Hoy en día, que está de candente actualidad el asunto de los paraísos fiscales, merece la pena recordar a todos esos lugares, que de alguna forma se han convertido también en paraísos fiscales, para recibir un mejor tratamiento fiscal a la hora de registrar un automóvil. Esa es la explicación que encontramos en datos que, lejos de ser anomalías estadísticas, impresionan tanto como el hecho de que Aguilar de Segarra, una localidad de la provincia de Barcelona, tenga una flota de automóviles inmensa, con 84,1 automóviles registrados por cada vecino. ¿Y a qué se deben estas cifras?
La explicación la encontramos en el tratamiento fiscal de nuestros automóviles. Un automóvil está gravado con diferentes impuestos, los más importantes, en cuantía, el impuesto de matriculación y el IVA a la hora de adquirir un automóvil nuevo. Pero no es menos importante el impuesto de circulación, la tasa, conocida popularmente como numerito, que hemos de pagar al Ayuntamiento en el que hemos registrado nuestro vehículo. Una tasa que puede variar significativamente entre diferentes localidades.
Y esta es también la explicación de que en una localidad de tan solo 251 habitantes haya registrados más de 20.000 automóviles.
El reducido coste de las tasas por el impuesto de circulación invitan a que la gestión de algunas flotas de automóviles opte por registrar sus coches en localidades como Aguilar de Segarra, coches que muy probablemente jamás circularán por sus calles. Buena parte de los vehículos registrados en estas localidades, la mayoría, pertenecen a grandes flotas de automóviles, generalmente alquiladores. Incluso en capitales de provincia españolas nos encontramos diferencias importantes en el impuesto de circulación, en el orden de decenas de euros.
No son los únicos pueblos españoles que se han convertido, a su manera, en paraísos fiscales para las alquiladoras. Serratella (Castellón) suma 58,7 coches por habitante, Rozas del Puerto Real (Madrid) llega a una media de 34,8, Rajadell (Barcelona) a 29,7, y Relleu (Alicante) a 15,9, según Automovilistas Europeos Asociados (El Mercantil Valenciano).
Son cifras como mínimo sorprendentes, si tenemos en cuenta que la media en España está en torno a los 0,7 coches por habitante.
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