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El coche autónomo de Google ha de ceder en sus pretensiones y recibe pedales y volante

El coche autónomo de Google sigue avanzando con paso firme. ¿Te acuerdas de aquel pequeño vehículo con forma de huevo que conocimos en mayo? Tan solo era un primer prototipo, una declaración de intenciones de lo que aún está por llegar. En estos meses Google ha tenido que perfeccionar el concepto, lograr que fuera plenamente funcional y, sobre todo, ceder en algunas de sus ambiciones para adecuarse a la primera legislación que ya permite su utilización – aún como parte de los diferentes programas de pruebas piloto – en el estado de California.

Su apariencia sigue siendo la misma, su forma de huevo apenas ha cambiado. Podemos apreciar cómo Google ha perfeccionado ciertos detalles, ha reducido el tamaño de esa cúpula superior que haría las veces del sistema de visión de este conductor no humano. Pero la mayoría de los cambios han ido enfocados precisamente a su utilización con un conductor humano, puesto que recordemos que ese es uno de los requisitos para que su uso esté autorizado en California. El Google Car contaría con faros y con unos retrovisores funcionales.

Las diferencias entre el coche de la imagen superior, la última iteración del Google Car, y el coche de la imagen inferior, el primer prototipo que conocimos en mayo, son bastante claras.

Para cumplir con la legislación de coches autónomos de California, el Google Car ha tenido que ganarse un volante y unos pedales que permitan su conducción por un conductor humano.

Pero eso no es todo, el cambio más importante, aunque no se aprecie en estas fotografías, sería la inclusión de un volante, pedales y los controles habituales en cualquier otro automóvil. Eso supondría una ruptura importante de la filosofía con que Google había desarrollado este coche. Recordemos que su objetivo era que el pasajero accediese, solicitase su destino, y el coche consiguiese llegar hasta este sin más preguntas. Por esa misma razón en primera instancia habían prescindido de los elementos indispensables para que un coche fuera pilotado por un conductor humano. El Google Car no estaba pensado por lo tanto para un uso mixto, autónomo y convencional. Y ha sido la propia legislación californiana, la que ya permite que decenas de coches autónomos rueden en fase de pruebas por sus carreteras, la que ha obligado a Google a permitir su conducción de forma manual.

Google avanza que estas navidades las pasarán probándolas en sus instalaciones de Mountain View, y que a comienzos de 2015 esperan comenzar a rodar por las carreteras californianas.

Fuente: Google
En Tecmovia: Google Car, el coche autónomo se olvida del volante y los pedales

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