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Yo, para ser feliz, quiero una nave espacial

La noticia insólita del día es que si te lo propones, y tienes suficiente dinero, podrás pasearte por tu barrio en nave espacial. No es ninguna broma, la verdad está ahí fuera, y la nave que ves más arriba no solo aterrorizará, o desatará las bromas de tus vecinos, sino que, aunque parezca increíble, es completamente funcional y según sus creadores será capaz de superar los baches y los resaltos de tu calle sin rozar el pavimento. Ahora mismo está abierta una puja en eBay en la que se vende como vehículo usado, en “muy buenas condiciones”, pero, ¿de dónde ha salido este coche de otro planeta?

Esta nave espacial, que cuenta con alas de gaviota y un habitáculo con un diseño muy Tesla Model S, con un gran tablet integrado en el salpicadero, no es un prototipo de ninguna marca. Se trata de una creación única de un constructor de preparaciones, transformaciones y kit cars de Florida, que se puso manos a la obra para crear este objeto terrestre no identificado.

Nave espacial

Se trata de una transformación artesana y plenamente funcional. Cuenta con suspensiones hidráulicas para desplazarse con seguridad y no rozar en los pasos de cebra.

Bajo el capó esconde un motor Chevrolet de 2.0 litros, sobrealimentado y en torno a los 270 CV. Tan raro como su aspecto, que su creador escogiese un cambio manual. Para desplazarte por tu barrio de esta guisa, esta nave espacial cuenta con un sistema de suspensiones hidráulicas, capaz de conseguir la altura necesaria para rodar con seguridad utilizando un control a distancia o desde el propio vehículo, también en marcha.

De su estética nos quedamos con su exótico sistema de puertas y con sus formas, con su aspecto con las suspensiones completamente rebajadas y casi a ras de suelo. Pero también con otros detalles que quizás también nos puedan servir de adelanto de lo que veremos en un futuro muy próximo en muchos coches, como esos pasos de rueda completamente carenados o el diseño del habitáculo en torno a una superficie acristalada que nace de la prolongación del capó. Dicho lo cual, ¿quién no sería feliz con una nave espacial?

Vía: Jalopnik | Puja en eBay
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