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El hot rod soviético: la historia del GAZ GL-1 y sus récords

El coche que véis en vuestras pantallas no es un un Ford Roadster modificado del año 1934. Lo cierto es que lo parece, pero su órbita no podría ser más diferente. Es un GAZ GL-1 soviético, un coche especialmente creado por GAZ para batir récords de velocidad, bajo órdenes del Politburó y las más altas instancias del Partido Comunista. ¿Por qué? Porque en 1938 – en una carrera organizada en el centro de Moscú – uno de los corredores rusos competía con un Cord 812 americano, alcanzando una punta de 141,56 km/h. Una cifra a las puertas del récord de velocidad soviético. Dicen las malas lenguas que el mismo Stalin prohibió el mismo día la competición con vehículos extranjeros.

El proyecto GL-1 nació unas semanas después, buscando demostrar que la URSS también podía fabricar coches rápidos.

Un vehículo experimental inspirado en el Ford Model B

La tecnología automovilística en la Unión Soviética estaba poco menos que en pañales a finales de los años 30 del pasado siglo.

Lo cierto es que el estado de la tecnología en la URSS era bastante deplorable en los años 30. Una economía planificada, regida por tecnócratas y políticos, a base de miedo y represión. No era el mejor ambiente para la proliferación de los locos por la velocidad, que requiere de una fuerte iniciativa privada. Para desarrollar un vehículo de récord en la antigua URSS era necesario el apoyo oficial del partido. El partido asignó a GAZ y su ingeniero Evgenie Agitov el desarrollo del coche soviético más rápido jamás creado. Para ello, partieron de la base del mejor vehículo entonces disponible: un GAZ-M1… copia descarada del Ford Model B estadounidense.

El M1 fue destripado de la mayor parte de su carrocería y convertido en un monoplaza. Un monoplaza mucho más aerodinámico, roadster y con las ruedas al descubierto. Sin embargo, seguía reteniendo su peculiar frontal, entonces considerado relativamente aerodinámico. El problema estaba en sus entrañas: aunque la URSS ya había desarrollado potentes motores industriales y militares, su GAZ-M1 estaba propulsado por un cuatro cilindros de 3,3 litros que sólo desarrollaba 50 CV… a 2.800 rpm. Un propulsor anémico que en la primera iteración del GAZ GL-1 fue llevado hasta los 65 CV a 3.200 rpm mediante una culata rediseñada con mayores válvulas.

Unas semanas antes, el Thunderbolt del británico George Eyston había superado los 575 km/h en las planicies saladas de Bonneville.

En su primer intento de récord – acaecido en octubre de 1938 – el GAZ GL-1 alcanzó la friolera de 147,84 km/h, conducido por el probador Arkady Nikolaev. Una velocidad satisfactoria para un deportivo aerodinámico de una tonelada de peso, pero que pronto fue considerada insuficiente. A principios de 1940 la berlina GAZ-11-73 – equipada con un nuevo seis cilindros en línea de 3,5 litros – alcanzó en su configuración de serie casi 141 km/h. Para no enfadar a los altos cargos del partido, era imprescindible que el GAZ GL-1 mejorase. Las mejoras pasaron por mejorar la aerodinámica del modelo, además de incrementar su potencia todo lo posible.

Se decidió carenar las ruedas con unos tapacubos especiales y además cubrir el habitáculo, entonces desprotegido de los elementos. Una cúpula aerodinámica de delicioso aspecto retrofuturista tapaba al piloto con su forma asimétrica. Bajo el capó, el motor de seis cilindros del GAZ-11-73, pero potenciado hasta unos respetables 100 CV a 3.600 rpm. La calandra también fue rediseñada, pero todos estos cambios aumentaron el peso del coche hasta los 1.100 kilos. Aún así, el GAZ GL-1 consiguió alcanzar una velocidad punta de 161,90 km/h, entonces una cifra muy considerable habida cuenta la tecnología automovilística soviética.

El desarrollo del GAZ GL-1 fue detenido con el inicio de la Segunda Guerra Mundial – especialmente dura para la Unión Soviética – y se cree que fue destruído en un bombardeo de la fábrica de GAZ, que también producía camiones para el ejército soviético. En 2010, una réplica fue construida usando un GAZ-M1 como base por parte de Boushuev Coachbuild. Esta réplica es muy fiel al original, hasta el punto de emplear motor y chasis originales. La réplica tardó tres años en construirse y está expuesta al público en el museo de GAZ.

Fuente: Kustomrama | SovetCars
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