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Lishidedidong Urban Supercar: el horror automovilístico es un Aventador chino de 10 CV eléctricos

En ocasiones creo en la industria china del automóvil, capaz de producir localmente vehículos premium y de lanzar marcas como Qoros, de calidad y seguridad regida por estándares globales. Pero de vez en cuando la realidad también me da una bofetada, y me recuerda que aún hay horrores automovilísticos en China. Una espantosa dosis de realidad, de cutrerío y de desesperación es el lanzamiento en China del Lishidedidong Urban Supercar. Con semejante nombre ya saltan algunas alarmas en mi cabeza. Cuando descubro que es un utilitario eléctrico de bajo coste que imita abiertamente a un Lamborghini Aventador es cuando se me cae el alma al suelo.

Tiene 10 CV, por el amor de dios.

El circo de los horrores más lento de la historia

10 unidades de la fantástica Moulinex Oveo Inox tienen la misma potencia que el Urban Supercar. Y son más útiles seguramente.

Sus líneas de expresión son pura agresividad concentrada, podría leerse en su catálogo. Agresividad de cualquier amante del automóvil al ver semejante despropósito. El Urban Supercar trata de aglutinar en un paquete de 3,88 metros el aspecto de un Lamborghini Aventador, y hasta cierto punto, consigue replicar sus tomas de aire laterales o su peculiar paragolpes delantero. Otra cosa es que quede bien en un utilitario de sólo 1,40 metros de ancho. No queda bien. Las tomas laterales de admisión están presentes de adorno, al igual que el gigantesco escape central. ¿Os habíamos comentado que este pequeño engendro del infierno es eléctrico?

Pero aún mejora la historia: al lado del gigantesco escape lateral se sitúan dos salidas de escape cromadas, de nuevo conectadas a ninguna parte. Porque es un coche eléctrico, repito. Unas llantas de como mucho 14 pulgadas tratan de salvar un conjunto que no hay por donde coger. Los abogados de Lamborghini deberían exigir la destrucción de todas las unidades producidas, ya no tanto por los daños a la imagen de Lamborghini – la imagen de Lamborghini ni siquiera es arañada por el Urban Supercar – sino para librar de su existencia miserable a estos pobres vehículos. Su metal y plástico puede ser reciclado en algo más útil y potente, como quizá 10 lavadoras.

Me encanta la imagen medioambiental y ecológica de un coche moldeado pensando en un Lamborghini, paradigma del ecologismo.

Lo de las 10 lavadoras tampoco es una broma, ojalá lo fuera. El motor eléctrico de 72V del Lishidedidong Urban Supercar genera 10 CV de potencia, o unos 7.500 watios. Es la misma potencia que 10 batidoras de cocina de las buenas o cinco aspiradoras potentes. Su par motor es de 5 Nm – ninguna errata aquí – y al menos sus baterías de ácido de 10 Ah permiten una autonomía de unos 150 km. La velocidad máxima teórica es de 80 km/h, imagino que cuesta abajo y arrastrado por un coche real, porque pesa la friolera de 1.200 kg. Su capacidad de carga es de 400 kg. Como 10 CV y 5 Nm de par son capaces de arrastrar 1.600 kg es una incógnita de la que me encantaría saber la respuesta.

Su precio comienza en unos 50.000 yuanes, unos 7.500 euros. Creo que es donar esos 7.500 euros a una tu causa benéfica favorita. Ese es un favor a la sociedad, no dárselo al creador de un engendro como el Urban Supercar.

Fuente: autoevolution
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