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5 ideas (que te encantarán) para aprovechar un "aeropuerto de 10.000€" como el de Ciudad Real

Ha sido una de las comidillas de la semana. Hay quien dice que el aeropuerto de Ciudad Real está vendido, por 10.000€. La realidad es más compleja. Ni está vendido, ni la irrisoria oferta que una empresa habría hecho por las instalaciones tiene visos de prosperar. Recordemos, además, que este complejo acumula cientos de millones de euros en deudas con sus acreedores. En cualquier caso, la subasta por este aeropuerto prosigue. Hacer que unas instalaciones como estas sean viables, y gocen de vuelos, que al final es el objetivo para el cual fue creado, se antoja harto complicado. Y es ahí donde nuestra perversa mente de petrolhead empieza a planear ideas descabelladas, que nos hacen imaginar un aeropuerto en el que los coches sustituyan a los aviones. ¿Y qué 5 ideas se nos ocurren para aprovechar un aeropuerto como el de Ciudad Real?

Top Gear ya estuvo en el aeropuerto de Ciudad Real en su viaje por tierras españolas en superdeportivos descapotables.

1. Rodar el nuevo «Top Gear» de Clarkson, May y Hammond. Mientras Jeremy Clarkson, James May y Richard Hammond buscan trabajo y planifican ese esperado programa en el que se reunirán tras abandonar Top Gear, aeródromos y aeropuertos como el de Ciudad Real abren todo un abanico de posibilidades. En efecto, Top Gear se rodaba en un aeródromo, el de Dunsfold, sobre el que se diseñó la famosa pista de Top Gear (en la que Stig marca tiempos con los deportivos que pasan por sus manos). Aquellas antiguas instalaciones, de ingeniería y defensa, se aprovecharon también para instalar el estudio en el que se rueda el programa. Recordádselo a mi compañero Pepe Giménez, que probó allí el McLaren MP4-12C en 2012.

Para Jeremy Clarkson, James May y Richard Hammond no sería ninguna novedad trabajar en Ciudad Real, de hecho el año pasado ya nos sorprendieron con un reportaje en este circuito, en el que Clarkson alcanzó 319 km/h en un McLaren MP4-12C Spider.

2. Rozar los 300 km/h probando un deportivo. Es una auténtica pena ver cómo ha acabado el aeropuerto de Ciudad Real. Pensad que goza de una de las pistas de aterrizaje más largas de Europa. Con una longitud de más de cuatro kilómetros y 60 metros de anchura, la pista del aeropuerto de Ciudad Real permite el aterrizaje de un coloso de los cielos como el Airbus A380. Se me ocurren pocos lugares más seguros en los que probar la velocidad punta de un deportivo. Doy fe de que hay tanta anchura, que los márgenes de la pista desde el coche prácticamente no los vas a ver.

Sin ir más lejos, nosotros ya lo hemos hecho. En 2012 estuvimos probando allí mismo un Lexus LFA. No llegamos a sus 325 km/h de punta, pero sí nos quedamos cerca de 300 km/h, que para un servidor ya es la máxima velocidad que ha alcanzado en un coche.

3. Convertirlo en la base de un fabricante de superdeportivos. Ese derroche de espacio, amplitud suficiente para alcanzar velocidades imposibles en prácticamente cualquier otro circuito (salvo circuitos de pruebas específicos, como Nardo), se antoja ideal para desarrollar y fabricar los deportivos más rápidos del mundo. No es ninguna locura, Koenigsegg se asentó junto al aeropuerto de Ängelholm, su fábrica y sus centros de desarrollo están en los propios hangares, utilizan una antigua pista de uso militar para sus pruebas y sus clientes pueden llegar hasta la fábrica en su propio jet privado. En 2012 también estuvimos allí y te lo contó Daniel Seijo en este reportaje.

4. Organizar carreras de aceleración, drag races. En España no hay demasiada pasión por este tipo de pruebas, al menos si lo comparamos con países como Estados Unidos. En cualquier caso, los aeródromos y aeropuertos son el lugar perfecto para realizar pruebas de aceleración, que en este caso podrían ir mucho más allá del famoso cuarto de milla. En Ciudad Real sobraría espacio para organizar incluso varias drag races simultáneas. En Estados Unidos es habitual utilizar aeródromos para este tipo de carreras. Aunque, pensándolo bien, en Estados Unidos son incluso capaces de realizar carreras de aceleración y velocidad en zonas desérticas como el Salar de Bonneville. El aeropuerto de Ciudad Real, si lo comparamos con este último, se quedaría muy corto. Recordemos que en Bonneville se compite en rutas de más de diez millas en línea recta.

5. Convertirlo en un verdadero circuito, permanente, o semi-permanente. No sería el primer caso de un circuito de carreras internacional en el que los deportivos de competición comparten terreno con los aviones. Un buen ejemplo es el de Sebring, en Florida. En cualquier caso los requisitos de un circuito que comparta instalaciones con un aeropuerto son demasiado específicos. Y, por otro lado, la rentabilidad que pudiera obtener como circuito de velocidad difícilmente serviría para convencer a un inversor de que esa idea sea mejor que la de utilizarlo como un aeropuerto.

En Diariomotor: McLaren MP4-12C, a prueba (I) | Lexus LFA, prueba de velocidad en el Aeropuerto de Ciudad Real

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