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Porsche nos revela algunos de los secretos del 959 que ganó el Rally París-Dakar

Llegamos al final del año y con el estreno de un nuevo digito en el calendario, el Rally Dakar centrará toda la atención en las próximas semanas mientras que las competiciones FIA comienzan a echar a andar.  Algunos fabricantes como Peugeot o la propia Porsche están aprovechando para recordar el pasado de ambas marcas en la carrera, todo ello a pesar de que ninguna de ellas estará representada este año en la arena del desierto de Arabia Saudí. Para los alemanes, ha sido el momento de echar la vista atrás y enseñarnos algunos de los secretos de su vehículo más icónico, aquel con el que consiguió la segunda victoria para la marca en la década de los ochenta.

El Porsche 959 fue un modelo mítico para el fabricante de Stuttgart, heredando en parte el diseño inconfundible del nueve-once, pero contando con algunos sistemas y tecnologías completamente revolucionarías para estar hablando del año 1986, hasta el punto de que incluso el Ferrari F40 nació con cierta desventaja respecto al coche que ostentó el récord de velocidad punta hasta la llegada del deportivo italiano, aunando en un mismo concepto la deportividad, la eficiencia aerodinámica (un coeficiente aerodinámico de 0,31), la tracción total y el motor dispuesto en posición trasera.

En el París-Dakar de 1986, el Porsche 959 estableció el récord de velocidad de la prueba en 234 km/h

Galería de imágenes – Porsche 959 París-Dakar

Fue homologado en la permisiva normativa Grupo B y concretamente se derivaron seis unidades a la competición, todas ellas con el motor seis cilindros bóxer de 400 CV de potencia que estrenó el Porsche 956 y que para la ocasión montaba dos turbocompresores KKK en paralelo un sistema de refrigeración por agua para asegurar su fiabilidad. Además, el 959 también tenía cuatro modos de conducción diferentes (carreteras secas, superficies mojadas, nieve y hielo), con un reparto convencional de 40/60 entre los dos ejes que podría terminar siendo de 20/80 siempre que el piloto o el conductor lo estimase conveniente. Nos quedamos sin verlo competir frente a Peugeot, Audi, Lancia o Ford en el Mundial de Rallyes, pero a cambio se convirtió en uno de los vehículos icónicos del París-Dakar.

Era capaz de combinar una altura libre al suelo de 18 cm con su marcha especial ‘G’, visible en la palanca de cambios junto a la marcha atrás. Esta G es la inicial de la palabra alemana “Gelande”, que significa campo. Era una marcha súper corta, casi una reductora, que Porsche concibió para evitar que su 959 pudiera quedarse atrapado en el barro – Extracto de Porsche Every Day

Aunque la edición de 1985 fue cruel con el debut del Porsche 959 en el Dakar, la carrera de 1986, la cual se disputó entre el 1 y el 22 de enero a través de 15.000 kilómetros de recorrido que atravesó los países de Francia, Argelia, Níger, Malí, Mauritania, Guinea y Senegal, siendo considerada como una de las más duras de los más de 40 años de historia de la carrera, además de recordarse como el año en el que Thierry Sabine sufrió su accidente mortal de helicóptero.

Tragedias aparte, Porsche consiguió colocar dos de sus coches entre las dos primeras posiciones (René Metge y Dominique Lemoyne en primera plaza, y con Jacky Ickx y Claude Brasseur en la segunda), mientras que el tercero, el cual hacía las labores de apoyo terminó sexto, un resultado también sorprendente si tenemos en cuenta que la unidad pilotada por Kussmaul/Unger (Roland era uno de los ingenieros implicados en el proyecto) estaba cargada de repuestos y además se había reajustado su potencia para así garantizarse que no tendría problemas mecánicos. Previamente ya habían ganado la edición de 1984 con el 911 SC 4×4, denominado Porsche 953.

Este artículo está dedicado al actor francés y copiloto de Ickx, Claude Brasseur, recientemente fallecido. Descanse en paz.

Fotos | RM Sotheby’s y Porsche
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