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10 consejos para las cenas y comidas de empresa y amigos, y los viajes en coche de navidad

Llegan las comidas y las cenas de navidad, con amigos, con compañeros del trabajo. Algunos ya llevamos unas cuantas, y eso que aún queda bastante para las verdaderas celebraciones navideñas. Lo apretado de nuestras agendas, y la saturación de muchos restaurantes, nos lleva a adelantar cada vez más estas celebraciones de rigor, en las que el ambiente festivo está condimentado con las mejores viandas, y en ocasiones conlleva, también, la necesidad de tener que utilizar el coche. ¿Por qué es tan importante vigilar nuestra alimentación, y decidir si cogeremos el coche o no en función de lo que hayamos comido y bebido? ¿Qué 10 consejos hemos de seguir si tenemos que acudir a una cena, o comida de navidad, y después coger el coche para salir de viaje?

Durante la navidad, y las semanas previas en las que se celebran las comidas y las cenas de empresa, Tráfico intensifica los controles de alcoholemia en las carreteras y las calles de nuestro país.

1. El alcohol es probablemente el factor más obvio que debemos tener en cuenta a la hora de coger o no el coche. Incluso respetando los límites legales, el pequeño margen en el que un conductor aún puede conducir, sin dar positivo en la famosa prueba de alcoholemia, que recordemos que no responde a unas cantidades fijas, sino más bien a factores que dependen sobre todo del sexo, y la edad, resulta recomendable no ingerir nada de alcohol. Primero, porque normalmente no es sencillo dosificar las cantidades legales. Segundo, porque incluso en cantidades muy moderadas, y legales, contribuyen a generar somnolencia, lo cual es bastante peligroso si tras la comida, o la cena, tenemos que iniciar un viaje más o menos largo.

Como cada año, tráfico intensifica los controles de alcoholemia en las fechas en las que habitualmente se celebran las cenas y las comidas navideñas. En cualquier caso, el peligro que implica el consumo de alcohol ya es más que suficiente para que decidamos si hemos de conducir tras una cena abstemia, o por contra, es mejor posponer nuestro viaje, o utilizar el transporte público, o un taxi, para llegar a casa. En cualquier caso, el alcohol no es el único factor que merma nuestras aptitudes al volante tras una comida o una cena navideña.

2. Lo ideal tras una comida o una cena navideña es no enfrentarnos a un viaje largo, descansar tras el banquete. En cualquier caso, si resulta necesario coger el coche tras esta, Tráfico nos recuerda que nuestro enemigo a vencer será el de la fatiga y el sueño. Una comida copiosa favorece la somnolencia, produce fatiga y disminuye los reflejos. Por norma general, en nuestros viajes largos, e independientemente de que tengamos cenas o comidas de navidad, o no, Tráfico recomienda realizar comidas ligeras y frecuentes a lo largo del día. Hacerlo de esta forma favorece la atención y que reaccionemos con mayor rapidez.

Hay estudios que afirman que mientras nuestro cuerpo está haciendo la digestión el rendimiento se ve perjudicado en al menos un 10%.

3. Los hidratos de carbono son tus amigos. Para favorecer la digestión, resulta recomendable recurrir a una dieta ligera, rica en hidratos de carbono, proteínas y minerales, y prescindiendo, en la medida de lo posible, de grasas, que ralentizan la digestión, y no aportan energía de forma inmediata. Queremos que la digestión sea rápida y tranquila.

4. ¿Qué menú escojo? ¿Carne o pescado? Elige carnes menos grasas, como las aves (pavo y pollo), antes de las más grasas (carnes rojas); y los pescados blancos (como el bacalao o la merluza), frente a los pescados azules (como el atún, o el pez espada). Opta por carnes y pescados de elaboración sencilla, plancha, parrilla, u horno, y sin salsas grasientas, o con harinas. Intenta que la guarnición prescinda de fritos, mejor una guarnición vegetal, como una ensalada, o unos champiñones.

5. Si vas a hacer un viaje largo, tu cuerpo no necesita tantas calorías. Otro factor muy importante a tener en cuenta en los viajes que realicemos estas navidades está en el hecho de que la conducción sea una actividad sedentaria, que requiere un aporte energético muy bajo. Eso quiere decir que una persona no requerirá un aporte calórico tan elevado como en un día de trabajo normal, de mucha actividad, y ejercicio.

6. La hidratación es muy importante, y beber aunque no tengamos sed. Tráfico también recomienda ingerir agua, con frecuencia, y en cantidades pequeñas. También se recomiendan los batidos, refrescos sin gas, y verduras frescas. Evita la leche caliente. Si nuestras madres ya nos decían que no hay nada, para descansar bien, como un vaso de leche y a la cama, es por algo. La leche favorece la aparición de la somnolencia.

7. Evita alimentos que puedan producirte problemas en la digestión, como dolores, acidez, o incluso mareos. No se recomiendan alimentos muy condimentados, muy salados, y ricos en grasas animales, evita especias y picantes, también las salsas abundantes. Los caldos, y en general cualquier líquido caliente, contribuye a la acidez del estómago.

8. El café ayuda a vencer la somnolencia, y a mantenernos concentrados en la conducción. Según los expertos, no hemos de tomar más de 300 miligramos de café al día, que equivale a tres tazas de café. Las bebidas energéticas ricas en cafeína también ayudan, pero su consumo ha de realizarse moderadamente.

9. La música, y su volumen, ayuda a mantenernos enfocados en la conducción y a evitar la aparición de la somnolencia.

10. Y ante todo respetemos los descansos. Tráfico recomienda una parada cada 200 kilómetros, o dos horas. Descanso en el que podremos estirar las piernas, comer algo de fruta, unas galletas, reponer líquidos, y continuar nuestro viaje, de manera segura, para llegar a nuestro destino.

Para más información, ver dossier de la DGT sobre «comer bien y conducir mejor«.

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