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No pierdas tiempo buscando aparcamiento con estos consejos prácticos #huyedeltrafico

Me niego a creer que la repercusión para nuestras vidas de todos los avances tecnológicos que hemos vivido en los últimos años se limiten a permitirnos enviar bromas y memes de Julio Iglesias desde el baño, o fotografiarnos con nuestro móvil utilizando un palo a modo de pértiga. ¿Qué hay de esas situaciones que tanto nos irritan en el día a día? ¿Cómo podemos aprovechar la tecnología que tenemos en nuestras manos para evitarlas? ¿Aún existe la posibilidad de llegar en coche al centro de la ciudad y encontrar aparcamiento sin el estrés de llegar tarde a una cita, y pasar 30 minutos de reloj buscando un lugar en el que dejar nuestro coche sin tener que pagar el mismo precio que nos hubiera costado un menú del día para tres personas?

¿Existe aún la posibilidad de no echar media hora buscando aparcamiento?

Un buen consejo es dejar el coche aparcado fuera del núcleo urbano y usar el transporte público.

Partamos de esta base concreta: generalmente existen métodos más recomendables para llegar al centro de una ciudad que el uso del coche particular. Eso es un hecho. Si además vivimos a las afueras, hemos de ser conscientes de que en grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, existen aparcamientos disuasorios, explanadas en las que podemos aparcar nuestro coche y llegar al centro de la ciudad aprovechando la red ferroviaria, el metro o las líneas de autobuses. Es una opción tan recomendable como cualquier otra, pero no la única, especialmente si lo que deseamos es única y exclusivamente llegar a nuestro destino en coche.

Si insistimos en esta opción, la de utilizar nuestro coche, aún resulta recomendable aprovechar nuestra experiencia para saber qué horas son las más adecuadas para llegar al centro, qué vías estarán más saturadas, y qué alternativas tenemos. Si carecemos de esa información, o aún gozando de ella, siempre tenemos la posibilidad de recurrir a aplicaciones de navegación GPS, ya sean integradas en el coche, o en nuestro móvil (algunas de las cuales son gratuitas), que nos ofrezcan la información más precisa acerca del tráfico.

En Madrid, se tarifica el aparcamiento en función de la zona y las emisiones de nuestro coche.

Es el momento de llegar a nuestro destino, y con él nos encontramos con un nuevo dilema, parquímetros, parking, ¿dónde puedo aparcar? En algunas ciudades españolas, incluyendo Madrid, se han instaurado parquímetros que basan su tarificación en parámetros como la congestión de la zona, o las emisiones de nuestro coche. De manera que aparcar en un barrio fuera de las horas punta, y hacerlo con un vehículo de bajas emisiones, por ejemplo un híbrido, puede ahorrarnos un dinero a la hora de pagar en los parquímetros. Estos sistemas de nueva generación ya admiten pago con tarjeta, en algunos casos incluso pagos desde el teléfono móvil, lo cual hace que no llevar monedas sueltas en el bolsillo no sea una excusa, y gestionan nuestro descuento, o nuestro recargo por utilizar un coche muy contaminante, introduciendo la matrícula del vehículo.

Otra de las opciones que tenemos en nuestras manos es la de recurrir a un parking privado. Antes de aparcar nuestro coche, es importante tener clara la ubicación del parking, pero sobre todo conocer las tarifas y las condiciones para evitar sorpresas. En ciudades como Madrid son muy comunes los parking con aparcacoches. Son instalaciones en las que la saturación de vehículos es tan alta que se aprovecha el aparcamiento en varias filas para maximizar el aprovechamiento del espacio, de manera que hemos de dejar las llaves a los responsables del parking para que estos muevan nuestro coche si es necesario. Entendemos que haya conductores que tengan cierto reparo en dejar el coche y sus llaves en manos de un desconocido.

La tecnología es una gran aliada para que aparcar en ciudad no sea un quebradero de cabeza.

Tras alguna factura desorbitada, haber perdido algún ticket del parking, y otras situaciones incómodas, como tener que buscar un cajero de madrugada para sacar dinero y pagar en un parking que no contaba con una terminal de pago y no aceptaba tarjetas de débito y crédito, descubrí que todos estos problemas podían resolverse utilizando una aplicación móvil. La idea me gustaba. A fin de cuentas, desde hace tiempo ya reservo taxis, hago la compra del supermercado, y hasta pido comida a domicilio, utilizando mi teléfono móvil.

Fue entonces cuando comencé a utilizar aplicaciones como BePark, que me permitían localizar un parking asociado, trazar mi ruta mediante el navegador GPS hasta él, y conocer las tarifas para no llevarme sorpresas más tarde. Esta aplicación me permitía incluso prescindir de ticket, puesto que la apertura de la barrera para entrar y salir se practicaba mediante un código que introducimos en nuestro propio móvil. También me permitía pagar inmediatamente, desde el propio móvil, sin sacar la tarjeta de crédito de la cartera, o llevar dinero suelto en los bolsillos.

La economía colaborativa también llega al parking con opciones como Wazypark.

En los últimos años, la evolución de las aplicaciones, y las nuevas ideas surgidas de la economía colaborativa, han propiciado la proliferación de diferentes aplicaciones como Wazypark, que nos permiten compartir la plaza de aparcamiento que vamos a abandonar con otros conductores, e incluso el beneficio – que quizás entre en conflicto con algunos principios éticos – de recibir una remuneración económica a cambio.

También han surgido otras iniciativas como llollo, que proponen solicitar un aparcacoches en zonas tan céntricas y complicadas como Atocha y el barrio de Salamanca en Madrid, para que este aparque nuestro coche en su propio parking, y nos lo devuelva en el mismo sitio cuando queramos marcharnos. De manera que no tendremos que estar buscando aparcamiento, y ni siquiera encontrar un parking cercano a nuestra cita. Lo más interesante es que sus tarifas, a partir de 15€/día, son realmente competitivas con respecto a las tarifas de los parkings de la zona.

Su filosofía es muy parecida a otros servicios que a menudo he utilizado para tomar un avión en el aeropuerto. Hay vida más allá del parking de las terminales, que generalmente ofrece unas tarifas desorbitadas. En los alrededores de los aeropuertos existen diferentes parkings de bajo coste y larga estancia, también en las principales estaciones de tren de las grandes ciudades, aparcamientos que ofrecen precios muy reducidos en comparación con el parking oficial de la terminal. Volviendo al tema de los «aparcacoches» de llollo, desde hace años también se han popularizado los servicios de empresas que recogen nuestro coche en la terminal, lo aparcan en determinados parking que están a pocos kilómetros de la terminal, y nos lo traen de regreso a la vuelta de nuestro viaje.

Y la pregunta que nos hacemos ahora es la siguiente, ¿qué será lo próximo?

En Diariomotor: Todo lo que necesitas saber sobre las nuevas tarifas para el aparcamiento regulado de Madrid

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