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Sangre real: 8 superdeportivos exóticos que comparten motor con coches convencionales

Aunque veneremos a muchos superdeportivos como si de dioses se trataran, a veces olvidamos que estas máquinas de ensueño tienen orígenes muchas veces humildes. Hablo de sus motores. ¿Sabías que el Lotus Evora usa un motor sacado de un vulgar Toyota Camry? Porque no siempre tienen sangre real corriendo por sus venas. Hemos recogido una selección – no exhaustiva – de ocho vehículos, ocho superdeportivos exóticos que comparten motor con coches convencionales. Estoy seguro que deseas saber cuales son.

1) Volvo XC90/S80 – Noble M600

De serie, el 4.4 V8 de los Volvo XC90 y S80 desarrollaba 315 CV.

Los Volvo XC90 y S80 estuvieron durante años disponibles con un 4.4 V8 atmosférico, desarrollado por Yamaha. El constructor de superdeportivos británicos Noble decidió usar este elástico ocho cilindros para su bestial M600. Por el camino, le añadió dos turbocompresores y componentes internos reforzados, llegando a una bestial potencia máxima de 650 CV, más del doble de la especificación de Volvo. Una auténtica bestia sin ayudas electrónicas a la conducción que es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 362 km/h.

2) Mercedes S600 – Pagani Zonda

Los últimos Zonda fabricados equiparon un 7.3 V12 preparado por AMG a partir del motor original.

El Mercedes S600 fue lanzado a principios de los años 90 con un novedoso V12 atmosférico de 6 litros, el primer doce cilindros de Mercedes en décadas. Un sedoso propulsor con un enorme margen de potenciación, que fue usado como base de los primeros Pagani Zonda – denominados C12 – lanzados al mercado en 1999. El motor no fue potenciado, reteniendo sus 394 CV de serie. Los siguientes Zonda recibieron una versión preparada por AMG de este propulsor, cuya cilindrada aumentó hasta los 7 litros, y su potencia hasta los 550 CV.

3) Toyota Camry – Lotus Evora

La base Toyota es afortunada para Lotus, es asequible, sencilla y hasta el momento, muy fiable.

Lotus nunca ha tenido motores propios en sus deportivos modernos, recurriendo a motores fabricados por OEMs, retocados y puestos a punto en Hethel. El Lotus Evora ha seguido el mismo camino, con un 3.5 V6 bajo su capó de origen Toyota. El mismo 3.5 V6 – código interno 2GR-FE – que desarrolla 268 CV en los Toyota Camry tope de gama, electrodomésticos de transporte por excelencia. Su versión básica desarrolla 280 CV, mientras que el Evora Supercharged tiene una salida de 350 CV. El tope de gama de la gama Evora es el 400, con idéntica potencia.

4) Ford Mondeo V6 – Noble M400/Aston Martin DB9

El Duratec V6 de tres litros se ha usado en infinidad de SUVs y aburridas berlinas.

El 3.0 Duratec V6 de Ford es un motor de poco más de 200 CV que ha sido empleado en varias aplicaciones de altas prestaciones. En primer lugar, terminó bajo el capó del Noble M400, previa instalación de dos turbocompresores que elevaron su potencia hasta los 450 CV. También ha sido la base para el 6.0 V12 que Aston Martin lleva más de 15 años usando: simplemente se fusionaron dos bloques V6 de tres litros para crear un V12 de seis litros. La fusión lleva el sello de Cosworth, que puso a punto el brillante V12.

5) BMW 750i – McLaren F1

Realmente, el S70/2 es más similar al S70B56 de BMW 850 CSi, un 5.6 V12 con 360 CV de potencia.

Confieso que esta pareja está un poco cogida con alfileres. Pero realmente fue BMW quién desarrolló el fantástico 6.1 V12 S70/2, partiendo de la base del 5.0 V12 M70B50 de 300 CV que el BMW 750i estrenó a finales de los años 70. El bestial propulsor del McLaren tiene más de un litro adicional de potencia, culatas completamente nuevas, un bloque modificado y trenes superiores de altas prestaciones con los que desarrolla nada menos que 627 CV. Pero el 750i puede decir que una pequeña parte de él está en el mejor superdeportivo de los años 90.

6) Honda Civic Type R – Ariel Atom

La versión más potente del Ariel Atom usa un motor 2.4 V8 de competición con 500 CV de potencia.

El Ariel Atom es uno de los coches con mejor relación peso-potencia del mundo en su versión V8, pero nació con un motor Honda 2.0 K20Z4 con distribución variable VTEC en la parte trasera de su chasis. El bestial Ariel Atom empleaba una versión atmosférica del dos litros de Honda, potenciada hasta los 245 CV. La locura llegó cuando Ariel sobrealimentó el motor Honda mediante un compresor hasta los 310 CV. Con dicha configuración mecánica fue capaz de hacer el 0 a 160 km/h – y vuelta a detenerse – en sólo 10,88 segundos. Nada mal.

7) Ford Mustang – Koenigsegg CC/CC8S

El diseño básico del bloque V8 aún es usado hoy en día por Koenigsegg en sus superdeportivos.

El Ford Mustang Cobra no era un coche convencional cuando fue lanzado al mercado a mediados de los años 90. Su motor 4.6 Modular V8 con cuatro válvulas por cilindro. Este bloque de aluminio era capaz de producir 305 CV en el Mustang Cobra, y fue la base usada por Koenigsegg para sus CC y CC8S, los primeros superdeportivos lanzados por la marca sueca. Chrstian von Koenigsegg decidió sobrealimentar los V8 americanos por compresor, llevando su potencia hasta los 655 CV, previo refuerzo de múltiples componentes internos.

8) Audi S4 – Spyker C8

La marca holandesa llegó a presentar un prototipo equipado con un 6.0 W12 de 500 CV de potencia.

La marca holandesa de superdeportivos Spyker ya no está entre nosotros. Esta marca ha desaparecido, fruto de la crisis global y de su intento fallido de hacerse con el control de Saab, en proceso de quiebra tras su abandono por parte de General Motors. Antes de todo este drama, Spyker lanzó su espectacular C8 en el año 2000. Un superdeportivo exclusivo, donde un diseño refinado y la inspiración aeronáutica eran sus principales máximas. La marca empleó durante su existencia el 4.2 V8 del Audi S4, potenciado hasta los 400 CV.

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