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El VLF Destino, un Fisker Karma con motor Corvette, continúa acercándose a la producción

Tras la quiebra de Fisker Automotive, el diseñador automovilístico Henrik Fisker ha estado involucrado en varios proyectos. El más interesante ha sido su implicación con Galpin Auto Sports para la producción de versiones del Ford Mustang, como el bestial Rocket. No obstante, aún no ha tirado la toalla con los Karma. Tras fundar una nueva empresa – VLF Automotive – el diseñador danés sigue implicado en la producción automovilística con el bestial Destino. Un Karma con motor Corvette que poco a poco, se acerca a las calles.

Tras la quiebra de Fisker Automotive, VLF ha tomado el relevo de la mano de su mismo fundador, Henrik Fisker.

El VLF Destino fue presentado hace ya un par de años, y suma lo mejor de ambos mundo. El lujurioso aspecto de un Karma, con la potencia LS9 V8 del Chevrolet Corvette ZR1 de la anterior generación. Sobre el papel, el diseño del VLF Destino apenas cambia con respecto al Fisker Karma, aunque su frontal tiene un aspecto más duro, menos orgánico. Su calandra también es nueva, así como algunas terminaciones de su interior. En cuanto a cotas exteriores, el VLF Destino es idéntico al Karma.

Mide 4,98 metros de longitud… y sólo 1,33 metros de alto. Este cuatro plazas sigue siendo igual de esbelto que siempre. Pero en vez de una combinación de motor eléctrico y motor térmico para extender su autonomía – sin estar conectado a las ruedas – bajo el capó encontramos un 6.2 V8 sobrealimentado por compresor, con 647 CV de potencia y un brutal par motor máximo de 819 Nm a sólo 3.800 rpm. Asociado a una caja de cambios automática de seis relaciones, acelera hasta los 96 km/h en sólo 3,9 segundos.

Con una velocidad punta de 322 km/h, el Destino es una máquina muy rápida. Y aunque su peso de 1.950 kilos y sus llantas de 22 pulgadas de diámetro – con neumáticos de 305 mm de sección en el eje trasero – jueguen en su contra, nadie duda de sus prestaciones. El VLF Destino será fabricado en Michigan, en Auburn Hills – muy cerca de los centros de producción de Ford en Detroit. Su precio de venta al público será de 229.000 dólares, un precio casi dos veces superior al precio original del Karma eléctrico.

¿Tendrá éxito esta nueva aventura de Henrik Fisker? Por el momento, las bases del proyecto parecen sólidas.

Fuente: Carscoops
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