ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Entrada

3 MIN

No tienes lo que hace falta para domar a este anciano de 83 años y 900 CV

¿Te gustan los coches? Por supuesto que sí. ¿Sabes pilotar máquinas potentes? No lo dudo. Pero dudo que tengas lo que hace falta para domar a la bestia que es el «Double Down». Un hot rod basado en un 1932 Ford Roadster, una de las bases más comunes para este tipo de vehículos. Aunque la base no sea peculiar, sí lo es su ejecución. Es posiblemente el único hot rod de tracción total jamás creado. Una bestia de 900 CV que será pronto subastada por Barrett Jackson. Un anciano que tiene un par de cosas que decirte.

Posiblemente sea el único hot rod basado en un Ford de 1932 equipado con un sistema de tracción total.

Aunque tenga 83 años de edad, esta creación es relativamente reciente. Ha sido uno de los proyectos artesanales de Fuller Hot Rod. La inspiración de este reputado constructor han sido los aviones de la Segunda Guerra Mundial – pensad en el precioso P-51 Mustang americano – además de los vehículos de la Indy Car Series, una interesante competición de monoplazas, «la Fórmula 1» de Estados Unidos. El resultado no podría ser más apasionante. Su carrocería combina una estética militar con colores llamativos como el negro o el amarillo.

Sólo un pequeño parabrisas protege a los ocupantes del habitáculo. Un speedster en cuyo frontal hay muchos detalles dignos de mención. La calandra, pequeña y con dos huecos gemelos para la admisión. Una suspensión tipo push-rod, similar a la empleada en las Indy Car Series o en la F1, y parte del diferencial delantero, que asoma por delante del coche. De hecho, la situación del diferencial ha obligado a recolocar el gigantesco radiador Griffin en la parte trasera del coche, prácticamente al aire.

En el interior del coche no hay lugar a florituras. Dos bacquéts, un volante, una instrumentación sencilla y una palanca de cambios, conectada a una caja manual de cinco relaciones. El resto es simplemente metal desnudo. El «Double Down» es un coche radical en su ejecución, igual que el motor que lo mueve. Se trata de un gigantesco V8 de construcción artesanal, con 9,4 litros de cilindrada, diseñado y fabricado por Jon Kaase. Un modelo Boss 9 preparado por Kurt Urban, con una potencia final estimada en nada menos que 900 CV.

Toda la potencia pasa a los gigantescos slicks, Goodyear de 365 mm de sección. A los cuatro, gracias a la tracción total permanente. Una bestia que nos deja sin palabras, con unas prestaciones no declaradas pero supuestamente radicales, gracias a una bajísima relación peso-potencia.

Fuente: Carscoops
En Diariomotor:

Cargando...