Buenas noticias para los amantes de la pureza automovilística. Lamborghini lanzará un SUV, pero no tiene por el momento pensado abandonar la senda de la aspiración atmosférica en sus superdeportivos. Los amantes de los Aventador y Gallardo pueden respirar tranquilos. No son especulaciones de lo que hablamos aquí: son palabras pronunciadas por Stephen Winkelmann – sí, el mismo CEO de Lamborghini – en una reciente entrevista a nuestros compañeros estadounidenses de Autoblog.
Los temores no son infundados. Porsche turboalimentará casi toda la gama 911 tras su lavado de cara – a apenas meses de distancia – y la presente generación de hiperdeportivos recurre en su totalidad a la sobrealimentación y/o a la hibridación. El Ferrari 488 GTB emplea un motor turbo de ocho cilindros, al igual que toda la gama de McLaren. Por el momento, Lamborghini cree que los atmosféricos son lo mejor en cuanto a aceleración y especialmente a sonido, cualidades muy valoradas por los clientes de sus superdeportivos.
Podría argumentarse que un motor turbo es capaz de generar más potencia, al igual que aceleración. Pero entonces Winkelmann sacará una foto del Lamborghini Aventador SV y te mirará con gesto desafiante. No olvidemos que el propulsor 6.5 V12 atmosférico del Super Veloce desarrolla 750 CV y le permite hace un 0 a 100 km/h en sólo 2,8 segundos. Y entonces el argumento de los motores turbo pierde su peso. Winkelmann arranca el motor y en ese momento nos olvidamos de los turbos. Porque ese sí es un argumento irrefutable.
Evidentemente, Lamborghini hace oídos sordos a la industria. Sólo pasará a usar turbos cuando demuestren – o el mercado demuestre – que ofrecen una ventaja clara con respecto a sus atmosféricos. En ese momento pasarán a la sobrealimentación, pero por las palabras de Winkelmann, ese día aún está lejos. No obstante, recordemos que el Lamborghini Urus sí empleará algún tipo de propulsor turboalimentado. Por su peso, dimensiones y afiliación al Grupo Volkswagen me inclino por pensar en un 4.0 V8 TFSI de origen Audi.
Pero el Urus de producción aún siquiera ha sido anunciado, y el CEO dice que adaptar un motor turboalimentado procedente del Urus a un superdeportivo como el Huracán es más complicado de lo que parece.
Fuente: Autoblog
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