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Del circuito a la calle: ¿Por qué BMW M quiere inyectar agua en sus motores?

¿Inyección de agua? ¿Se han vuelto locos en BMW? No, y a continuación te explicaremos por qué en BMW Motorsport están dispuestos a inyectar agua en sus motores turboalimentados para alcanzar límites que hasta la fecha solo se han conocido en competiciones como los rallys. En plena fiebre por los motores sobrealimentados, BMW ha decidido ir un paso más allá para convertirse en una referencia del sector, llevando a sus modelos de calle firmados por BMW Motorsport, una técnica que habla de altísimas relaciones de compresión y unas mareantes cifras de potencia. ¿Qué consigue BMW M inyectando agua en sus motores turbo?

Motores de calle inspirados en competición

El BMW M4 MotoGP Safety Car será el primer BMW en instalar inyección de agua

Si hablamos de sistemas de inyección de agua, lo que no podemos olvidar es que nuestro objetivo estará en alcanzar una elevada relación de compresión que permita extraer grandes dosis de potencia de un motor gasolina turboalimentado. Como ya te he contado, la inyección de agua es una medida que ya tuvo su protagonismo en competición, pero por decisión de la FIA fue prohibida. Esta idea de emplear agua en un motor de explosión no es ni mucho menos una locura… bueno en cierto modo sí, pero sus grandes ventajas también presentan grandes inconvenientes.

Detrás de la inyección de agua se esconde el deseo de prevenir el autoencendedido de la mezcla de gasolina-aire cuando se trabaja con altas relaciones de compresión. Cuando en el interior de la cámara de combustión se alcanzan temperaturas muy altas por culpa de una presión efectiva muy elevada, el problema que nos encontramos es que la mezcla quema por autoignición antes de llegar al punto muerto superior, provocando una fuerza opuesta a la subida del pistón. Este suceso provoca el picado de biela que con su repetición en el tiempo puede causar graves daños en el motor, cuando no la rotura.

Es en ese deseo de controlar el autoencendido, cuando la adición de agua en la mezcla gasolina-aire cobra su sentido. Instalando un inyector, tres en el caso del BMW M4 MotoGP Safety Car, capaz de atomizar agua en el colector de admisión, se consigue que durante la fase de admisión-compresión parte del calor generado por las elevas presiones se emplee en cambiar de estado el agua presente. Con esta medida se consigue que el motor pueda trabajar a altas relaciones de compresión sin verse afectado por el autoencendido. En este punto además se puede trabajar de forma más óptima al combinar inyección directa y avance de ignición.

La inyección de agua arroja importantes ventajas, aunque también eleva bastante el grado de complejidad

Gracias a esta compleja idea, BMW Motorsport llevará al mercado un margen de revoluciones superior al actual y con relaciones de compresión bastante más altas que las actuales. Pero la inyección de agua, por desgracia, no es un todo ventajas, y es que la complejidad añadida al propulsor no es baladí. Trabajar con agua inyectada en un motor exige un alto grado de efectividad para que cada molécula de agua no comprometa la mezcla gasolina-aire: sensores, mapas de motor… además, condicionando al propulsor a trabajar con inyección de agua, es obligado contar con un depósito adicional que siempre deberá estar cargado, penalizando las prestaciones del propulsor cuando este depósito esté vacío o el sistema de inyección de agua presente problemas.

Fuente: BMW
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