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El nuevo Phiaro P75 Concept Cipher es la interpretación japonesa de un Ariel Atom

Phiaro es una empresa japonesa de ingeniería que en el Salón de Ginebra nos ha presentado su peculiar visión. ¿Cómo sería un Ariel Atom de haberse producido en Japón? La respuesta está en vuestras pantallas: más pequeño, igual de ligero, asequible y con algo menos de potencia para que manos menos experimentadas puedan disfrutarlo. Porque es innegable que por relación peso-potencia, un Ariel Atom es casi una moto con cuatro ruedas. El Phiaro P75 Concept Cipher ha sido uno de los coches del pasado Salón de Ginebra al que no habíamos prestado suficiente atención, y eso cambiará desde ya mismo, pero sólo si nos acompañas tras el salto.

Menos potente que un Atom y más racional, igual o más divertido

El motor es de origen desconocido, pero Mazda produce un 1.5 Skyactiv-G con idéntica cilindrada. Yo lo dejo caer.

En Diariomotor nos encanta el Ariel Atom, no hay duda alguna. Es un coche cuyo planteamiento radical nos impresiona, tanto o más que su relación peso-potencia. El Phiarp P75 Concept Cipher está construido de manera similar al Atom o a una moto: un chasis tubular sobre el que se montan los diversos elementos del coche. Mide sólamente 3,64 metros de largo, y en sus entrañas habita un propulsor de 1,5 litros y cuatro cilindros. No es el brutal motor Honda sobrealimentado por compresor del Atom, este propulsor es atmosférico y genera unos correctos pero no impresionantes 144 CV a 6.600 rpm con un par máximo de 166 Nm a 5.000 rpm.

El motor se ubica en la zaga del coche y manda toda su potencia al eje trasero mediante una caja de cambios manual de cinco relaciones. La suspensión del coche es independiente en ambos ejes, y es ajustable en función del circuito o superficie en la que vayamos a usar el Cipher. Porque por el momento, es un coche que no se puede conducir en carretera abierta. Sus neumáticos y parte ciclo se ajustan a su potencia: neumáticos de medidas 205/55/16 en el eje delantero y 225/50/16 en el eje trasero, montados sobre llantas de 16″. Pueden parecer estrechos, pero para sus 144 CV y 596 kg de peso se me antojan más que suficientes.

La apertura de sus puertas nos recuerda a un Lamborghini, aunque las del Cipher son de material compuesto ligero.

El equipo de frenado equipa discos y pistones Wilwood de competición, diseñados para un uso exigente. El diseño del coche es bastante afilado, casi futurista. Me recuerda al carenado de una motocicleta deportiva, y esas parecen las intenciones de los diseñadores. Casi parecen haber replicado la visión de KTM con su X-Bow, desde un punto de vista oriental. En cualquier caso nos impresionan las formas de su carenado, especialmente su cuidada zaga – diseñada con simulación de fluidos por ordenador – en la que conviven las salidas de escape, un gran spoiler y un curioso difusor.

Por el momento es sólo un prototipo, pero ojalá se comience a producir en masa, porque tiene una pinta excelente. Y recordemos que es un coche desarrollado con la dinámica y el disfrute en mente, más que con las prestaciones puras o la velocidad punta.

Fuente: Autoblog
En Diariomotor: La fusión perfecta de coche y moto se lanza al circuito: así es el KTM X-Bow GTR

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