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Dodge Shakedown Challenger: o cómo combinar a la perfección músculo moderno y un envoltorio clásico

Una de las novedades del Grupo FCA en el SEMA Show de Las Vegas han sido los HEMI «crate engine». Motores que cualquiera puede comprar para montar en donde desee, normalmente clásicos a restaurar. Y para demostrar lo bien que se entiende la tecnología moderna con sus clásicos, Mopar ha presentado en el SEMA Show una espectacular restomod sobre la base de un Dodge Challenger del año 1971. Se llama Dodge Shakedown Challenger, y demuestra cómo es posible combinar a la perfección músculo moderno con un envoltorio clásico.

Aunque parece un Dodge Challenger clásico, su esqueleto es un chasis artesanal completamente nuevo.

¿Cuál es el objetivo de este preparación? Además de hacernos babear, que nuestros amigos del otro lado del charco se gasten todos sus cheques en piezas y accesorios de Mopar. Con el coche que nos han presentado, no les culpo. Para empezar, dejemos algo claro: su carrocería es la de un Dodge Challenger del año 1971, pero su chasis ha sido construido ad-hoc. Es simplemente un cuerpo de Challenger clásico sobre un chasis moderno. Bajo el capó, un motor HEMI de 392 pulgadas cúbicas, un potente 6.4 V8 de nada menos que 492 CV.

Es el mismo V8 del Dodge Challenger Scat Pack Shaker que tuve el honor de probar hace unos meses. Este motor va asociado a la caja de cambios Tremec de seis relaciones del Dodge Viper, una robustísima caja manual, acostumbrada a soportar el torrente de par motor de su enorme V10. El motor respira a través de una admisión Shaker, personalizada con un logotipo de aspecto clásico. Exteriormente ha sido pintado en color negro «Bitchin’ Black» – el nombre es cosa de Mopar – y rueda sobre llantas de 20 pulgadas de un Challenger Hellcat.

La carrocería ha sido adornada con varios vinilos de carrocería longitudinales.

Quizá el detalle que más llama la atención es su calandra. Probablemente hayáis advertido algo diferente en ella. En efecto, es la calandra de un Dodge Challenger moderno. Ha sido encajada a la perfección en su frontal, algo que no nos sorprende del todo si tenemos en cuenta que los Dodge Challenger modernos son homenajes rodantes al clásico. El labio inferior del paragolpes, los antinieblas, el spoiler del maletero y las ópticas traseras también son del muscle car modernos, integrados profesionalmente en la carrocería de hace 45 años.

El interior del coche también merece nuestra atención. Poco tiene que ver con el clásico, usando instrumentación Mopar de última generación y los asientos del Dodge Challenger actual. Se han suprimido las plazas traseras del coche, ya que Mopar lo ha concebido como coche de circuito – aunque vaya a parar a un museo o almacén tras el SEMA. Varios paneles del interior han sido reemplazados por otros de fibra de carbono – de look racing – y otros han sido forrados en Alcantara de color negro, a juego con la carrocería.

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