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Williams Racing

Información
Equipo
Williams Racing
Sede Central
Grove (Reino Unido)
Equipo Jefe
Simon Roberts
Jefe Ingenieros
TSC
Presidente de Honor
Frank Williams
Chasis
FW44
Motor
M12 EQ Power+ V6 Turbo
Campeonatos
Constructores: 9 (1980, 1981, 1986, 1987, 1992, 1993, 1994, 1996, 1997). Pilotos: 7 (1980, 1982, 1987, 1992, 1993, 1996, 1997)
Debut
1977
Pilotos
George Russell - Nicholas Latifi
183
FOTOS
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Contenido

Williams Racing es un equipo de Fórmula 1 fundado a finales de la década de los setenta por Fran Williams y Patrick Head. Con sede en Grove, Oxfordshire (Reino Unido) la estructura británica ha sido una de las más exitosas dentro del campeonato sin el apoyo de un fabricante de automóviles detrás. Por sus filas han pasado pilotos de la talla de Keke Rosberg, Nelson Piquet, Nigel Mansell, Damon Hill, Nico Rosberg, Alan Jones o Ayrton Senna. Tras su retirada en 2012, Frank Williams decide desligarse del equipo, dejando la responsabilidad a su hija Claire. En la actualidad, cuenta con la pareja de pilotos más jóvenes de toda la parrilla, formada por Robert Kubica y el protegido de Mercedes-AMG, George Russell.

Nace Williams Gran Prix Engineering:

La fundación del equipo se remonta a finales de la década de los sesenta. En aquella época, Frank Williams formó su propia estructura, Frank Williams Racing Cars, pero tras una década los resultados no terminaban de llegar y la aparición de Walter Wolf, comprador del equipo terminaría dejando vía libre a Frank para afrontar un nuevo reto junto al ambicioso ingeniero Patrick Head. Se creaba de esta forma “Williams Grand Prix Engineering Ltd” a finales de 1976.

A pesar de que comenzaron corriendo con chasis comprados a March durante 1977, uno de los principales objetivos por parte de Frank era el de ser todo lo autosuficientes que les fuera posible, motivo por el que dejó vía libre a la imaginación de Head, el cual diseñó el FW06, mientras que Williams se encargaba de fichar a Alan Jones, el primer gran piloto ligado a una de las cuatro escuderías históricas del Mundial de Fórmula 1 (en 2017 cumpliría 40 años en el Gran Circo). Pronto se formaría una estrecha relación entre los tres pilares básicos de un equipo que por aquel entonces apenas contaba con 17 personas. La llegada de dinero de Oriente Medio ayudaría a que el FW06 se convirtiera en un coche competitivo desde el inicio.


Regazzoni consigue en casa la primera victoria:

Ya la campaña 1979 fue todo un aviso a navegantes, Williams terminaba segunda el campeonato de constructores, sólo por detrás de Ferrari, la cual también se llevaba el título de pilotos con Jody Scheckter. Las primeras victorias comenzaban a caer, siendo la primera una de las más emotivas y recordadas, con el último fichaje del equipo, Clay Regazzoni, logrando imponerse con autoridad en el Gran Premio de Gran Bretaña. El FW07 era el coche a batir gracias al efecto suelo y Alan Jones se aprovechaba de ello con una racha espectacular de cinco victorias en seis Grandes Premios cuando el calendario ya encaraba su fase final.

La versión “B” del FW07 mejoraba incluso a su predecesor, y la llegada de Carlos Reutemann aportaría la regularidad necesaria para conquistar el primer campeonato de equipos, superando claramente a Ligier,. Jones ganaba cinco carreras, mientras que el piloto argentino lograría el triunfo en el GP de Mónaco. El australiano se convertía en el primer Campeón del Mundo de Williams. En 1981 Reutemann ya no estaba dispuesto a ser la escolta de Jones, por lo que el enfrentamiento entre ambos fue más que evidente. Williams renovó el título de Campeón de Constructores, pero Nelson Piquet le ganaría el de pilotos al sudamericano por sólo un punto en la carrera de Las Vegas. Tras este enfrentamiento, Alan Jones decidía abandonar la Fórmula 1 (retiro que sólo duraría un año), algo que obligaba a buscar un nuevo piloto, Keke Rosberg, mientras que Mario Andretti y el irlandés Derek Daly fueron los recambios de un Reutemann que decidió bajarse del proyecto desde el segundo Gran Premio y abandonar la competición activa.


Keke Rosberg Campeón del Mundo. Llega el león Mansell:

El FW08 (propulsado también por el V8 de Ford Cosworth) demostró llegar a tiempo para ayudar a Keke a pasar de no puntuar en 1981 a ser Campeón intercontinental en 1982. Ese punto marcaría una pequeña sequía de títulos para la escudería, la cual decidió pasar a utilizar motores V6 Turbo de Honda a los que les costó mucho encontrar la fiabilidad necesaria. En 1985, Nigell Mansell llegaría para sustituir al francés Laffite, consiguiendo igualar las dos victorias que logró Rosberg ese año. Sería la despedida del padre de Nico, el cual se iba a McLaren y dejaba paso a Nelson Piquet.

La temporada 1986 sería la de la vuelta a los títulos de Williams. Se conseguía el de constructores, sin embargo, se escapaba el de pilotos después de una batalla fratricida entre Mansell y Piquet de la que Alain Prost saldría gran beneficiado. También la actualidad del equipo estaría marcada por el gravísimo accidente de tráfico sufrido por su fundador, Frank Williams, el cual conducía un coche camino a un aeropuerto al sur de Francia después de los test pretemporada en Paul Ricard. Las lesiones le postraron en una silla de ruedas desde entonces, aunque menos de nueve meses después, Frank volvía a encontrarse en el paddock del Mundial de Fórmula 1.

El duelo se mantuvo entre Mansell y Piquet un año más, con el brasileño coronándose por tercera vez a pesar de haber conseguido menos triunfos que el británico. Nigel se quedaría sin opciones en Japón, Gran Premio en el que sufría un fuerte accidente en clasificación, no pudiendo tomar parte de la carrera y teniendo que ser sustituido Riccardo Patrese en la última cita del año. El contrato con Honda llegó a su fin, por lo que Williams tenía que recurrir a otro motorista después de negarse a cumplir las exigencias del fabricante nipón de montar a uno de sus pilotos en el coche. Piquet no confiaba en el rendimiento de los propulsores Judd, por lo que decidió marcharse a Lotus, mientras que Mansell se perdió dos carreras en las que Martin Brundle y Jean-Louis Schlesser acompañarían a Patrese. Los resultados fueron vergonzosos, con el equipo no estando en disposición de defender a ninguno de los títulos. Se firmaba un acuerdo con Renault, suministrador con el que más éxitos ha cosechado Williams.


Vuelve Mansell en pleno dominio de McLaren-Honda:

A partir de este momento, Williams viviría algunos de sus años más dorados, consiguiendo establecerse de nuevo en la flor y nata del campeonato a pesar de que Nigel Mansell abandonaban la formación para fichar por Ferrari. Su puesto era ocupado por Thierry Boutsen, el cual se anotaba sus dos primeros triunfos con la estructura británica en Canadá y Australia, ambas bajo la lluvia. Patrese también visitaría regularmente el podio, algo que llevaría al equipo de nuevo al subcampeonato de constructores con 77 puntos. Sin cambios de cara a la campaña de 1990, la estructura ya estaba establecida dentro del grupo de los principales equipos, aunque la escasa cosecha de triunfos les hizo salir del podio dentro de la general de escuderías.

Dos años después de haber abandonado el equipo, Mansell regresa a Williams y ayuda al equipo de nuevo a dar un paso adelante en términos de velocidad, complementándose a la perfección con la regularidad de Patrese y comenzando a ser un quebradero de cabeza para el dominio mantenido por McLaren-Honda. Las cinco victorias del británico le permitieron luchar por ser campeón, sin embargo, los numerosos abandonos se convirtieron en una losa demasiado grande a la hora de tratar de batir a Ayrton Senna. Habían superado definitivamente a Ferrari y ya eran la segunda mejor escudería de la Fórmula 1.

El equipo tenía dos pilotos competitivos, un jefe de equipo completamente volcado con recuperar los títulos para la escudería y posiblemente a dos de los mejores ingenieros del momento, Patrick Head como director técnico y un Adrian Newey recién llegado de March que encontraba en Williams todos los recursos para dejar volar su imaginación. Todo ello fueron los elementos necesarios para concebir al FW14B, posiblemente el monoplaza tecnológicamente más avanzado de su época y toda una maravilla técnica que había conseguido aunar sistemas como las suspensiones activas, el control de tracción, el ABS o la caja de cambios semiautomática en un mismo monoplaza que además equipaba el motor de Renault con válvulas neumáticas.

Esto dio como resultado una de las temporadas más polarizadas de la historia, con el equipo alzándose campeón entre los constructores después de haber conseguido 10 de las 16 victorias posibles y con un Nigel Mansell que no supo lo que era bajarse de los dos primeros escalones del podio en todo el calendario. Sólo cuatro abandonos restaban algo de brillo al espectacular año de ‘El león’. Tras ello, equipo y piloto no llegarían a un acuerdo financiero para renovar, lo que dejó un hueco para ‘El profesor’, Alain Prost, el cual regresaba de su año sabático para disfrutar de la superioridad técnica de Williams. La renovación de la dupla era completa, con Damon Hill (hijo de Graham Hill) llegando a Williams para sustituir a Patrese. El Williams FW15 seguía estando un paso por delante del resto, por lo que no extrañó el ver que se repetían de nuevo la cifra de 10 victorias de 16 posibles en 1993.


'El Profesor' no dejó pasar la oportunidad de Williams:

Alain Prost conseguía siete victorias en la primera parte del año que le permitirían alzarse con el que era su cuarto título de Campeón del Mundo. Suficiente para el francés, el cual decidía poner punto y final a su carrera deportiva de forma definitiva a pesar de que todavía le restaba un año de contrato con la escudería británica. Para entonces Frank ya había puesto su ojo sobre uno de los grandes de la parrilla, Ayrton Senna, el cual llegaría como sustituto de PRost después de abandonar Woking con gran dolor al no haber conseguido un acuerdo con el equipo y ante las dudas que suponía el proyecto con el cambio de motorista.

Tras tres abandonos después de partir desde la pole, el 1 de mayo de 1994 sería testigo del fallecimiento de Ayrton Senna en el Circuito de Imola (la S de Senna acompaña desde entonces todos y cada uno de los monoplazas FW-XX creados). Damon Hill se quedaba como jefe de filas, firmando seis victorias y cuatro segundos puestos que no serían suficientes para evitar el primer título Mundial de Michael Schumacher, el cual ganaba por un punto tras el toque protagonizado por ambos en Australia. Los británicos David Coulthard y Nigel Mansell apoyarían a Hill en la consecución del título de constructores de Williams.


La recuperación tras el fallecimiento de Ayrton Senna:

La pareja de británicos formada por Hill y Coulthard repetiría un año más, de nuevo con el FW17 rayando a gran nivel y con la figura de Michael Schumacher como principal rival por el campeonato de pilotos. Hill acusaría los numerosos abandonos, con Schumacher consiguiendo su segundo y último título con Benetton en Okayama, antepenúltima cita del calendario en la que el germano se anotaba una nueva y contundente victoria. El equipo terminaría subcampeón antes de afrontar los dos últimos grandes años de Williams en el Mundial de Fórmula 1.

Y es que las campañas de 1996 y 1997 no sólo vieron el triunfo de la estructura de Grove en el campeonato de constructores, también coronaron a Damon Hill (sustituido por Heinz-Harald Frentzen tras cosechar su título) y Jacques Villeneuve como campeones del mundo, ambos hijos de dos pilotos que también fueron historia del automovilismo. Sería precisamente el canadiense, hijo de Gilles, el cual había llegado sustituyendo a un David Coulthard que había decidido fichar por West McLaren-Mercedes, el encargado de sumar la victoria número 100 para el equipo.


El último doblete y la victoria número 100 en Fórmula 1:

Se cerraba un círculo ya que este hito se conseguía precisamente en el Gran Premio de Gran Bretaña, misma carrera en la que el equipo de Frank Williams y Patrick Head conssiguiera la primera muesca en su dilatada relación con la Fórmula 1. El campeonato conseguido por Villeneuve tendría un abrupto final, con Michael Schumacher chocando deliberadamente contra su monoplaza en el Circuito de Jerez que supondría el abandono del ya piloto de Ferrari y la retirada de todos los puntos conseguidos en el campeonato.

La temporada 1998 marca un inicio de cambio de tendencia para el equipo. No sólo se pierde el importante patrocinio de la tabacalera, Rothmans, sino que también se despiden de los propulsores Renault para dejar paso a los del constructor independiente, Mecachrome. Los mejores resultados del año son los dos terceros puestos de Villeneuve en Hungría y Alemania y el conseguido por Heinz-Harald Frentzen en el Gran Premio con el que se daba inicio a la temporada, Australia. Campaña con más oscuros que claros cuya mejor noticia es la de haber rescatado el tercer puesto en la clasificación final de constructores.

El FW21 de 1999 pasaría a contar con motores Supertec (de nuevo se trataba del mismo V10 que en 1998 renombrado) en un año que estaría marcado por el cambio completo en la alineación, llegando Ralf Schumacher y Alex Zanardi. El piloto de la CART tendría una difícil adaptación, con numerosos abandonos y una séptima plaza como mejor resultado en casa, Italia, algo que no le daba derecho a puntuar. El pequeño de los Schumacher en cambio conseguiría cerrar el año con tres podios y sólo cuatro abandonos, nada comparado con la decena acumulada por Alessandro.


La era BMW se convierte en un apuesta acertada:

En Williams querían afrontar el nuevo siglo con esperanzas renovadas y es por ello que contaron con las capacidades técnicas de BMW como nuevo motorista con la intención de dejar atrás las dos últimas temporadas. El periodo entre 2000 y 2003 pasaría a ser la última era dorada de Williams Grand Prix Engineering, acabando con dos subcampeonatos de equipos en 2003 y 2003 y siendo terceros en las otras dos campañas. Se encontró un gran equilibrio con Ralf Schumacher y Juan Pablo Montoya, consiguiendo entre ambos nueve victorias en tres temporadas y siendo el colombiano el gran rival de Michael Schumacher por el título de 2003. Su regularidad en la segunda mitad de temporada le permitió llegar con esperanzas hasta el GP de Estados Unidos, penúltima cita, en la que su sexto puesto dejaba el campeonato en un mano a mano entre el Kaiser y Kimi Räikkönen que llegaría hasta Japón.

Los discretos resultados del equipo en 2004 llevarían a Montoya a tomar el camino de McLaren para el siguiente año, mientras que Ralf Schumacher sufriría el accidente más duro de su carrera deportiva en Indianápolis después irse contra el muro exterior en la parte final del Gran Premio de Estados Unidos. Marc Gené y Antonio Pizzonia le sustituirían durante seis carreras, y a pesar de que en su regreso conseguiría terminar segundo en Japón, mientras que Juan Pablo lograría la victoria en Interlagos, el equipo británico no podría pasar de la cuarta posición en la clasificación de constructores. El alemán también terminaba su contrato y fichaba por Toyota para encarar un nuevo reto con los japoneses.

Mark Webber y Nick Heidfeld pasaban a ser las caras nuevas de un equipo que utilizaría por último año los motores BMW antes de confiar en Cosworth de nuevo en 2006. La primera parte de la temporada parecía presagiar buenos resultados para los de Grove, con sus dos pilotos acumulando hasta cuatro podios y dejando una alegría inmensa en los hombres de Frank Williams al conquistar las calles del Principado de Mónaco con un segundo y un tercer puesto. La decisión de no tomar parte del GP de USA como equipo Michelin comenzaría con una nefasta racha que hundiría las opciones de acabar en puestos del podio. El accidente de Heidfeld en Monza y el anuncio de su fichaje por BMW Sauber para 2006 obligaría de nuevo a Antonio Pizzonia a subirse al monoplaza y logrando de nuevo una séptima plaza como resultado más destacado, precisamente en Monza.


El inicio de la etapa más oscura del equipo:

Sería el comienzo de la decadencia para el equipo. Mark Webber permanecería en el equipo en 2006, mientras que otro alemán, Nico Rosberg (hijo del Campeón de 1982, Keke Rosberg), llegaba a la estructura para sustituir a Heidfeld. Por si fuera poco el cambio del proveedor de motores, Williams también decidía dar un paso más y optaba por Bridgestone como fabricante de neumáticos. La escasa fiabilidad de Cosworth les lastraría muy negativamente, todo ello a pesar de contar con una de las parejas más prometedoras de la parrilla que con los años terminarían demostrando que estaban en disposición de pelear por ser campeones del mundo con Sebastian Vettel y Lewis Hamilton, grandes dominadores de la segunda década del Siglo XXI. Dos sextos puestos de Webber y dos séptimos de Rosberg serían el mayor bagaje de una estructura que termina octava en la general.

Webber, 14º en al general de pilotos decidía agarrarse al tren de Red Bull, mientras que Rosberg se quedaba como jefe de filas ante la llegada del más experimentado Alex Wurz. Se mantenía la tónica de nula estabilidad, decidiendo en esta ocasión por contar con motores Toyota después de romper con Cosworth. Sin embargo, los resultados siguen sin despegar, y aunque se mejora la fiabilidad, dos cuartos puestos son lo mejor que se puede sacar de una campaña en la que no se llega al podio y en la que se queda lejos de luchar por el podio final dentro de los equipos. El triple de puntos que en 2006 parecía señalar que la decisión había sido correcta, pero aun así sabía a poco para una escudería histórica.

Toyota se mantendría como proveedor de motores dos años más, las temporadas 2008 y 2009, algo que trajo consigo la presencia de un piloto nipón, Kazuki Nakajima (debutaba en el GP de Brasil’07 ante la retirada de Wurz de la competición de forma inmediata), como compañero de Rosberg. La fiabilidad era intachable, e incluso Nico logró un tercer puesto en Bahréin 2008 y en las calles de Singapur ese mismo año en un Gran Premio loco, sin embargo, los resultados empeoraron y la brecha con la cabeza se hacía cada vez mayor. En 2009, Rosberg completaría 8 carreras consecutivas en los puntos, resistiéndose el podio, pero siendo el piloto que aportó el bruto de los puntos de la escudería.


Nico Hülkenberg logra su primera pole en Interlagos:

Como ya ocurriera con Montoya o Webber, Nico Rosberg abandona Williams de cara a la temporada 2010 con el objetivo de tener material más competitivo. El alemán decide arriesgar y aceptar la llamada de Mercedes GP, obligando a Fran Williams a renovar por completo la plantilla al prescindir también de los servicios de Nakajima. Llegan Rubens Barrichello y el Campeón de la GP2, Nico Hülkenberg, mientras que con Toyota abandonando la competición, Cosworth pasa a ser de nuevo el motorista.

Sería un año de claroscuros, con un buen inicio de temporada en el que ambos pilotos lograron meterse en los puntos en distintos Grandes Premios, suponiendo para Hülkenberg el primero en su carrera deportiva en el GP de Malasia. A partir de ahí un periodo de zozobra que obligaría a los de Frank Williams a esperar hasta el GP de Europa en el Valencia Street Circuit para mejorar sus resultados. Allí, Barrichello tiraría de veteranía para ser cuarto, repitiendo hazaña sólo unos días después cuando en Silverstone arañaba una valiosa quinta posición. También Nico se aprovecharía de esta mejora del FW32 a partir del ecuador de la temporada, logrando un sexto y un séptimo puesto en Hungría e Italia como mejores resultados en su campaña de rookie. Aun así, el alemán tendría su mejor momento en Interlagos, cuando frente a la siempre torcida brasileña lograba la pole position en unas condiciones cambiantes de seco y mojado, dejando entrever su calidad técnica en este tipo de situaciones. El octavo conseguido en carrera por el teutón permitiría al equipo ser sexto en la general final.


La última victoria, firmada por Pastor Maldonado:

Willi Weber confirmaba que Nico Hülkenberg no seguiría en el equipo al final de su primera temporada, fichando por Force India por dos temporadas (la primera de ellas como probador) y obligando a Williams a volver a afrontar la contratación de un piloto que acompañara a Rubens Barrichello, repitiendo la fórmula del año pasado y fichando al piloto ganador de la GP2 en 2010. Pastor Maldonado llegaba con las credenciales de ser un piloto agresivo con un importante apoyo económico por parte de PDVSA, la principal empresa petrolera de su país.

Como resultado de una decisión continuista el equipo obtuvo su peor resultado histórico, con sólo tres Grandes Premios en los puntos, dos novenos y un décimo, además de grandes dificultades para clasificarse entre los 15 primeros coches. Cinco puntos en total que les relegaron hasta el noveno puesto de la general final, únicamente superando a los equipos novatos entre los que se encontraban HRT, Caterham y Virgin, todos ellos con 0 puntos. La debacle obliga a una reestructuración interna importante, tanto a nivel técnico como organizativo. En cuanto a los pilotos, Rubens Barrichello se retira de la Fórmula 1 y deja su asiento a otro brasileño, Bruno Senna, sobrino del desaparecido Ayrton Senna.

Las dos últimas temporadas de los motores V8 atmosféricos se decide prescindir de los propulsores Cosworth para volver a confiar en los de Renault. La imagen del equipo desde el principio de temporada sería muy distinta. Pastor Maldonado conseguiría realizar un buen inicio, aunque su inconsistencia en carrera lo privaría de los puntos en el GP de Australia después de haber salido octavo en parrilla. Estar entre los 10 primeros de forma constante ya no parecía una utopía, menos cuando el piloto venezolano logra una Pole Position impensable en el Gran Premio de España después de que Lewis Hamilton fuera excluido.



El perfecto regalo de cumpleaños para un Frank Williams que anunciaba que se desligaba de la escudería a los 70 años, se convertiría en la última victoria hasta la fecha del equipo británico, casi 8 temporadas después de la conseguida por Juan Pablo Montoya en Brasil 2004. A partir de ese momento los resultados serían peores, sólo experimentando una pequeña evolución en Yas Marina y Austin, con los dos coches en los puntos, terminando en Brasil con un doble abandono por accidente en el comienzo del Gran Premio que dejaría un sabor de boca amargo para una campaña en la que terminarían sextos.

Cuando todo parecía apuntar a una gran recuperación, ayudada por la llegada ilusionante de Valtteri Bottas en sustitución de Senna, la temporada 2013 volvió a igualar al peor año de la historia de Williams, con sólo cinco puntos obtenidos de un décimo puesto en Hungría de Maldonado y un octavo de Bottas en Estados Unidos. La estructura dirigida por Claire Williams era novena al final de año en lo que era la despedida de los motores atmosféricos de la Fórmula 1.

La era híbrida y Mercedes resucitan a una Williams moribunda:


Del llanto a la alegría en sólo unos meses. Eso es lo que experimentó Williams con la llegada de los nuevos motores híbridos después de acordar con Mercedes-Benz el suministro de sus unidades de potencia. Las prestaciones y fiabilidad demostradas por las mecánicas alemanas permitieron al equipo con base en Grove dar todo un salto en cuanto a rendimiento que se tradujo en dos terceros puestos en las temporadas 2014 y 2015, así como dos quintos en 2016 y 2017, años en los que la brecha entre los motores V6 Turbo de la firma de la estrella y los del resto se redujo.

Tras su salida de Ferrari, Felipe Massa recala en el equipo para sustituir a Pastor Maldonado, mientras que Martini Racing llega a la estructura como patrocinador principal en un acuerdo que se extendería durante un lustro. No llegarían las victorias, pero el equipo pudo presumir de copar la primera línea de parrilla en el Gran Premio de Australia por primera vez en más de una década. El final de temporada sería una gran fiesta para el equipo, con los dos coches en el podio de Yas Marina escoltando al campeón de la temporada 2014, Lewis Hamilton y además consiguiendo certificar el tercer escalón en el campeonato de constructores, lo que dejaba a la Scuderia Ferrari fuera del podio, algo que produciría una autentica revolución en Maranello.

La alineación se mantendría para 2015, asegurando un año de estabilidad para Williams en la que se volvieron a lograr de nuevo estar regularmente en Q3, así como cuatro podios que sumados a la fiabilidad y a copar de forma constante el puesto del tercer equipo en carrera, les permitieron ocupar el hueco dejado por una Red Bull Racing que sufría con los propulsores Renault. Sin embargo, los resultados de la segunda mitad de temporada ya comenzaban a mostrar que el rendimiento del monoplaza quedaba mermado con el paso de las carreras, algo por lo que no sorprendió que los resultados en 2016 fueran considerablemente peores a pesar de mantener por completo la misma base. Sólo un podio, el conseguido por Bottas en el Circuito Gilles Villeneuve de Canadá, dejó patente que la ventaja del motor Mercedes comenzaba a desvanecerse.


Valtteri Bottas tampoco perdió el tren de Mercedes AMG F1:

En 2017, la retirada de Nico Rosberg produjo que esa estabilidad mantenida por Williams se rompiera. Felipe Massa debía regresar de su retiro puntual para sustituir a Valtteri Bottas, el cual había puesto rumbo a Mercedes AMG F1 ante su gran oportunidad en la Fórmula 1. Al equipo llegó Paddy Lowe como responsable técnico y el joven Lance Stroll, cuya competitividad fue puesta en duda hasta que en el Gran Premio de Azerbaiyán conseguiría lograr su primer podio en el Gran Circo en una carrera que el brasileño también pudo haber ganado hasta que un problema con la suspensión trasera de su monoplaza le dejaba fuera de carrera. En la general de pilotos, Felipe se impondría, aunque apenas por tres puntos sobre el canadiense, cuya aportación ayudaría a Williams para mantener la quinta plaza lograda en 2016, peleando con Force India por ser el mejor del resto.

Para la temporada 2018, Williams Martini Racing debía decidir qué piloto sería el encargado de acompañar a Lance Stroll en el segundo asiento del equipo, vacante tras la retirada definitiva de Felipe Massa. La elección en este caso estaba entre Robert Kubica y el piloto ruso, Sergey Sirotkin. El apoyo económico y el buen trabajo de este último durante los test de neumáticos terminaron por decantar la balanza en favor del rookie. Williams estrenaba la alineación más joven de su historia en el Mundial de Fórmula 1.

Williams Racing pierde a Martini y toca fondo:

Durante los test de pretemporada, la escudería británica anunciaría que el de 2018 sería su último año de relación con Martini Racing, viéndose obligados a buscar un nuevo patrocinador principal de cara a la campaña 2019. A partir de ese momento, el equipo buscó un nuevo sponsor para la siguiente campaña, asociándose a la empresa de teléfonos ROKiT. La campaña 2018 los dejaría como últimos de la tabla clasificatoria, con Lance Stroll sumando en dos ocasiones puntos y Sergey Sirotkin haciendo lo propio en una ocasión, el Gran Premio de Italia, en el que conseguiría su único punto como piloto de Fórmula 1.

El ruso abandonaba la estructura a final de año después de volver a disputarse el asiento con Robert Kubica y en esta ocasión perderlo a manos del polaco que regresaba ocho años después al campeonato Mundial. Lance Stroll recalaba en Racing Point F1 Team, estructura propiedad de su padre, algo que dejaba hueco para la llegada de una de las grandes promesas del automovilismo británico, el protegido de Mercedes, George Russell. Experiencia y juventud para comenzar una nueva etapa en 2019 y tratar de alejarse de la que fue la peor temporada en la historia de Williams Racing.

2019: sin poder ver la luz al final del túnel

Contaban con uno de los jóvenes más prometedores en sus filas, George Russell, y con el regreso de Robert Kubica a la Fórmula 1 y toda la atención mediática que esto suponía y además consiguieron que ROKiT llegara como patrocinador principal para ocupar el hueco dejado por Martini Racing y el dinero perdido tras la marcha de Lawrence Stroll. El año comenzó mal, no pudiendo estar presentes en el Shakedown programado y además teniendo que perderse los dos primeros días de pretemporada.

Tras la marcha de Rod Smedley, embarcado en proyectos de formación de nuevos pilotos, Paddy Lowe se quedaba al frente del apartado técnico hasta que a principios de marzo, justo antes de comenzar la temporada, la estructura lanzaba un comunicado confirmando que el ingeniero había solicitado una excedencia por razones personales, sin apuntar fecha de regreso. Sería en junio cuando se confirmaría la salida definitiva de Lowe, pero para entonces el equipo ya estaba sumido en el más absoluto de los desastres, últimos de la general y sin sumar su primer punto hasta que Robert Kubica consiguiera la décima plaza en medio de la lotería del Gran Premio de Alemania, penalización a los Alfa Romeo incluida.

Las evoluciones llegaban a cuentagotas y en muchas ocasiones se apuntó a que de forma desigual, con un trato de favor hacia Russell que generó un clima interno muy negativo con Robert Kubica, el cual terminaría abandonando la escudería a finales de año después de apuntar a que lo mejor de las carreras durante esa temporada era "el avión de regreso a casa". Con más de un segundo de diferencia en el tiempo por vuelta de clasificación respecto a su inmediato predecesor, el monoplaza construido por Williams no solo sería un paso atrás respecto al resto de equipos, sino que además empeoraría el tiempo respecto al coche de 2018.

Las únicas noticias positivas para la estructura de Grove sería la decisión de ROKiT de renovar el contrato cuando apenas llevaban unos meses como patrocinador principal, además de la renovación del acuerdo con Mercedes para el suministro de motores y de la continuidad de su protegido, George Russell. A él se uniría Nicholas Latifi, el cual había desempeñado las labores de piloto reserva durante 2019.

Temporada 2020, adiós a la familia Williams:

Si terminábamos 2019 con la noticia positiva de que ROKiT había llegado como patrocinador principal de Williams, lo cierto es que esta alegría duraría muy poco. La escudería incluso tendría que cambiar la librea antes de empezar el primer Gran Premio de 2020 tras anunciarse que la empresa de telefonía rompía el acuerdo. Un varapalo económico para los de Grove que tendría continuidad con el COVID-19, una situación que dejaba en completo jaque financiero a Williams y que les llevaría finalmente a confirmar que el equipo estaba desde finales de mayo buscando un nuevo comprador.

Este llegaría de la mano de Dorilton Capital, un fondo de inversión estadounidense, que llegaba con la promesa de mantener el nombre de Williams al menos durante un lustro y que prometía devolverle la competitividad perdida. La siguiente sorpresa llegaría cuando antes del Gran Premio disputado en Mugello, la familia británica anunciaba que esa sería su última carrera al frente de la escudería, abandonando la misma tanto Frank como Claire Williams y dejándolo en manos de sus nuevos propietarios. El pinchazo en el corazón que supuso ver a la hija del fundador hacer el gesto por última vez a los pilotos para que estos salieran del box fue indescriptible. El último equipo familiar de la Fórmula 1 se despedía.

Ahora que el futuro del equipo está asegurado, este parece el momento apropiado para alejarnos del deporte. Como familia, siempre le hemos dado prioridad a Williams. Lo hemos demostrado con nuestras acciones recientes con el proceso de Revisión Estratégica y creemos que ahora es el momento adecuado para entregar las riendas y dar a los nuevos propietarios la oportunidad de llevar al equipo al futuro - Claire Williams

A pesar de los apuros económicos, el año de Williams fue positivo. Se recuperó parte del tiempo perdido en 2019, siendo uno de los equipos que más habían logrado mejorar en cada uno de los circuitos respecto al año pasado. George Russell fue capaz de meterse en más de una ocasión en Q2 y la batalla por superar el primer corte de los sábados no tenía siempre a los monoplazas de la familia como protagonistas. Incluso en la carrera disputada en Imola, George estuvo en condiciones de lograr el primer punto de la temporada cuando rodaba décimo y cometió un error calentando las ruedas durante uno de los periodos de coche de seguridad, yéndose contra el muro y abandonando.

El equipo confirmaría la continuidad tanto de Russell como de Nicholas Latifi, e incluso pudo probar el rendimiento de su piloto reserva, Jack Aitken, cuando este tuvo que subirse al coche de George, el cual a su vez reemplazaba a Lewis Hamilton. El 2020 terminó con el susto acerca de la salud de Frank Williams, el cual pasó las navidades hospitalizado, y con las llegadas a la formación de Jost Capito como nuevo director de equipo y de Jenson Button como asesor del que fuera su primer equipo en Fórmula 1.