Los vehículos policiales en Estados Unidos son máquinas especialmente preparadas para dicha tarea, con conversiones que van mucho más allá de luces estroboscópicas y un equipo de comunicaciones especial. Los verdaderos héroes de la carretera son las versiones PPV (Police Pursuit Vehicle), protagonistas de persecuciones policiales en las que el uso de la fuerza bruta es una constante. El recién presentado Chevrolet Tahoe ya tiene su versión PPV, y pronto estará presente en los espejos retrovisores estadounidenses.
Exteriormente, el Chevrolet Tahoe PPV no difiere demasiado de otros Tahoe, a excepción de las llantas de acero y un enorme paragolpes metálico montado frente a la calandra, con luces integradas. No me gustaría recibir un golpe con semejante artefacto, y si se ha equipado es por un motivo. La integración de luces tipo LED en el techo minimiza el impacto estético, pero garantiza un impacto visual terrorífico para “los malos”. Mecánicamente hace uso del 5.3 V8 Ecotec3, con un tren de rodaje reforzado y aumentado.
El propulsor retiene su potencia de 355 CV y su caja de cambios Hydramatic de 6 relaciones, pero elementos como el diferencial trasero, el convertidor de par, las torretas de las suspensiones o los frenos son ahora de calibre pesado para soportar los rigores de las persecuciones policiales. El ancho de vías es ligeramente mayor, en pos de una estabilidad superior. En las patrullas se comporta como cualquier otro Tahoe, pero si llega el momento es capaz de dar caza a los criminales sin desmontarse por el camino.
El sistema eléctrico de este SUV de 2,5 toneladas se actualiza con una batería de alta capacidad que incluye varias salidas de corriente de 110 voltios, así como un foco manual de búsqueda ubicado en el pilar B, “spotlight” en argot policial americano. El interior del coche se remoza al completo, con una consola central modificada para el control de la iluminación y señales acústicas, además de un soporte específico para el ordenador policial. En el volante hay varios controles de acceso rápido.
La banqueta trasera deja más espacio libre en la segunda fila, para otros agentes, instrumentos o armas. El vehículo base que Chevrolet ofrece de fábrica es fácilmente personalizable por cada cuerpo policial del país. Puede parecer una banal hablar de un vehículo así, pero el mercado de los cuerpos de seguridad en Estados Unidos mueve decenas de miles de unidades anuales: no se desestima en absoluto.
Fuente: Chevrolet
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