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7 formas de ahorrar dinero en gasolina y diésel (sin consumir menos combustible)

Cuando sale a colación el tema del ahorro, lo habitual es hablar de conducción eficiente, la solución más socorrida, y probablemente más efectiva, para ahorrar dinero, bastante dinero, en combustible. Pero no es la única. A menos de un kilómetro de mi casa encuentro gasolineras en las que el diésel se puede repostar a precios con diferencias de hasta 10 céntimos el litro. Gasolineras que son incluso del mismo proveedor. Eso significa que llenar un depósito de 60 litros supondría 6€ más en unas gasolineras que en otras. Si amplío el radio, y busco otro tipo de gasolineras, las diferencias pueden llegar a los 20 céntimos. ¿Cómo podemos aprovecharnos de este conocimiento (y otras técnicas) para ahorrar bastante dinero en combustible? Te damos 7 ideas y ninguna de ellas tiene que ver con conducción eficiente.

El mayor ahorro podemos conseguirlo con una técnica tan sencilla como antigua, comparar precios. Las diferencias entre gasolineras, en ocasiones del mismo proveedor, pueden llegar a ser realmente importantes.

1. Compara los precios de las gasolineras más cercanas a tu domicilio. Lo ideal es tener una gasolinera de referencia, a ser posible cercana a una ruta que recorramos habitualmente, o a nuestro domicilio. Aunque con diferencias tan importantes como la anteriormente expuesta, desviar nuestra ruta a una gasolinera más económica a menudo puede resultar rentable. Para comparar precios entre gasolineras no es necesario que recorramos todas ellas buscando las más económicas. El Ministerio de Industria, Energía y Turismo dispone de un portal (geoportalgasolineras.es) en el que encontramos los precios actualizados de todas las gasolineras y de los combustibles que suministran, desde el diésel y la gasolina, hasta los biocombustibles, el GLP y el GNC.

El comparador nos permite incluso realizar búsquedas para encontrar las estaciones de servicio más económicas de tu ciudad. Por poneros un ejemplo, la gasolinera más cercana a mi domicilio – en el momento de realizar este artículo – ofrecía diésel a 1,16€/litro. A 8 kilómetros me encuentro con una estación de servicio en la que el diésel cotiza a 0,98€/litro. La diferencia entre una y otra a la hora de llenar un depósito de 60 litros es de 10,8€ por depósito.

2. Repostar en hipermercados. Este debate ya ha dado para hablar largo y tendido. Por regla general, los hipermercados ofrecen precios mucho más competitivos que las estaciones de servicio tradicionales. Gozan de una gran ventaja, la de estar junto a un establecimiento que es posible que visitemos semanalmente, y que nos permita aprovechar para hacer la compra semanal y llenar el depósito. Lo cual, a su vez, también es desventaja, porque estos establecimientos no siempre necesariamente han de estar cerca de nuestro domicilio.

Hace unos años ya debatimos acerca de los combustibles de hipermercado contra los tradicionales. Os recomiendo leer aquel artículo para aclarar el asunto. Pero podemos simplificarlo en un hecho: todos los combustibles que encuentres en España son «iguales», es decir, responden a unos estándares de calidad y tratamiento que han de cumplirse estrictamente. De hecho, los proveedores de esos hipermercados suelen ser las petroleras tradicionales.

En cualquier caso sí existe una diferencia en ese ligero margen de maniobra que ofrecen los estándares de la distribución de hidrocarburos en España. Un margen de maniobra, y una labor de investigación y desarrollo, que hace que cada petrolera disponga de su propia «receta», en forma de aditivos, para mejorar las propiedades de sus carburantes. Si ves a un camión de una petrolera importante recargando los depósitos de una gasolinera de un hipermercado, eso no quiere decir que ese combustible goce de los mismos aditivos que los utilizados en las estaciones de servicio de la propia petrolera. Los aditivos a menudo se añaden en la propia estación de servicio. Pero tampoco quiere decir que el combustible de los hipermercados sea menos seguro que el resto, o de baja calidad.

3. Planifica muy bien tu viaje. Si vas a salir de viaje, la diferencia entre planificar la ruta y la gasolinera en la que respostarás puede ser realmente importante. Fijaos en la tabla superior, en la que aparece la media de precios (en céntimos por litro) de junio de 2015 en las comunidades autónomas españolas. La diferencia entre una comunidad y otra puede ser realmente importante, incluso en comunidades contiguas. Si lo sumamos a las diferencias que existen en las propias estaciones de servicio de una misma comunidad, es fácil que nos encontremos con diferencias superiores a los 20 céntimos el litro en estaciones de servicio separadas por apenas unas decenas de kilómetros.

4. ¿Efecto lunes, efecto viernes?. Hallar el día más adecuado para repostar, sigue siendo interesante para ahorrar dinero en los repostajes. La gráfica superior nos muestra la evolución diaria del PVP (media en España) del gasóleo A en junio de 2015, el último mes del que la CNMC nos ha ofrecido un informe estadístico. Mes en el que, por cierto, los precios eran muy superiores a los actuales. En una misma semana se aprecian diferencias de varios céntimos. De manera que una buena técnica sería la de aprovechar los momentos en los que el precio del combustible a repostar hayan alcanzado un mínimo. El problema es que predecir si el precio ascenderá de nuevo, o seguirá bajando, resulta harto complicado.

Hace años os hablábamos del famoso «efecto lunes», y más tarde del «efecto viernes». Aquella suspicacia de las petroleras para reducir los precios, antes de impuestos, en el momento en que estos debían comunicarse a la Unión Europea, fue sancionada por la Comisión Nacional de Energía. Por desgracia, o más bien por suerte, aquella práctica dejó de tener efecto allá por octubre de 2013, tal y como constató la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (ver informe de octubre de 2013).

5. La fidelidad tiene premio. Para fidelizar a sus clientes, muchas estaciones de servicio cuentan con sus propias tarjetas de descuento. Esas tarjetas, a menudo ofrecidas por cadenas de distribución de hidrocarburos, suelen – aunque no siempre sea así – tener efecto en todas las estaciones de servicio de la propia cadena. Cuando se trata de gasolineras asociadas a una superficie comercial, también es muy común que se ofrezcan determinados descuentos en combustible al comprar en sus supermercados (en ocasiones figuran en la parte de atrás del ticket de compra, o en un ticket extra). También es muy habitual que repostar en esas gasolineras conlleve algún descuento en su supermercado.

6. Programas de puntos. También existen diferentes tarjetas de fidelización ajenas a la propia gasolinera. Es el caso de la famosa Travel Club, una tarjeta que nos permite obtener puntos en compras en los centros adheridos a su programa. No hablamos de un descuento directo, ni mucho menos, sino de puntos que pueden canjearse por descuentos en viajes, hoteles, o productos de su catálogo. También es cierto que para acumular suficientes puntos para un regalo interesante, o un viaje, has de realizar un gasto realmente alto, ya sea en combustible o en otras compras en sus centros adheridos.

Otro caso muy peculiar es el de la tarjeta de fidelización Iberia Plus, y los famosos Avios acumulables en los vuelos de la compañía aérea española. Iberia Plus también ofrece la posibilidad de acumular Avios al repostar en las estaciones de servicio de Repsol. Evidentemente, a una razón de 1 litro, 1 avio, para que la obtención de puntos pueda sernos útil para obtener un vuelo, o un descuento en un vuelo, la cantidad de combustible que hemos de consumir al año ha de ser elevadísima para que podamos aprovecharnos de alguna forma de esta ventaja. Para aquellos que ya utilicen la tarjeta de fidelización Iberia Plus, simplemente será un aliciente más.

7. Tarjetas de débito y crédito. Si llevas una tarjeta de crédito o débito en tu bolsillo, es muy probable que exista algún tipo de ventaja por utilizarla al repostar. En ocasiones esos descuentos están asociados a una determinada red de estaciones de servicio. Son descuentos que rara vez superan el 3% o el 4% del gasto, y a menudo se liquidan a final de mes. En cualquier caso, por pequeña que sea la diferencia, a veces podemos obtener un pequeño descuento por el mero hecho de utilizar nuestra tarjeta y no pagar en efectivo. Es recomendable consultar con nuestra entidad bancaria los acuerdos de que disponen con estaciones de servicio y otros establecimientos.

¿Y tú, qué otras técnicas utilizas para ahorrar dinero en gasolina y diésel?

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