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¿Por qué Steve Jobs conducía un Mercedes SL 55 AMG sin matricular (y ya no va a ser posible imitarle)?

Ayer tuve que hacer un viaje largo en autobús, y una de las películas que pude ver fue «Steve Jobs», con Michael Fassbender. Apenas tengo productos de Apple, pero aprecio el buen diseño y la excelente visión comercial de la empresa que en su momento dirigió Steve Jobs. Una figura genial, egoísta; brillante, maniática; visionaria, obsesiva. Sea como fuere, me vino a la cabeza la curiosa historia de su Mercedes SL 55 AMG. Un coche que conducía sin matrícula y aparcaba en plazas reservadas a minusválidos.

Siempre era un Mercedes SL 55 AMG de color plateado, y siempre carecía de matrícula, siquiera temporal.

Antes de su muerte en 2011, era habitual ver a Steve Jobs moverse por Cupertino (California) en un Mercedes SL 55 AMG. Era su coche de diario, y siempre lo conducía sin matrícula. ¿Por qué? Se supo tiempo después de su muerte: Jobs se aprovechaba de un resquicio legal, una laguna jurídica: en California no es obligatorio poner una matrícula en el vehículo hasta seis meses después de haber sido adquirido. Las leyes de matriculación estadounidenses son un tanto farragosas, y varían enormemente entre los diferentes estados de la unión.

Si bien la mayor parte de estados exigen que todo vehículo recién adquirido lleve una matrícula provisional, California no lo exige. Según el precepto CVC 4456, es posible operar un vehículo sin matricular hasta seis meses después de su fecha de compra, siempre que disponga de un permiso temporal de circulación fijado en el parabrisas. Esto también se aplica a vehículos de leasing, una modalidad de alquiler a largo plazo muy popular en Estados Unidos, especialmente en vehículos de empresa – y cada vez más en particulares.

Steve Jobs renovaba su leasing cada seis meses exactos, devolviendo su Mercedes SL 55 AMG de color gris y reemplazándolo por otra unidad idéntica.

Lo que Steve Jobs hacía era renovar su leasing cada seis meses exactos, devolviendo su Mercedes SL 55 AMG de color gris y reemplazándolo por otra unidad idéntica, que volvía a conducir durante seis meses, sin matricular. Al parecer, su empresa de leasing le permitía este capricho – con Steve Jobs tocaba amoldarse a sus exigencias. La empresa alargaba al máximo los plazos legales de registro y matriculación del coche, y cuando recibían las placas definitivas, el leasing de seis meses había vencido, o estaba a punto de hacerlo.

En alguna ocasión Steve Jobs recibió alguna multa por excederse en plazos, pero fueron multas de escaso importe. 65 dólares era una multa ridícula para una de las mayores fortunas del país. Con todo, la pregunta sigue siendo, ¿por qué Steve Jobs circulaba sin matrícula, y se complicaba la vida para aprovechar el resquicio legal? Un Mercedes SL 55 AMG no es un coche extraño en un estado tan adinerado y boyante como California, que tampoco permite la obtención de información personal a partir de una simple matrícula.

El verdadero motivo de Steve Jobs era posiblemente el mero hecho de ser capaz de hacerlo.

En cierto modo, la ausencia de matrícula era una garantía para Steve Jobs de ser reconocido. Los fanboys más obsesivos de Apple sabían de la existencia del Mercedes sin matrícula de Jobs, y especulaban con todo tipo de conspiraciones al respecto. Incluso pensaban que el código de barras que había en su lugar era una referencia secreta, cuando realmente era sólo el número de bastidor del vehículo. Estoy bastante seguro de que Jobs lo hacía simplemente porque podía, por simple orgullo propio.

Quizá había tenido algún encontronazo previo con la DMV (Department of Motor Vehicles) de California y quería ejecutar una especie de venganza personal. En cuanto al aparcamiento de su coche en espacios reservados a minusválidos, bueno, era vox pópuli que a Jobs no le importaba demasiado – y lo hacía de forma recurrente incluso antes de ser diagnosticado con cáncer. ¿Quién se iba a atrever a reprocharle su falta de consideración y civismo?

El resquicio legal se ha terminado

Hace unos meses habríamos terminado aquí la historia, que mi compañero David Villarreal ya escribió hace cinco años. Sin embargo, en julio de este mismo año, el estado de California ha anunciado que exigirá a partir de 2019 que todo vehículo en circulación lleve placas provisionales, eliminando de forma efectiva esta pequeña laguna legal, que incluso algunos fanboys de Apple comenzaban a explotar imitando a Steve Jobs. El verdadero motivo fue la muerte de Michal Bonamomi, que fue atropellado por un vehículo sin matricular.

Su muerte jamás ha podido recibir un culpable. El propio gobernador de California firmaba el decreto, que además permitirá al estado ingresar unos 19 millones de dólares extra al año – que se perdían ante la imposibilidad de identificar al conductor de vehículos sin matricular que cometían infracciones de tráfico.

Fuente: Ars Technica
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