Una de las grandes novedades del Salón de Los Angeles es el Audi prologue Concept. Este prototipo de coupé de lujo, además de unas grandes dimensiones, anticipa la dirección estilística que Audi tomará durante los próximos años. Una dirección estilística evolucionaria que iremos viendo en los nuevos modelos de los de Ingolstadt. Un buque insignia que trata de fusionar emoción, tecnología, ligereza y deportividad, en un envoltorio que anticipa lo que podremos esperar de un hipotético Audi A9.
Un coupé de lujo para competir con el Mercedes Clase S Coupé
¿O sólo un ejercicio de diseño? Una anécdota que aún no podemos despejar. Lo que sí podemos hacer es disfrutar con las agraciadas líneas de un coupé de lujo que competiría de tú a tú con el Mercedes Clase S Coupé. En la calandra es donde se perciben cambios, con un aspecto mucho más anguloso y cercano al suelo, casi con forma de diamante. Es ciertamente diferente a la calandra que tiene por ejemplo un A8. El conjunto óptico frontal equipa la tecnología Matrix de iluminación láser, como no podría ser de otra manera.
Dos tomas de aire marcadas flanquean la calandra en una posición baja, detalle que veremos en muchos modelos próximamente. Audi dice que se inspira en el mundo de los rallyes, al igual que la forma del pilar C y los pasos de rueda, bastante marcados, albergando unas llantas de al menos 22 pulgadas con compuestos Pirelli P Zero. De igual manera, es inspiración en el mundo de la competición los faldones laterales y el difusor trasero, que además de ser funcional, se fusiona con el escape y combina elegantemente deportividad y refinamiento. Bien jugado.
Este vehículo de 5,10 metros de largo – apenas unos milímetros más corto que un Audi A8 – y 1,95 metros de anchura es realmente bajo, con sólo 1,39 metros de alto. Sus retrovisores son pequeñas esculturas de aluminio que jamás llegarán a producción – aunque soñar es gratis – y la escultura es de nuevo recreada en el conjunto óptico trasero, que cruza el coche de lado a lado con intrincados diseños en tres dimensiones. Dejando a un lado detalles de prototipo, parece un vehículo bastante cercano a la producción en masa.
Retrofuturismo y sencillez mecánica
El interior del Audi prologue me ha resultado de lo más interesante. Por algún motivo, los ángulos, superficies e instrumentación me recuerdan a la época dorada que los años 80 fueron. Quizá sea el volante de cuatro radios y diseño horizontales o el tono gris claro elegido para asientos y salpicadero. Salpicadero con muy pocos botones – todo son pantallas táctiles – y un trío de pantallas LCD que se adaptan al modo de conducción e información requerida. Una solución minimalista y en mi opinión elegante, que contribuye a un habitáculo diáfano.
Un detalle a tener en cuenta es que tanto los asientos como las preferencias del sistema y los ajustes de climatización se asocian a la detección del smartphone del conductor. Smartphone que se puede cargar en una superficie especialmente designada a tal efecto y del que se extraen los contenidos del sistema de infoentretenimiento. En lo tocante a la mecánica, Audi no se anda con complicaciones. Este concept no hace gala de ninguna mecánica híbrida o una intrincada tecnología de propulsión a base de hidrógeno.
Lo que hace es montar el conocido 4.0 V8 con doble turbo, llevado hasta los 605 CV de potencia, con un par máximo de 700 Nm y overboost de 750 mm. Gracias a la tracción total quattro y una caja de cambios ZF de ocho relaciones acelera hasta los 100 km/h en 3,7 segundos. Una cifra excelente habida cuenta de sus 1.980 kg de peso. Aunque el foco es el confort, Audi premia la agilidad de este gran coupé con dirección para las cuatro ruedas y un nuevo diseño de cinco brazos para las suspensiones. Lo único que necesitan ahora es producirlo en masa.
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