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Nissan Qashqai 1.6 dCi 4x2, a prueba. ¿Merece la posición de referencia en los crossover?

El Nissan Qashqai es uno de los vehículos más exitosos de España. En 2015 se vendieron la friolera de 23.832 unidades, y se convirtió por derecho propio en el sexto coche más vendido del país. Nissan le debe mucho al Qashqai: su actual posición de dominio en uno de los segmentos más calientes y rentables del mercado – el de los crossover compactos – y su resurgir de las cenizas en Europa, tras años de malas ventas y perspectivas comerciales. El Nissan Qashqai es referencia y líder, y con esta prueba queremos comprobar si se merece dicha posición.

¿Qué necesita un crossover para ser líder?

Para que un crossover triunfe a nivel comercial, el requisito más importante es un diseño atractivo y popular.

Simple y llanamente, vender mucho. La clave es por qué vende tantas unidades el Nissan Qashqai, superando a instituciones compactas como el Opel Astra o utilitarios superventas como el Renault Clio. Sinceramente pienso que una de las claves del éxito del Nissan Qashqai, sino la principal, es su diseño. Tras el cambio generacional en 2014, el Nissan Qashqai ganó en modernidad y en atractivo. Nissan sabe cuál es la receta del éxito en Europa y ha cocinado un coche con los ingredientes que a todo el mundo gustan.

Llantas de dimensiones generosas. Por supuesto, nuestra unidad de pruebas llevaba llantas de 19 pulgadas. Mucha carrocería en relación a la superficie acristalada. Sus compradores se sienten protegidos en su interior, y ofrece esa imagen dura al exterior. Cromados, LEDs y unas cuantas líneas de expresión, tanto en su perfil lateral como en su capó. El resultado es un coche que en general gusta. Ni siquiera entre los más acérrimos enemigos de los crossover y los SUV he encontrado voces críticas de cara a su diseño.

Los coches entran por los ojos, y un crossover entra especialmente por los ojos. Si analizamos a los rivales más cercanos al Nissan Qashqai, tanto en ventas como en posicionamiento, el denominador común es un diseño marcado y personal: Hyundai Tucson, Kia Sportage, Volkswagen Tiguan, Renault Kadjar… todos tienen una personalidad muy marcada. Sin ella, les habría esperado una larga travesía en el desierto. No obstante, no se deben descuidar la habitabilidad o prestaciones de un crossover, cuyo cliente tipo es exigente.

Habitabilidad, practicidad y diseño

El habitáculo del Nissan Qashqai destaca por su generosa dosis de espacio, gran maletero y grandes plazas traseras.

Nissan ha hecho también un buen trabajo en su habitáculo. En su momento probé el Nissan Qashqai de la anterior generación, y recuerdo que una de mis mayores quejas fueron las calidades del habitáculo. Era muy espartano, con un diseño soso y con calidades cuestionables. El comprador europeo demanda calidad, atractivo visual, y tecnología. El Nissan Qashqai no tiene los mejores acabados de su segmento ni el mejor diseño interior, pero su dotación tecnológica y su habitabilidad a bordo están fuera de toda duda.

De nuevo la virtud es el equilibrio del Nissan Qashqai. Mantiene un interior razonablemente interesante en cuanto a atractivo visual, sin sacrificar la funcionalidad necesaria. Los acabados del Qashqai me han parecido incluso mejores que los de su hermano el Nissan X-Trail, que abusa de los plásticos duros. Nos encontramos con buenos acolchados en el salpicadero, plásticos duros de buen ajuste en la consola central y una instrumentación de excelente lectura. No estoy tan de acuerdo con el uso de plásticos negros brillantes.

Bajo el reposabrazos central hay una bandeja ideal para monedas o un smartphone. Bajo esta bandeja cabe una botella de agua grande.

Recubren la consola central, en zonas en constante contacto con nuestros dedos, atrapando polvo y huellas dactilares con excesiva fruición. La palanca de cambios está rodeada con un discreto LED naranja y un tapizado de cuero de buena calidad. Si bien no admiro los frenos de mano eléctricos, he de reconocer que liberan espacio en la consola central. Nissan ha instalado en su lugar dos grandes portabebidas y un enorme compartimento de carga bajo el reposabrazos central. La guantera no es grande, y no está iluminada ni refrigerada.

Los asientos del Nissan Qashqai tienen un buen soporte lateral y nuestro cuerpo apenas se mueve en curvas. Además, los reglajes del puesto de conducción son abundantes y permiten esa posición de conducción elevada que tanto gusta a los clientes del segmento. La palanca de cambios queda a mano y todos los controles son intuitivos. A excepción de algunos controles del sistema de infoentretenimiento, no hay peros en lo tocante a ergonomía. En las plazas traseras el espacio abunda aún más que en las plazas delanteras.

Aunque su maletero tiene un tamaño correcto, rivales como el Kia Sportage o el Renault Kadjar poseen maleteros de mayores dimensiones y cubicaje.

Incluso cinco personas pueden viajar cómodamente, con muchísimo espacio para las piernas y no tanto para la cabeza, especialmente si el coche equipa techo panorámico. Sus anclajes ISOFIX son bien visibles. En un coche pensado para largos viajes, el maletero es clave. Cubica 430 litros de volumen máximo de almacenamiento – teniendo en cuenta un doble fondo móvil que aumenta en unos litros su volumen. Abatiendo el asiento trasero (60/40) se logra una superficie de carga plana de 1,6 metros cúbicos de volumen.

Vale más un vídeo que 1.000 palabras, así que nos hemos puesto una GoPro en la cabeza para analizar la modularidad del maletero del Nissan Qashqai.

Al volante del superventas: 4×2, 1.6 dCi

El buen aislamiento se une a unas suspensiones firmes, pero cómodas. E Nissan Qashqai es un devorador de kilómetros.

La combinación mecánica del Nissan Qashqai que hemos probado es una de las más vendidas. Es un motor 1.6 dCi de 130 CV, asociado a un cambio manual de seis relaciones y tracción delantera. La mayor parte de crossover jamás salen del asfalto, y es lógico que la gran mayoría de coches vendidos sean 4×2. Este motor es el turbodiésel más potente de la gama, y ofrece un gran equilibrio entre prestaciones, recuperaciones y consumos. Sobre el papel, hace el 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y consume una media de 4,6 l/100 km.

Si hay algo a destacar del motor es su elasticidad. Desde las 1.400 empuja con mucha fuerza – su par motor es de 320 Nm a 1.750 rpm – y no descansa hasta bien pasadas las 5.000 rpm. No, no es una errata. Es elástico como pocos diésel de su categoría y con respecto al 1.5 dCi de 110 CV… las comparaciones son odiosas. No recomiendo el 1.5 dCi de 110 CV a no ser que el presupuesto sea muy ajustado: las prestaciones son muy superiores, su refinamiento de marcha es excelente y sus consumos reales van a ser prácticamente idénticos.

La suite de seguridad activa del Nissan Qashqai sólo queda empañada por un sistema de infoentretenimiento funcional pero claramente anticuado.

Hablando de consumos, un ciclo extraurbano con velocidades de entre 120 y 130 km/h – la realidad de nuestras autopistas – se salda con medias de unos 5,5 l/100 km. El consumo se ve reducido a menos de 5 l/100 km en circunvalaciones a menor velocidad. En ciudad los consumos no superarán los 8 l/100 km si no te pesa demasiado el pie derecho. La ciudad va a ser el terreno habitual del Qashqai, y ahí es donde veo imprescindible el sistema de visión perimetral en 360 grados – de serie a partir del acabado N-Connecta.

Este sistema permite controlar todo lo que sucede alrededor del coche y es especialmente útil a la hora de aparcar; la visibilidad hacia atrás del Qashqai no es buena – exigencias del diseño crossover. Además, a partir del acabado Tekna, el coche dispone de serie de aparcamiento automático y una completa suite de seguridad activa: presume de avisador de vehículo en punto muerto, asistente de cambio involuntario de carril, alerta de tráfico cruzado trasero, control de trazada y un detector de fatiga al volante.

¿Y qué tal va? Pues su tacto de conducción me ha convencido. Sus balanceos son contenidos en curva, y la suspensión posee un gran compromiso entre firmeza y comodidad, no resulta tan seca como la del Nissan X-Trail. Para su tamaño y orientación familiar es un coche ágil, con una caja de cambios de tacto un tanto mejorable, pero dirección más que correcta con buena retroalimentación. Como es habitual en los Nissan, la niñera electrónica es intrusiva y evita desmanes, aún teniendo una puesta a punto muy segura.

¿Cuánto cuesta este Nissan Qashqai? ¿Es la referencia?

La unidad probada tiene un precio actual de 28.075 euros tras la aplicación del Plan PIVE.

Se trata de un Nissan Qashqai 1.6 dCi manual con tracción delantera y acabado Tekna. Su precio es de 28.075 euros incluyendo la aportación de un vehículo al Plan PIVE 8 – cuyos fondos están a punto de agotarse. Su equipamiento de serie es abiertamente premium: Escudo de Protección Inteligente, llantas de 19 pulgadas, cámara de visión en 360 grados, climatizador automático, tapicería de cuero y asientos calefactados, aparcamiento automático, etc. En mi opinión, el acabado N-Connecta es actualmente la compra más lógica.

Con este motor, su precio es de 25.475 euros, y ya incluye el sistema de infoentretenimiento más avanzado y el Escudo de Protección Inteligente con cámaras de visión perimetral. Sus llantas son de 18 pulgadas – lo cual es realmente una ventaja – y no tiene tapicería de cuero. Es 2.500 euros más barato que el Qashqai Tekna, e igual de capaz. Tras este análisis es hora de poner las cartas sobre la mesa: ¿realmente se merece el Nissan Qashqai ser la referencia de su segmento? ¿Son mejores sus competidores?

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Tiene rivales formidables de nueva generación, como son los Kia Sportage y Hyundai Tucson – ambos aún más espaciosos y de agresivo diseño – y con todo, su reinado parece inalterable. Sus precios están en la media del segmento, y rivales más baratos como el Suzuki Vitara no consiguen hacerle daño. El Nissan Qashqai entra por los ojos, y su condición de pionero hace que sea prácticamente imposible moverlo del trono. Es un coche cuya receta ha sido creada por y para Europa, con un equilibrio envidiable en todos los factores del éxito crossover.

Sus rivales sólo tienen una cosa que envidiar al Nissan Qashqai: el trono. Y están más que capacitados para arrebatárselo.

El tiempo lo dirá: se ha ganado su posición de referencia a pulso y su segunda generación ha capitalizado con creces los éxitos de su primera generación – convirtiéndose en el coche más importante de la historia europea de Nissan. No obstante, el líder no debe dormirse en sus laureles, porque la competencia asiática pisa más fuerte que nunca, y el Nissan comienza a verle las orejas a un lobo con un único objetivo: arrebatarle el trono con una propuesta ganadora sin apenas un solo punto flaco. Se avecina tormenta.

En Diariomotor:

Vídeo destacado del Nissan Qashqai

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El Nissan Qashqai es un SUV compacto sin pretensiones todoterreno, pero con la planta y la visibilidad de un coche ligeramente elevado. Acaba de actualizarse por completo con bastante equipamiento disponible, sobre todo en lo que respecta a ayudas de conducción.

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