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Dejar un Rolls-Royce descapotado en medio de un aguacero no es buena idea

Los coches descapotables sno vehículos pensado para el disfrute de la conducción con la melena al aire libre, aunque tradicionalmente siempre han estado ligados a gente con alto poder adquisitivo, al menos hasta aparición de los coupé-cabrio de techo duro retráctil hace cerca de 15 años. Por eso, no es de extrañar que haya mucha gente que utilice su descapotable para presumir por el centro de las grandes ciudades, llegando al extremo de situaciones tan cómicas como la que veremos a continuación.

Un feliz propietario de un Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé, la versión descapotable del palacio sobre ruedas británico, tuvo la feliz idea de aparcar su joya con la capota plegada en una concurrida calle de la ciudad australiana de Adelaida. Seguro que toda su vida se acordará del momento en el que tomó esa decisión, puesto que las consecuencias fueron catastróficas. Un importante aguacero de agua cayó sobre la ciudad mientras el Rolls estaba en exhibición en la calle.

En un descuido imperdonable, el dueño no se dio cuenta de la tromba de agua que estaba cayendo, por lo que las gotas de agua cayeron incesantemente sobre el interior del vehículo durante unos interminables minutos. En algún momento del vídeo se ve cómo la gente que pasa por la calle pasa fotografías al espectáculo, puesto que no todos los días se ve tal maltrato a un coche cuya valor es cercano a los 500.000 euros. No obstante, la calidad del vídeo no permite apreciar completamente el destrozo realizado por la lluvia.

No hay que ser ningún experto para saber que el cuero que recubre la mayoría del habitáculo habrá quedado seriamente afectado por caer tanta agua sobre él. Además, un testigo de la situación ha dicho que la zona inferior se había convertido en una especie de piscina, y que la consola central estaba también empapada. Antes un espectáculo así, sería de esperar que el duseño hubiera cogido un enfado monumental, pero otro testigo aseguró que parecía bastante despreocupado cuando vio el panorama.

Se estima que el coste total de los daños será de cerca de 80.000 euros, de los cuales unos 40.000 euros se deberían sólo al tapizado de los asientos. Aunque para la mayoría de los mortales es una fortuna, probablemente no le suponga muchas molestias al despistado dueño de este Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé

Fuente: Autoblog.it | MSN Australia
En Diariomotor: Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé | Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé Pebble Beach

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