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El Renault Kadjar ya está aquí, y lo hemos probado. Nunca es tarde si la dicha es buena

Estábamos esperando como agua de mayo que el Renault Kadjar llegase a los concesionarios. Imagino que en Renault también. Mientras sus rivales, y sobre todo su hermana Nissan, hacían un gran negocio con la moda de los crossovers, en Renault se encontraban con que su producto, el Koleos, no podía, ni había sabido, cautivar a ese cliente que había decidido sentarse en un coche uno o dos palmos más arriba del compacto o el sedán que conducía hasta ahora. Renault necesitaba reaccionar con inmediatez. Su Mégane y su Scénic seguían vendiéndose bien, el Laguna ya comenzaba a notar los achaques de la edad y el declive del sedán, pero bastaba un vistazo rápido al panorama del mercado europeo para percatarse de que sin un crossover competitivo (leer artículo ¿Qué es un crossover?), Renault estaba cediendo demasiado terreno a sus rivales. La respuesta ya está aquí. Se llama Renault Kadjar y lo hemos probado.

El mensaje del equipo de comunicación de Renault es muy directo. La marca francesa ha sido pionera en su filosofía de fusionar segmentos, y de innovar con estilos de automóvil inéditos en su época. Inéditos incluso hoy en día, a veces con algún que otro fracaso estrepitoso. Renault se atrevió a lanzar un monovolumen con tres puertas y filosofía coupé (Avantime), transformaron al sedán de gama alta en un compacto (Vel Satis) y ahora quieren que el Espace sea un crossover.

Pero por desgracia para ellos el Renault Kadjar llega tarde, llega cuando prácticamente todos los fabricantes tienen un crossover, o un SUV con un enfoque muy de carretera, en su catálogo, en una posición que el Koleos nunca supo ocupar. En cualquier caso, no te quepa la menor duda de que este Kadjar bien podría convertirse en uno de los modelos más vendidos de su categoría. Lo cual reafirma aún más nuestra teoría de que Renault debería haberlo lanzado antes, mucho antes.

¿Por qué no consiguió cautivar al cliente el Koleos y sí lo hará Kadjar?

Para bien, y para mal, el Renault Kadjar es uno más en un mercado con «overbooking» de crossovers. Y eso es bueno para Renault, porque con una buena estrategia comercial y publicitaria, su músculo bastará para situarlo entre los más vendidos de su categoría.

Aunque el Renault Koleos nació con una vocación más campera, y no se rindió ante la demanda de SUVs que no están diseñados para el campo, sino la carretera y la ciudad, el concepto de Koleos y Kadjar no era tan diferente. El Koleos acusó la edad en sus últimos años, pero incluso en sus años jóvenes, coincidiendo con los años de la locura del crossover, la vorágine del Nissan Qashqai, las ventas de Koleos seguían siendo un desastre e incluso comenzaba a abandonar algunos mercados europeos, como el británico, por sus malas ventas. En aquellos años el Qashqai había conseguido situarse como uno de los modelos más vendidos en las islas.

Esa percepción campera del Koleos se apreciaba en detalles que hoy en día son muy poco comunes, como su portón trasero dividido en dos piezas, con una sección inferior que pivotaba hacia abajo y una luneta trasera que podía abrirse hacia arriba (ver imagen).

El Renault Kadjar, en cambio, ha apostado por la carretera y el halo mainstream. Piensa que comparte muchos componentes (en torno a un 60%) con el Nissan Qashqai. Componentes que en la mayoría de los casos no son visibles.

Te bastará un vistazo para constatar que el Renault Kadjar de estas imágenes, el que hemos probado, no es un Kadjar «pelado», básico. Nos pusimos a los mandos de un Renault Kadjar XMOD. Es la versión más campera, en el concepto y en la práctica. Aún así puedes llevártelo con tracción a dos ruedas y motor dCi de 110 CV (manual y automático). Nosotros lo hemos catado con motor dCi de 130 CV y 4×4. El XMOD tiene un precio 900€ por encima del Intens y ahí cada uno decide si sus mejoras estéticas son suficientemente importantes como para optar por este modelo (ver gama y precios de Renault Kadjar).

Sinceramente me parece una buena alternativa, en tanto viene muy bien equipado (reconocimiento de señales, avisador de cambio involuntario de carril, automatización de faros y limpiaparabrisas, etcétera) y es muy pintón (llantas de 17″, defensas más camperas con inserciones plateadas, etcétera).

Estas son las llantas de 17″ que equipaba el Renault Kadjar que probamos.

Aunque vivamos en un mundo de clones, donde la silueta de los SUV es muy parecida, el Renault Kadjar tiene detalles de personalidad, como su parrilla frontal, con el que probablemente sea el rombo más grande que jamás haya visto en un Renault que haya podido conducir. Los faros full LED son opcionales (paquete Look Premium) incluso en el modelo tope de gama, el Zen.

O el diseño de sus pilotos traseros. Aunque un porcentaje alto de las piezas de este Kadjar sean compartidas con su hermano Qashqai, hay que reconocer que el Kadjar ha sabido distinguirse bien.

Las impresiones a bordo son de un entorno con un nivel de calidad y diseño aceptable. La mejora con respecto a Koleos ha sido realmente importante, lo cual aún así seguiría situando a Kadjar en el punto que exigiríamos a cualquier SUV moderno. Lo situaría prácticamente a la par que el nuevo Qashqai, aunque una vez más solo se parezcan en algunos detalles, como botones del climatizador, ajuste de los retrovisores o elevalunas. Renault asegura que incluso los asientos han sido diseñados por ellos mismos.

El volante es cómodo y sencillo, con una distribución de botones accesible y discreta. Es el mismo que ya habíamos visto en Renault Espace.

Dominando, una pantalla táctil de 7″ para el equipo de entretenimiento y navegación. Esta pantalla es opcional en toda la gama, salvo para el tope de gama Zen.

Otro detalle interesante lo tenemos en la instrumentación, completamente digital y preparada, por ejemplo, para informarnos de cuestiones de interés, como las señales de tráfico o el reparto de par de su tracción a las cuatro ruedas.

Como estamos probando una versión de tracción a las cuatro ruedas y paquete XMOD, contamos con este selector que nos permite forzar la tracción delantera, mantener el reparto automático (que es lo habitual), o forzar el bloqueo del diferencial para repartir entre ejes al 50%. Lo pudimos probar por algunos caminos, que no representaron ningún problema para este coche, ni siquiera llegamos a rozar los bajos en algunos baches importantes, en los que pienso que algún crossover podría haber llegado a tocar con ellos. En cualquier caso, el bloqueo del diferencial solo sirve para salir de pistas muy deslizantes, nieve, barro, tierra, arena, etcétera, y solo se mantiene activo hasta 40 km/h. A partir de esa velocidad, el Kadjar gestiona automáticamente el reparto entre ejes, y si fuera necesario, podría llegar a repartir el par hasta un 50%.

Incluso en las versiones de tracción delantera, este selector se mantiene para acceder a las funciones Extended Grip, que gestionan diferentes modos del control de tracción para adaptarnos a las condiciones del terreno.

Esta es la llave / mando a distancia del nuevo Kadjar. De serie en toda la gama salvo en el acabado Life.

Y su arranque por botón, que como el freno de estacionamiento eléctrico es de serie en toda la gama.

Recuerda el Renault Kadjar está disponible con motores dCi 110 CV (manual y automático EDC), dCi 130 CV (4×2 y 4×4) y un TCe de 130 CV. Nosotros escogimos el dCi 130. Aunque el aislamiento acústico del habitáculo es aceptable, y Renault ha mejorado bastante el aislamiento y el refinamiento de sus motores, el dCi de 1.598 cm3 sigue sin estar a un gran nivel en cuanto a sonoridad y vibraciones, aunque tampoco creemos que sea un defecto enorme. Este motor, a diferencia del dCi 110, emplea distribución por cadena.

Para su potencia, la aceleración y las recuperaciones quizás resulten un tanto pobres. Es suficientemente rápido, por supuesto, pero en alguna situación, como adelantamientos o incorporaciones, desearíamos que empujase con mayor energía. También es cierto que, según pesos en orden de marcha, la tracción a las cuatro ruedas supone incrementar el peso en más de 100 kilogramos con respecto a un dCi 130 de tracción delantera. Por esa razón es importante analizar los pros y los contras de escoger tracción delantera o a las cuatro ruedas, sobre todo si tenemos en cuenta que un XMOD con neumáticos M+S y tracción delantera ya va bien calzado para enfrentarnos a muchas pistas deslizantes, incluida nieve y barrizales.

El hecho de que la llegada de Renault Kadjar haya estado acompañada de la desaparición del Renault Koleos de la gama española, y que ambos – aparentemente – sean dos vehículos cortados por el mismo patrón, no significa que Kadjar vaya a sustituir a Koleos. De hecho Renault nos recuerda que se han guardado esa carta para presentarnos, probablemente el año que viene, un SUV que se situará por encima del Kadjar y que previsiblemente responderá al nombre de Koleos.

No te vayas muy lejos, en los próximos días os seguiremos hablando de este nuevo Renault Kadjar.

En Diariomotor: Renault Kadjar XMOD 2015: un “crossover” con potencial para salir del asfalto | Renault KADJAR 2015, a fondo: 7 preguntas y respuestas sobre el “Qashqai” francés

Vídeo destacado del Renault Kadjar

Imagen para el vídeo destacado del Renault Kadjar Botón de play
Renault Kadjar 2019 002
Logo de la marca renault Renault Kadjar
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De momento la oferta es algo limitada pero se adapta bien a las exigencias de la mayoría del público. Puede tener mucho equipamiento y tracción total en el diésel más potente

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