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El Bentley R-Type Continental en 21 imágenes: la increíble historia del abuelo del Continental GT

En 1952 no era nada habitual que un coche superase los 185 km/h, salvo por algunas honrosas excepciones, la de ciertos deportivos de altos vuelos. Que un coche con espacio para cuatro pasajeros, y su equipaje, fuera capaz de superar los 160 km/h ya era todo un acontecimiento. Dicho lo cual, no nos extraña nada que Bentley recuerde con nostalgia a su Bentley R-Type Continental de 1952, el abuelo del Bentley Continental GT moderno, que en su día se convirtió en el cuatro plazas más rápido sobre la faz del planeta superando los 190 km/h. Y esa es precisamente la razón por la que cualquier momento es bueno para recordar a este clásico, aún más si lo vemos compartiendo pantalla con su nieto, el Continental GT.

El desarrollo del R-Type Continental, el que en su día fuera el coche de 4 plazas más rápido del planeta, nació de la iniciativa particular de Ivan Evernden, que tuvo que ingeniárselas para convencer a los responsables de Bentley de que lanzar un coupé de lujo tan rápido como este tenía sentido.

El desarrollo del R-Type comenzó cuando Ivan Evernden decidió, fuera de los cauces oficiales, comenzar a trabajar con el carrocero H.J. Mulliner para crear un elegante coupé deportivo, ligero, potente, lujoso, y muy rápido. La casa londinense trabajó sin descanso hasta crear un prototipo que, poco a poco, fue consiguiendo los objetivos que perseguía Bentley. Un objetivo que, bajo el nombre en clave OLG 490, apodarían cariñosamente como Olga.

Como curiosidad, los directivos de esta compañía pensaban que era una idea demasiado atrevida, en comparación con el resto de la gama de un fabricante que por aquel entonces también producía las lujosas berlinas de Rolls-Royce. Tuvo que ser Ivan Evernden, la cabeza pensante que vio en un coupé de estas características una gran oportunidad para renovar la imagen de Bentley tras la Segunda Guerra Mundial, quien convenciera a la compañía de que el R-Type de Mulliner tenía sentido. Y lo consiguió.

El Bentley R-Type Continental comenzaría a comercializarse en 1952, con un precio de 6.928 libras esterlinas de la época. Por aquel entonces el sueldo medio anual de un británico rondaba las 468 libras, y una casa costaba de media 1.891 libras. Estamos hablando de un coche que costaba prácticamente como tres o cuatro casas.

Bentley llegó a producir 208 unidades del R-Type Continental, 193 de las cuales fueron carrozadas por H.J. Mulliner.

Al comenzar su desarrollo, Ivan Evernden calculó que con un trabajo aerodinámico adecuado, este coupé podría alcanzar velocidades superiores a los 190 km/h manteniendo la estabilidad. En cualquier caso, la aerodinámica era imprescindible para lograr su objetivo, y el perfeccionamiento de su carrocería. Es probable que gracias a ese trabajo aerodinámico el R-Type Continental gozase de un diseño tan elegante y atractivo como muestra en estas imágenes.

En su desarrollo, Bentley trabajó en el túnel de viento de la sección de aviación de Rolls-Royce, en Hucknall, Nottinghamshire, para conseguir minimizar coeficiente aerodinámico en la medida de lo posible, hasta alcanzar cifras muy inferiores a las de prácticamente cualquier coche de la época. Según Evernden, podrían haber conseguido que este coche alcanzase velocidades muy superiores, incluso por encima de los 200 km/h, pero evidentemente esa obsesión no podía eclipsar a la necesidad de crear un coche elegante y lujoso.

Durante el desarrollo del R-Type Continental, Mulliner ya consiguió optimizar la mecánica, el peso, y la aerodinámica de este coche para acercarse al objetivo de 193 km/h (120 mph) que se habían propuesto. Y en septiembre de 1951, en el circuito de Montlhèry, cerca de París, ya consiguieron que Olga superase la barrera de los 190 km/h.

Para ahorrar peso, la carrocería del Bentley R-Type Continental estaba ensamblada en aluminio, que también se utilizó en los marcos de las ventanillas, el parabrisas, los parachoques, e incluso la estructura de los asientos.

Imaginaos a este Bentley siguiendo una dieta de adelgazamiento muy estricta, estilo Lotus. Bentley consideró que una radio era un elemento superfluo, sin el cual aún podían ahorrar algo de peso. De manera que la radio, que sí se aprecia en estas fotografías, solo se ofrecía opcionalmente.

El motor de seis cilindros en línea, y 4.566 cm3, utilizado originalmente por este Bentley fue mejorado para pasar de 140 a 153 CV de potencia y su transmisión se ajustó para aprovechar mejor las bondades de su peso ligero.

El diseño de su carrocería se inspiró en el diseño de los Bentley carrozados por Corniche y Embiricos antes de la Segunda Guerra Mundial.

El peso – y el objetivo de no superar los 1.750 kilogramos – no solo era importante para conseguir alcanzar las prestaciones deseadas, sino también porque en aquellos años no existía un neumático que pudiera ofrecer garantías con un peso superior y a velocidades por encima de los 185 km/h.

El Bentley R-Type Continental no solo es el pariente más lejano del Bentley Continental GT moderno, sino también el verdadero germen de la filosofía Bentley moderna, la de ofrecer vehículos muy lujosos, elegantes y cómodos, pero también potentes y rápidos, especialmente con versiones especiales como los GT Speed.

Fuente: Bentley
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