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Cómo utilizar un cambio automático y no morir en el intento: 9 cuestiones básicas para novatos

Todavía hay quien piensa que España es un país de cambios manuales. Una tendencia también muy común en Europa. Y en el fondo es cierto. Y entre todas las razones para no comprar un coche automático es probable que la mayor de todas sea el desconocimiento. Por suerte, la mejora tecnológica, la variedad de opciones, o incluso el esfuerzo comercial de algunas marcas, por qué no decirlo, están consiguiendo que los coches automáticos vayan siendo cada vez más una opción, como mínimo a tener en cuenta. Ahora bien, ¿qué has de tener en cuenta en tu primera vez con un coche automático? ¿Temes adquirir uno por no adaptarte bien a él? ¿Has de conducir un coche de alquiler o sustitución y es automático?

Lo primero, y más importante al estrenarte con un cambio automático, es evitar situaciones muy peligrosas que se dan en conductores habituados a un cambio manual, como pisar a fondo el pedal del freno con el pie izquierdo

Guía para novatos del cambio automático

Vaya por delante que esta es una guía muy simple. Si ya has conducido un coche automático probablemente no te resolverá nada. Si has llegado para recordar que un coche manual es más divertido por esta o aquella razón quizás tampoco sea el sitio. Tampoco vamos a explicaros que cambio automático es el mejor o el peor. Ya lo hicimos anteriormente.

Lo normal es que pensemos que tras recibir el carné de conducir, la mayoría de los cuales lo habremos hecho con un coche manual, estamos capacitados para conducir cualquier coche. Y en ese punto es importante recordar que existen diferencias, y sobre todo situaciones peligrosas a evitar, en la conducción de un coche automático.

 

1. Máxima concentración con tu pie izquierdo

La situación más peligrosa que se puede dar en un conductor que por primera vez conduce un coche automático es que este pise sin querer el pedal del freno con su pie izquierdo, buscando el embrague. ¿Por qué? Porque con un cambio manual estamos acostumbrados a pisar el pie del embrague a fondo, pedal que suele tener bastante recorrido, y probablemente será lo que hagamos si cometemos ese error, aplicar una frenada de emergencia. Y estaréis conmigo en que en ciertas situaciones una frenada de emergencia inesperada es una de las situaciones más peligrosas a los que ha de enfrentarse un conductor. Nuestro consejo es que, especialmente al principio, apoyemos e incluso ejerzamos fuerza con nuestro pie izquierdo en el reposapiés. Es lo mejor para evitar situaciones de riesgo.

 

2. Máxima concentración al llegar a una intersección

Máxima concentración al llegar a una intersección, un Ceda el Paso o un Stop. Precisamente por lo anterior, es en esos momentos en los cuales seremos más propensos a mover nuestro pie izquierdo y buscar el embrague. Los pedales de freno de muchos coches automáticos, además, son bastante anchos y facilitan que cometamos ese error.

 

3. Encuentra el selector de marcha

Por absurdo que te pueda parecer, este es otro problema habitual en conductores no habituados a ciertos cambios automáticos. Lo habitual es que el selector esté en la consola central, en casos puntuales en el salpicadero y en otros más raros, como Mercedes-Benz, en un mando satélite a la derecha del volante.

 

4. Identifica las indicaciones del selector de marcha

Una vez encontrado el selector de marcha, verás al menos las siguientes posiciones, P, R, N y D, a veces incluso algunas más. Para seleccionarlas, en muchos selectores de marcha es necesario dibujar algunos movimientos, aunque generalmente el cambio ofrecerá la holgura suficiente para que los movimientos se produzcan con naturalidad.

P: es la posición de Parking, la que seleccionaremos cuando aparquemos nuestro vehículo. Es muy común que el motor de nuestro coche no pueda detenerse si antes de hacerlo no hemos seleccionado esta posición del selector de marcha. Lo cual también está muy bien, porque así evitarás bajarte de tu coche sin antes haber seleccionado la posición de Parking.
N: es la posición Neutral, el punto muerto.
R: muy sencillo, la marcha atrás, del inglés Reverse.
D: es la posición directa, engranas y es equiparable a engranar la primera marcha en un coche manual.

 

5. La necesidad de pisar el freno al arrancar y mover el selector de marcha

Aunque hayas adquirido algún mal vicio con un coche manual, como arrancar sin pisar el freno, en un coche automático lo normal es que el coche no accione el motor si no lo pisamos. Para movernos de la posición de Parking a Neutral y D o R también será necesario pisar el freno, ya que el coche podría desplazarse si no lo hacemos (según el cambio que utilicemos es posible evitar que el coche empiece a rodar antes de que toquemos el acelerador).

 

6. Un coche automático puede ser divertido, y conducirse en modo manual

Habitualmente conduzco coches automáticos en modo manual, salvo cuando pruebo el funcionamiento del cambio automático. Me gusta hacerlo, porque controlo el rendimiento del motor, y no por ello soy el mayor friki o defensor del «stick», de la palanca manual. El propio selector de marchas suele permitir engranar las marchas manualmente, desviándola hasta una posición diferente a las anteriores, suele denominarse M, y efectuando pequeños movimientos para seleccionar la marcha.

 

7. Las levas son una opción muy recomendable

De los deportivos y la competición, las levas se han metido de lleno en turismos, a veces incluso económicos. Son divertidas si quieres controlar la marcha en la que circular en cada momento. Y aunque parezca absurdo comprar o alquilar un coche automático para conducir utilizando las levas, la experiencia sigue siendo más relajada y cómoda que una palanca de cambios manual, por no hablar de lo interesantes que resultan en conducción deportiva.

 

8. La marcha en la que circulas depende de lo que aceleres y frenes

Especialmente en los coches más modernos, que han mejorado mucho para optimizar prestaciones y consumo, el comportamiento del selector automático de marcha, el que decidirá si en esa calle debes ir en tercera o en segunda, depende de la presión con la que pisemos el freno y el acelerador. Hay que ser muy inteligentes sobre todo con este último. Si en un adelantamiento pisamos a fondo el acelerador es probable que nuestro coche, gracias a su función kick-down, reduzca dos, o tres marchas, de manera que el acelerón puede llegar a ser demasiado contundente para un adelantamiento – por ejemplo en autopista – que no lo requería. Si hundimos el pie derecho en el acelerador con más calma, la aceleración será más progresiva y quizás solo requiere descender una marcha, o ninguna, para ganar la velocidad que requerimos.

 

9. Sé consciente de la tecnología del coche automático que conduces

En este panorama tan básico que hemos dibujado en nuestra guía, no íbamos a entrar en más detalles acerca de los tipos de cambio, quizás lo más importante para completar esta información sea revisar el manual técnico de funcionamiento de nuestro coche. Pero creo que merece la pena recordar que nuestro entendimiento acerca de ello será importante en el momento en que queramos maximizar prestaciones, cuidar el motor, hacer una conducción más cómoda, o evitar que se dispare el consumo. Por ejemplo, pisar a fondo el acelerador en un coche con cambio de variador continuo suele hacer que el ruido del motor sea muy alto y constante hasta que aliviemos el pie derecho, incomodando a los pasajeros. Los cambios pilotados (de tipo CMP) suelen ser más bruscos e incómodos cuando el cambio de marchas se produce a un régimen alto, lo habitual si lo forzamos con el cambio manual o pisamos a fondo el acelerador de manera prolongada. Pisar el acelerador sin llegar al tope de su recorrido puede ser más que suficiente para evitar el problema.

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