BMW i8, primer contacto: conociendo hoy al deportivo del mañana

Espectacular. Esa fue la primera palabra que se me ocurrió para describir la línea de l BMW i8 mientras permanecía cara a cara con él. Tenía ganas de conocer al BMW i8 en persona y desde luego no ha defraudado. Gana, considerablemente, en vivo.

Una mirada amenazadora, la clásica parrilla de la marca reinterpretada, la curvatura del capó…

… aunque si hay un detalle que destaca sobre cualquier otro elemento de la línea del i8 es la caída del techo sobre el paso de rueda posterior, creando una superficie flotante y una aleta posterior de diseño fluido, futurista apariencia y bellas proporciones. Además, tras la forma, también está la función, ejerciendo de alerón para darle carga aerodinámica a la zaga.

Detalle llamativo también el de las ópticas posteriores que precisamente quedan integradas en la filigrana aerodinámica del paso de rueda posterior.

Desarrolladas en LED tienen un diseño 3D bastante atractivo.

Puertas arriba. De apertura vertical destaca, además de su disposición, su bajo peso.

Hora de adentrarnos en su interior. La fibra de carbono nos recibe desnuda en el umbral de las puertas. El proceso de entrada es similar al de un Lotus Elise: primero hay que meter el culo para después pasar las piernas, aunque por suerte, exige menos flexibilidad que el británico.

En su interior destaca su apariencia próxima ala de cualquier otro BMW de última hornada. Sí, su instrumentación es diferente y presenta una dotación de asientos deportivos en una sola pieza (con el reposacabezas integrado), pero todo lo demás, todo lo que concierne a la consola central, tiene todo el sabor de BMW que nos encontramos en el resto de modelos de la gama a diferencia de lo que ocurre en el BMW i3 que sí presenta un interior claramente diferenciado, por materiales y disposición, del resto de la gama.

Tras sendos asientos delanteros encontramos unas plazas traseras dispuestas a ejercer de plaza de emergenciapara un tercer ocupante. Son testimoniales, mu y muy contenidas, por lo que lo ideal es tomarnos su habitáculo como el de un Toyota GT 86 y pensar en el i8 como un biplaza con la posibilidad de una tercerra plaza puntual tras el asiento del copilto. Lo mejor, es verlo directamente como un gran maletero o plazas para niños.

Muy buena la calidad de acabados, excelentes ajustes… e incluso cinturones de seguridad acabados en tela azul a juego con os detalles exteriores de la parrilla o de la zaga, presentes según el color elegido para el exterior.

El cristal trasero da paso a un maletero en el que bien entran dos bolsas de deporte, algo más de dos mochilas normales, en un espacio que queda oculto. Además cuenta con una parte superior a la vista donde a pesar de no contar con mucha altura disponible si ofrece un buen espacio longitudinal.

Con 154 litros de carga BMW tiene la perfecta solución para llevar el equipaje en el BMW i8 con unas maletas hechas a medida por Louis Vuitton.

Como repaso a su mecánica, oculta totalmente para el usuario, nos encontramos con una configuración de motor eléctrico encargado del tren delantero y un motor gasolina turbo de 3 cilindros y 1.5 litros encargado del tren posterior. Todo ello articulado sobre un chasis de aluminio asociado a una célula de seguridad conformada en aluminio y CFRP.

Desarrolla una potencia total de 362 caballos, siendo el motor de gasolina de 231 caballos y el eléctrico de 131 caballos, contando además con un par conjunto de 570 Nm. Cuenta con los clásicos modos de conducción, incluyendo un modo sport, y es capaz de recorrer hasta 35 kilómetros en modo totalmente eléctrico. su consumo medio es de 2.1 l/100 km.

Es tracción total, dada su disposición mecánica y registra prestacionalmente una aceleración en el 0 a 100 km/h de 4.4 segundos así como una velocidad máxima de 250 km/h. En modo eléctrico puede circular hasta 120 km/h. Su peso es de 1.490 kg con una distribución del 50:50. Con las llantas de serie, de 20 pulgadas, calza unos neumáticos con medidas 195/50 en el eje delantero y 215/45 en el tren trasero. También hay unas opcionales que con 20 pulgadas emplean unos neumáticos de 215/45 para el eje delantero y de 245/40 para el eje trasero.

Llega el momento de irnos y dejar al BMW i8 en un escondido garaje del centro de Madrid. Me ha dejado un más que grato sabor de boca y he de recnocer que por muy “Porschista” que sea tendría muy difícil el decantarme por un Carrera 4S frente al i8, aunque por supuesto falta conocer su dinámica donde seguro que el Porsche no se lo pone precisamente fácil.

Un diseño espectacular. El futuro en el presente. Un coche conceptual, digno de película palomitera futurista, convertido en un coche de producción. Sí, a todos los petrolheads nos hubiera gustado encontrarnos con un V8 a sus espaldas, con el V10 del antiguo M5 o incluso con el 6 cilindros del nuevo BMW M3 y M4… pero así es como ha decidido BMW llevar a producción el deportivo del futuro… y no les ha quedado nada mal.

Antes de cerrar la puerta del garaje…. ¿qué tal una aproximación más a los detalles del BMW i8 en vídeo?

¿y por qué no un segundo vídeo en 1ª persona?