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Yamaha YZF-R1 2015: una afilada y precisa katana de 20.900€

Si hay una superbike de litro que es la referencia popular, es la Yamaha R1. Su nombre completo es Yamaha YZF-R1, y se acaba de renovar al completo para el año que entra, tanto en diseño como en parte ciclo y chasis. La punta de lanza de la motocicleta deportiva japonesa alcanza en su última iteración la relación peso potencia mágica: un kg por CV, o un CV por kilo, como queráis. Ello es posible con un motor aún más potente y un chasis aún más ligero. Todo ello aderezado con una dosis más que extra de electrónica.

Pero no nos anticipemos… vamos a conocer a esta afilada Katana japonesa poco a poco. Así es la Yamaha R1, de la que dicen las malas lenguas que desayuna Ducatis y acompaña el café con las Suzuki GSXR.

1 litro, un piloto y un kilo por cada caballo

El alma de la Yamaha YZF-R1 es sin duda su motor tetracilíndrico de un litro de cilindrada, con un diseño tipo crossplane para su cigüeñal de baja inercia. Nada de sobrealimentación, sólamente potencia sin interrupciones y un altísimo régimen de giro, capaz de perforar tímpanos. Sus 200 CV de potencia se entregan a la rueda trasera a 13.500 rpm sin contemplaciones. Su par máximo es elevado: 112,4 Nm a 10.500 rpm, no tan lejos de los 132 Nm que entregan rivales como la Kawasaki Ninja H2 o los 144,6 Nm de la Ducati 1299 Panigale.

Yamaha YZF-R1 2015: una afilada y precisa katana de 20.900€

Donde la importancia de esta cifra de potencia se pone de manifiesto no es en su potencia específica de 200 CV/litro, es en su peso de 199 kg en orden de marcha, gracias a llantas de magnesio, depósito en aluminio y un chasis ligero tipo Deltabox. Una deliciosa cifra que pone a esta moto en un selecto club sólo habitado por pocas motos más que la Ducati 1299 Panigale. Un club que en el mundo del automóvil cuenta con nombres como Koenigsegg One:1, Hennessey Venom o Ariel Atom R. Máquinas no muy tranquilas precisamente.

Estética afilada, electrónica precisa

Desde 20.900€ está disponible la Yamaha YZF-R1, desde 25.900€ su versión YZF-R1M.

Las katanas japonesas son la perfección del mundo analógico. Líneas precisas, casi milimétricas, fruto de decenas de horas de trabajo de los maestros acereros. El diseño de la Yamaha YZF-R1 casi podría ser comparado al de una katana. No hay apenas curvas, sólo superficies angulosas trazadas con un propósito: el de la estabilidad y máxima eficiencia aerodinámica. El esquema de colores azul, blanco y negro es una constante en esta moto. Curiosamente, es una moto que apenas da protagonismo al diseño de sus ópticas.

Yamaha YZF-R1 2015: una afilada y precisa katana de 20.900€

Sólo dos tiras de LEDs anuncian su presencia, cuyo grupo principal es también 100% LED y muy discreto. Parece que el peso estilístico recae en el carenado, porque ni siquiera el tubo de escape es sobresaliente, sólo cumple su función con la mayor eficacia posible. Las katanas no tienen electrónica, pero si la tuviesen, estaría enfocada a hacer de las estocadas cortes de precisión implacable y máxima eficacia, exactamente el mismo propósito del arsenal computerizado de la Yamaha R1. Sí, la electrónica ha llegado a la moto para quedarse.

Además de un sistema de telemetría llamado IMU – que mide fuerzas G a través de varios giroscopios – la moto cuenta con control de tracción, control anti-wheelie y control anti-derrapes. Lejos de limitar la diversión, lo que consiguen es mejorar sus registros en un uso exigente como el de un circuito. Es también por ello que la YZF-R1 cuenta con un tarado de competición para el ABS, derivado directamente de la Yamaha M1 de MotoGP. Sí, el mundo de la moto de competición es más similar al mundo de la moto de calle que en la Fórmula 1.

La Yamaha YZF-R1 tiene un precio de venta al público de 20.900€, IVA incluido.

Yamaha YZF-R1 2015: una afilada y precisa katana de 20.900€

Cum laude: YZF-R1M

Por si aún somos un poco más exigentes y tenemos 5.000€ adicionales, Yamaha nos vende la YZF-R1M, una versión aún más radical de la R1. Aunque es legal para las carreteras, está enfocada a un uso en circuito a través del programa Yamaha Racing Experiences, con track days a medida. Una especie de FXX de calle “a la Yamaha”. Entre las modificaciones en la parte ciclo, neumático trasero de sección 200 mm, una suspensión Öhlins electrónica y un programa integrado de telemetría con análisis a través de una aplicación de smartphone.

El resto de características de la R1 siguen intactas, como sus dobles discos de freno Brembo de 320 mm o su caja de cambios de seis relaciones. Aunque el chasis estrena un basculante trasero hecho de magnesio y su carenado se acaba en fibra de carbono, el peso no se reduce de manera significativa con respecto a la Yamaha YZF-R1, convirtiendo a la R1M en una exclusiva y cara máquina de circuito a la que sólo unos pocos sabrán sacar todo el jugo. El resto de mortales sólo podremos soñar con poseer una, ya que su tirada será muy limitada.

Fuente: Masmoto.net
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