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Lincoln Continental 2017: lo que sucede cuando Ford se propone producir un Bentley

Ford ya está trabajando en la reinvención de su filial de lujo en Estados Unidos, Lincoln. Una empresa nada sencilla, si tenemos en cuenta la competencia brutal existente al otro lado del Atlántico en la categoría de los premium y de los vehículos de lujo. Lincoln quiere reinventarse en dos mercados esenciales, en el local, el de Estados Unidos, y China. Y para ello trabajan en el lanzamiento de una nueva gama de modelos, que centrará todos sus esfuerzos en los segmentos de mayor volumen, el sedán y el SUV. Y de entre todos ellos destacará, con luz propia, este Lincoln Continental 2017, algo así como un Bentley cocinado a fuego lento en los fogones de Detroit. Y no solo hablamos de su nombre…

Lincoln quiere regresar por sus fueros empezando con un sedán de lujo y representación, el Lincoln Continental.

Al respecto de su denominación, hemos de tener muy claro que no se trata de una burda copia de Ford para con Bentley, ni mucho menos. El emblema Lincoln Continental se remonta a finales de los años treinta, mucho antes de que naciera el emblema Bentley Continental. Pero estaréis conmigo en que la propuesta de Lincoln, salvando todas las distancias posibles, sí tiene mucho que decir acerca de la evolución que ha sufrido la marca británica en los últimos años. Lincoln quiere volver a conectar con su clientela con una propuesta de lujo, y confort, pero también tecnología.

Y su propuesta más importante se llama Lincoln Continental.

Este modelo se comercializará en Estados Unidos con un motor V6 de 3.0 litros, con doble turbo, que producirá en torno a 400 CV de potencia, asociado a un sistema de tracción total con un sistema de distribución vectorial de par.

Gozará de todas las ayudas a la conducción posibles, ajustes para circular en modo Comfort, Normal y Sport; suspensiones adaptativas; dirección de desmultiplicación variable; sistema de detección de peatones con frenada automática; control de crucero adaptativo con función de conducción semi-autónoma en atascos; sistema de cámaras en 360º, etcétera, etcétera.

Más allá de todo eso, el Lincoln Continental pretende ofrecer cotas de confort y distinción inéditas hasta la fecha en la marca. En su exquisito habitáculo, que entremezcla acabados y tapizados de piel aparentemente de gran calidad, con otros detalles menos vistosos que quizás no se perdonarían en Europa, nos encontraremos con asientos con ajuste en 30 vías. Asientos que según Lincoln han sido inspirado en los utilizados en los jets privados y en el mobiliario de oficina de lujo.

Los asientos traseros también podrán reclinarse y serán calefactados y ventilados, contarán acceso a configuración de audio, climatizador, masaje, y muchísimo espacio para las piernas.

Evidentemente es un coche que ha sido concebido para recurrir a los servicios de un chófer. Pero el problema sigue estando en que a lo largo de los últimos años, y décadas, los europeos, los japoneses, e incluso los coreanos, han conseguido obtener una posición ventajosa en el mercado de lujo estadounidense, estabilizarse, e incluso mantener su crecimiento. ¿Será demasiado tarde para que Lincoln pueda enmendar sus errores? ¿Será este Lincoln Continental la solución que necesitaba?

Fuente: Lincoln
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