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Aunque no tenga condensador de fluzo, este DeLorean DMC-12 es aún más especial

Porque fue el DeLorean del mismísimo John DeLorean. Este ejecutivo estadounidense trabajaba para General Motors en los años 70, y harto de su corporativismo, decidió montar por su cuenta una empresa ética que produjese automóviles seguros y atractivos. Fue así como nació DeLorean Motor Company, una empresa que fracasó rotundamente en pocos años, pero que dejó tras de sí uno de los automóviles más icónicos de los 80, gracias a la saga de «Regreso al Futuro». El DMC-12 que se subasta hoy pertenecía a John DeLorean.

Este DeLorean DMC-12 tiene un precio de salida de 34.000€. Perteneció a la familia DeLorean.

De hecho, fue un regalo de DeLorean a su mujer, la actriz y supermodelo Cristina Ferrare, con la que se casó en 1973. Este coche se subastará por parte de Auctionata en apenas tres días, con un precio de salida de 34.000€. Un precio que parece bajo para un coche con tanto trasfondo histórico. Es un ejemplar cuidado, pero realmente no tiene nada de especial más allá de su propietario y un kilometraje muy bajo: su odómetro sólo lee 13.540 millas, una cifra excepcionalmente baja para un coche con más de 30 años a sus espaldas.

El DeLorean DMC-12 era un coche realmente innovador cuando fue lanzado al mercado en 1981. Tenía una estructura monocasco que combinaba acero con fibra de vidrio, una aleación aún revolucionaria. Sus puertas se abrían como las de los Mercedes 300 SL y su seguridad estaba a un alto nivel para su época. Era un coche que debía competir contra los Corvette o los Porsche 911, pero DeLorean no pudo conseguir más motores que un anémico 2.8 V6 de origen Renault, con 130 CV de potencia.

No tiene condensador de fluzo, pero sólo cuenta con poco más de 20.000 km en el odómetro.

Este propulsor, montado en la parte central del coche, no otorgaba prestaciones de deportivo a una máquina que tampoco era el paradigma de la ligereza. La organización productiva de DeLorean tampoco era la más eficiente: los coches se ensamblaban a partir de kits CKD enviados desde Estados Unidos en Durmurry, en Irlanda del Norte. Los coches completos eran enviados de vuelta a Estados Unidos. 9.200 DeLorean DMC-12 fueron fabricados asíe entre 1981 y 1983, cuando la empresa fue declarada oficialmente extinta.

El motivo de su fracaso fueron unas prestaciones bajas que le otorgaron mala prensa – dicen las malas lenguas que pagada por General Motors – y una época en la que el mercado de coches de Estados Unidos estaba en horas bajas tras la segunda crisis del petróleo. Aunque DeLorean se declaró insolvente en 1982, la producción continuó durante unos meses. La saga de «Regreso al Futuro» convirtió en 1985 – demasiado tarde – al DeLorean en un icono de la cultura pop. Hoy, empiezan a ser considerados coches de coleccionista.

Fuente: autoevolution
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