sportback (cinco puertas).
Tanto BMW como Mercedes tienen actualmente versiones más potentes, el Mercedes A 45 AMG de 360 CV y el BMW M135i de 320 CV, aunque es posible que en un año o dos veamos un Audi RS3 sobre la mesa. Una buena época para los que aman la carrocería compacta y la deportividad, dos conceptos que parecen llevarse muy bien.
En Diariomotor: Audi S3 2013: el más potente con 300 CV y el más eficiente, Audi A3 1.8 TFSI 180 CV S Tronic, probamos un compacto picante e interesante
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