ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Entrada

5 MIN

Porsche Top Secret: 965 L7, el eslabón perdido entre 911 y 959

A principios de los años 80 Porsche comenzó el desarrollo del 959. Este superdeportivo estaba diseñado para superar a sus rivales italianos en todos los aspectos y situarse como buque insignia de la marca. Porsche consideraba que el 911 había llegado casi al final de su potencial de desarrollo – ¡quién ha visto al nueveonce y quién le ve! – por lo que comenzó en paralelo el desarrollo del 965, que sería el eslabón entre el 911 y el 959. Un deportivo de altas prestaciones que no llegó a materializarse, y del que sólo queda uno de los 16 prototipos fabricados. Su historia y el porqué de su motor V8 son realmente interesantes.

El desarrollo del Porsche 965 – nótese el paralelismo con el coche de competición – comenzó en 1984. El planteamiento era claro: un deportivo de entre 300 y 400 CV, capaz de competir y dominar a todos sus rivales internacionales, sin hacer sombra al 959 y superando al 911 en prestaciones, comodidad y lujo. Es por ello que desde el principio se concibió al 965 como un vehículo con tracción integral permanente, que incorporaría toda la tecnología desarrollada en competición y ya aplicada al 959, pero manteniendo la estructura de motor trasero de los 911. Un nueveonce con esteroides, pero no tan demoledor como el 959.

Porsche Top Secret: 965 L7, el eslabón perdido entre 911 y 959

Sentando las bases del Porsche del futuro

No sería un vehículo exento de tecnología. Además del sistema de monitorización de la presión de los neumáticos – importado del prototipo 928 P.E.S. Typ 60 – el 965 tendría opción a equipar una caja de cambios PDK de doble embrague, una opción que Porsche no llegó a ofrecer en ningún vehículo hasta la segunda mitad de la década pasada. El vehículo también habría incorporado un sistema de gestión electrónica del motor, un ordenador de a bordo avanzado y tecnologías de descontaminación, como un catalizador de última generación con el que no se habría perdido la barbaridad de potencia que hacían perder entonces.

Sólo uno de los 16 prototipos fabricados sobrevivió a las garras de la trituradora de vehículos.

Los primeros prototipos que vieron la luz empleaban un bóxer de seis cilindros y 3,4 litros de cilindrada, doblemente turboalimentados con 350 CV de potencia, un motor que habría permitido una velocidad punta de 290 km/h gracias a un peso contenido de poco más de 1.430 kg y una aerodinámica trabajada. En 1988 comienza sobre la misma base el desarrollo de un nuevo propulsor refrigerado por agua, aunque Porsche no emplearía motores refrigerados por agua de manera generalizada hasta la llegada del 996 en aplicaciones de motor trasero. Y es aquí donde nace el vehículo que ante nosotros se expuso en el Museo Porsche.

Para probar el sistema de refrigeración por agua de manera concienzuda, Porsche montó en el 965 L7 (el L7 es un simple código interno) un motor 3.6 V8, que equipaba por entonces la potente berlina Audi V8. Audi y Porsche tenían una relación estrecha desde los años 70, que permitió esta colaboración. Un motor de 250 CV de potencia que permitía al 965 una velocidad máxima de 260 km/h. Velocidad máxima a la que estuvo rodando durante no poco tiempo en el circuito italiano de Nardo – un gigantesco óvalo peraltado – para probar su eficiencia y resistencia. Un motor que parecía casi colocado a calzador en el vano trasero del 965.

¿Qué acabó con el Porsche 965?

El Porsche 911 964 fue lanzado en 1988, pero el desarrollo del 965 continuó, incluso habiéndose lanzado el 959 hacía unos años. En 1990 Porsche vió que las ventas de su 911 eran suficientes para soportar la crisis en la que la marca estaba sumida, y los costes de desarrollo del 965 no justificaban una inversión adicional. Un desarrollo lastrado durante 6 años, para una previsión de ventas de sólo 1.800 unidades anuales. Un proyecto sin salida del que sin embargo, muchas soluciones técnicas tuvieron cabida en modelos lanzados posteriormente.

Porque Porsche no iba a tirar a la basura el know-how técnico adquirido.Incluso a finales de los años 80 se planteó el lanzamiento de un deportivo con motor V8 trasero basado en el modelo que se encuentra en vuestras pantallas, pero nadie en el Consejo de Administración de Porsche autorizó dicho movimiento. Porque Porsche innovó mucho en los 80, pero algunos principios estaban muy profundamente arraigados… ¡larga vida al bóxer! De los 16 prototipos desarrollados, todos fueron desguazados, salvo el que aparece en vuestras pantallas, todo un fósil histórico.

En Diariomotor: Porsche Top Secret: 928 Cabriolet, diseñado con EEUU en mente | Porsche Top Secret: 911 Carrera 3.2 E19, fluido y esculpido | Porsche Top Secret: el 924 Turbo más rápido de la historia y su récord fallido

Cargando...