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Cuando Porsche quiso ser Dacia

Imaginar a Porsche, uno de los máximos exponentes del coche deportivo y de lujo, produciendo turismos económicos puede parecer poco menos que una locura. ¿A quién podría habérsele ocurrido tal idea? En este medio ya os hemos hablado en más de una ocasión de un coche que ahora cumple 25 años. En 1994 se destapaba el C88 de Porsche, lo más parecido a un Dacia que haya salido de la imaginación de los ingenieros de Porsche. Y como veremos a continuación aquella idea, aquel coche con diseño de Dacia, tenía mucho sentido y ni mucho menos supone una mancha en el historial de la marca. De hecho aún hoy en día luce orgulloso, en un lugar privilegiado del museo de Porsche en Stuttgart, este utilitario económico que finalmente no fue fabricado.

Cuando Porsche quiso ser Dacia: el C88

La penetración de las marcas de coches occidentales, y sus fábricas, en China, nada tenía que ver a mediados de los noventa con la situación en la que se vive ahora. Nos hemos acostumbrado a que China sea uno de los objetivos prioritarios de la mayoría de los fabricantes de coches, que instalen sus factorías en el Gigante Asiático, e incluso que produzcan coches en China destinados a Europa o Estados Unidos. Pero en los noventa, insistimos, la situación era bien diferente. Imaginemos un país en el que apenas se producían unos cientos de miles de coches, frente a sus cifras actuales, que en los últimos años han acariciado los 30 millones de vehículos.

En cualquier caso, los fabricantes ya habían puesto el punto de mira en China. De ahí que muchos atendieran la llamada del gobierno chino para desarrollar lo que debía ser «el coche del pueblo chino» y que incluso Porsche se sintiera atraída por aquella idea que, en el fondo, proponía crear lo que hoy entenderíamos por un Dacia.

Porsche C88 1 Dm

Como decíamos, China convocó a los fabricantes internacionales para desarrollar un turismo económico y familiar, con el que motorizar a millones de ciudadanos. La idea era disponer de un coche que además de económico fuera práctico, seguro y versátil, algo así como el Dacia de la época. El premio, tener las puertas abiertas de un país que, si bien aún hoy en día mantiene prácticas proteccionistas, en aquellos días estaba virtualmente vetado para los productores extranjeros, y contar con todos los recursos necesarios para fabricar este vehículo y distribuirlo en China.

Porsche dispuso de un equipo de ingenieros, tanto propios, como locales, y en solo tres meses y medio desarrolló el coche que ves sobre estas líneas, el Porsche C88. Porsche presentó su proyecto en el Family Car Congress de Pekín, con el objetivo de llegar a fabricar hasta medio millón de coches.

Porsche C88 7

Fotografía del archivo de Porsche. Vía: ranwhenparked.

Aunque el único prototipo que ha trascendido es el sedán compacto que ves sobre estas líneas, Porsche había concebido este turismo con tres carrocerías, incluyendo un compacto de portón trasero, y un coupé de dos puertas. Insistimos en que la idea de este proyecto, más allá de crear un coche económico, y diseñado para los gustos y las necesidades del cliente chino en los años noventa, era ser versátil. Y disponer una plataforma común para varias carrocerías resultaba esencial.

Obviamente, el proyecto no prosperó. La industria china siguió desarrollándose y su producción de coches creciendo a un ritmo imparable. Los fabricantes locales florecieron, en muchos casos con el apoyo de los extranjeros, que estrecharon lazos para cumplir con las medidas proteccionistas chinas y levantar sus fabricas en el país.

El C88 aún sigue siendo defendido por Porsche como uno de sus grandes logros y un ejemplo del trabajo de su sección Porsche Engineering. Hasta el punto en que hoy en día este prototipo reside, permanentemente, en su fábrica de Stuttgart, junto a otros proyectos tan peculiares como el del McLaren MP4 que contó con motor TAG turbo made by Porsche (así se denominó) y una Harley Davidson con otra historia realmente curiosa detrás.

Más imágenes del Porsche C88:

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