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Cinco deportivos clásicos franceses que atraparon nuestro corazón con el exotismo y la originalidad por bandera

A menudo, cuando hablamos de deportividad y de esa idea de disfrutar al volante, las opciones más recurrentes suelen tener procedencia británica o italiana. Pero hoy os vamos a refrescar la memoria con algunos de los mejores deportivos creados en Francia, sí, Francia. Todos son deportivos creados bajo un aura exótico y un planteamiento muy adelantado a su tiempo en la mayoría de los casos. Francia sabe hacer deportivos, y este pequeño resumen con cinco de sus mejores creaciones es la prueba más evidente.

Es un buen momento para echar la mirada atrás y descubrir de qué han sido capaces estos franceses en el pasado.

Hoy en día, a Francia se la reconoce a través de Citroën, Peugeot y Renault en términos generales. La historia automovilística francesa guarda multitud de curiosidades y fabricantes que van mucho más allá de estos tres fabricantes, pero la realidad es que este trío les ha regalado a los franceses numerosas alegrías dentro y fuera de los circuitos para llegar hasta nuestros días. En la actualidad, Renault es la única firma que tiene entre sus planes el desarrollo de un nuevo deportivo de culto, una idea que nació junto al fabricante británico Caterham para recobrar la laureada firma Alpine.

Entre bambalinas, Citroën y Peugeot, que cabe recordar que pertenecen al mismo grupo automovilístico, no están tan involucradas en el desarrollo de su faceta más deportiva a nivel comercial, pero aún así son capaces de ofrecer todo un coupé biplaza con nada menos que 270 CV puesto a punto por Peugeot Sport. Siendo sinceros, lo expuesto por la Francia actual nos sabe realmente a poco, por lo que es un buen momento para echar la mirada atrás y descubrir de qué han sido capaces estos franceses en el pasado:

Facel Vega

Albert Camus fue uno de sus ilustres propietarios. En él perdió la vida al volante.

El coche más rápido del mundo con cuatro plazas. Así es como el fabricante Facel Vega llevó al mercado su coupé de cuatro plazas capaz de alcanzar la friolera de 225 Km/h en el año 1964. Aunque la concepción y diseño del Facel II partían de manos francesas, bajo su capó se ocultaba un motor V8 de origen norteamericano, Chrysler para ser más exactos, con 390 CV en una época donde la cuarta parte de esta potencia ya era todo un lujo.

Hablamos de un coupé que puso contra las cuerdas a firmas tan ilustres como Aston Martin y Ferrari, poniendo sobre la mesa un modelo que destacaba por sus prestaciones y exclusividad. Tras su presentación, el Facel Vega Facel II era fácilmente reconocible en las fiestas y eventos más glamourosos del panorama internacional. Era rápido, caro y sumamente exclusivo.

Citroën SM

Aunque no era la receta de la fiabilidad, era un coche que debería estar en el diccionario junto a la definición de exótico.

¿Os imagináis un deportivo creado entre Citroën y Maserati? Pues no os esforcéis demasiado, os presentamos el Citroën SM. Desde 1970 a 1975 Citroën vendió uno de los deportivos más tecnológicos y adelantados a su tiempo. Pese a que su gran reclamo era la adopción de un motor de origen Maserati, junto a una puesta a punto llevada a cabo por los italianos, el Citroën SM marcó un antes y un después en la industria instalando sistemas tan novedosos como la suspensión hidroneumática autonivelante y faros direccionales.

Fotografía: Robert Myrene

Fue un modelo controvertido que heredaba el concepto de lujo que estrenó el mítico Citroën DS. Su despedida llegó con la crisis del petróleo de 1973, una época que dejó en dique seco todas esos proyectos que buscaban llevar la deportividad a cualquier emblema.

Renault Alpine A 110

El legado del mundo de los rallyes de Alpine es indudable.

Uno de los grandes hitos de la cultura y el automovilismo francés. Los devotos de este deportivo irrepetible se cuentan por legiones, y es que sus gestas en carreteras de montaña y rallyes todavía generan ecos en nuestros días. Llegó al mercado en 1961 fruto de un proyecto que pretendía emular la filosofía que Colin Chapman plasmó en Lotus, y en especial sobre el Lotus Elan. Esta idea convirtió al Renault Alpine A 110 en un deportivo de poco peso, ágil y rápido. Mejor… imposible.

A día de hoy, el Renault Apline A 110 es un protagonista habitual de toda reunión de clásicos, su precio de segunda mano lo convierten en el sueño húmedo de muchos aficionados, y es que hacerse con un clásico capaz llevarse a casa el primer campeonato mundial de rallyes es todo un lujo. Renault trabaja ahora en reflotar la marca Alpine bajo un planteamiento similar, comenzando con la comercialización de un deportivo para el año 2016 y una importante presencia en competiciones como las 24 Horas de Le Mans.

Matra-Simca Bagheera

Sí, su nombre hace referencia a uno de los personajes protagonistas del «Libro de la Selva»

Poco fiable, con grandes deficiencias en su ingeniería, pero aún así, encantador como pocos. Dicen del Matra Simca Bagheera que su llegada al mercado fue una equivocación, pues pecaba de falta de madurez en su desarrollo. El Matra Simca Bagheera fue el deseo de comercializar un deportivo más racional que su inmediato predecesor, el Matra 530, deseo que Matra consiguió con una producción de cerca de 48.000 unidades.

Algunas de las rarezas que estrenó el Bagheera era su diseño interior para tres ocupantes. Con volante a la izquierda, el perfil ancho de su diseño permitió instalar una banqueta donde «acomodar» a dos pasajeros. Su carrocería era de plástico y su nombre, como seguro habrás podido adivinar, encuentra su sentido en uno de los personajes protagonista de el «Libro de la Selva». Si te cruzas uno, no pierdas la oportunidad de inmortalizar el momento.

Peugeot Oxia

No pasó de ser más que un prototipo, pero sus 680 CV y ADN de Le Mans levantaban muchas cejas hace 27 años.

La historia de Peugeot cuenta en su haber con importantes referencias del automovilismo, pero nos hemos detenido en el prototipo Peugeot Oxia por lo arriesgado de su planteamiento, apuntando sin ningún temor a los fabricantes más deportivos del momento. Tenemos que remontarnos hasta 1988 para entender que el Peugeot Oxia nació sin complejos, no era un deportivo, sino que inauguraba la edad de los superdeportivos.

Hablar de 680 CV de potencia a día de hoy puede catalogarse como locura, imagínate si esa misma cifra la ubicamos en plena década de los ’80. Tecnológicamente, el Peugeot Oxia también supo crear escuela, instalando un sistema de navegación con posibilidad de ubicar puntos de interés a través de una base de datos y un monitor CRT monocromo. Más de 25 años después, esta idea se ha transformado en los tan de moda sistemas de infoentretenimiento.

Este artículo ha aparecido originalmente en la revista Curved, número 1. Curved está disponible en el Quiosco de iTunes o en el Play Store de Android, junto a otras doce revistas creadas por Mediazines.

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