Antes del conflicto lanzaron al mercado los asequibles deportivos MG T-Type, conocidos como MG Midget por su pequeño tamaño. De carrocería descapotable y precio asequible, fueron la base del icónico roadster británico que la marca popularizaría a nivel mundial tras la Segunda Guerra Mundial. El lanzamiento del MG TA coincidió con la compra de MG por parte de Morris.
No sería hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la marca comenzó a desarrollar y vender los coches que la convertirían en una de las marcas más queridas del mercado. Coincidió con la absorción de MG por parte del gigantesco consorcio British Motor Corporation en 1952. BMC también encargó a MG la comercialización y gestión de Austin. La década de los 50 fue brillante para MG, que se convirtió en una marca icónica -por sus vehículos de apariencia deportiva y de precio relativamente bajo- entre los que destacaron los brillantes roadster MG A y MG B, que gozaron de una gran popularidad en mercados como el estadounidense. De hecho, fueron los predecesores espirituales del Mazda MX-5.
La evolución de MG se frenó durante los años 70, a causa del turbulento estado de su matriz, que en 1975 sería nacionalizada y renombrada como British Leyland. Comenzó una época de estancamiento en evolución de producto: aunque la marca aún vendía sus roadster, se vió obligada a comercializar versiones ligeramente modificadas de otros desarrollos del grupo. Tras la disolución de British Leyland, MG fue de la mano con Rover y pasó por varios propietarios hasta acabar siendo propiedad de BMW en el año 1994. Durante los años 90 la marca lanzó el MG F, su primer desarrollo propio en décadas, un ligero y asequible roadster de motor central de cuatro cilindros, de prestaciones más que correctas.
El resto de productos de MG desde el año 2000 en adelante, consistieron en versiones ligeramente más deportivas de productos Rover, destacando el utilitario MG ZR, la berlina compacta MG ZS y la berlina MG ZT. Tras la venta de MG-Rover por parte de BMW en el año 2000, la producción cesó en la primavera de 2005 cuando el grupo Phoenix Consortium, al que pertenecía la marca MG-Rover, se declaró en quiebra tras la negativa del gobierno del Reino Unido de concederle ayudas por un valor de 100 millones de libras, necesarias de urgencia para pagar a sus proveedores.
MG pasa de manos británicas a chinas
A comienzos de 2007, el grupo chino SAIC (Shanghai Automotive Industry Corporation) adquirió la marca MG (no así Rover que fue a parar a manos de Land Rover) y retomó de forma breve la producción de vehículos MG en la planta de Longbridge (Birmingham). La firma MG continuó entonces con la comercialización en Reino Unido de la berlina media MG6, el utilitario MG3 y el SUV MG GS.
En 2016, el grupo SAIC trasladó la producción de MG a una factoría de China, manteniendo en Reino Unido únicamente un estudio de diseño e ingeniería en la ciudad de Londres. Estos nuevos automóviles con los que el grupo SAIC revivió MG, contaban con una filosofía muy diferente a la de los «MG de antaño». Mientras que las ventas fueron viento en popa en el mercado chino, las ventas en Reino Unido pasaron a ser testimoniales por sus mecánicas anticuadas, su calidad mediocre y un código de estilo más bien anodino que les hacía pasar totalmente desapercibidos en cualquier lugar.
2021: el regreso a España de una MG «eléctrica y china»
Tras atacar el mercado británico de forma tímida con una pequeña gama de productos, en 2021, MG regresa con ilusión al mercado europeo, con una oferta de tres coches electrificados: un todocamino híbrido enchufable denominado MG EHS, un SUV urbano 100% eléctrico MG ZS EV y el MG5 EV, una berlina compacta eléctrica de carrocería familiar. Hablamos de vehículos electrificados, de precio atractivo y accesibles para gran parte de la población.
