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La verdad sobre los frenos carbocerámicos y por qué Porsche no siempre los recomienda

La llegada de los frenos carbocerámicos al coche de producción ha sido un importante avance del sector automovilístico y de este modo son cada vez más habituales entre los fabricantes de coches deportivos – y no tan deportivos también -. Pero por qué el cliente Porsche compra frenos carbocerámicos en su coche si puede que nunca pise el circuito. De hecho, qué ventajas ofrece realmente el sobrecoste de instalar unos frenos carbocerámicos si ni siquiera en competición son siempre la opción preferida de muchos fabricantes.

Al igual que existe el dilema entre los discos rayados, perforados o lisos en tanto a rendimiento, también es muy habitual el dilema en tanto a las ventajas reales que ofrecen el uso de frenos carbocerámicos frente a su alternativa «convencional». Por regla general se da por hecho que un sistema carbocerámico va a ofrecer mejores prestaciones, pero quizá esto no sea siempre así

High 911 Gt3 Rs Nurburgring Nordschleife 2018 Porsche Ag 3

Los frenos carbocerámicos no son un todo ventajas y hay que saber cuándo realmente son la apuesta acertada

Pero centrémonos en Porsche y en las declaraciones que ha realizado Paul Watson como responsable técnico de Porsche al medio australiano Which Car. Entre los muchos comentarios que brinda, uno de los más interesantes es el que hace en relación a la durabilidad de los frenos carbocerámicos, admitiendo que la duración de por vida con la que llegaron al mercado de la mano del Porsche 911 GT2 (996) jamás se alcanzó. Y la explicación es tan sencilla como entender que su durabilidad depende, y mucho, del uso. En condiciones de trabajo extrema como la conducción en circuito la degradación de los frenos carbocerámicos existe y su sustitución tras sesiones intensivas es obligada y muy cara. Las ventajas de los PCCB son otras y de hecho Porsche ya ha desarrollado un sistema de frenado «intermedio» con los nuevos discos de freno PCSB.

Apostar por unos frenos carbocerámicos y pagar el sobrecoste que ello supone (más de 10.000 euros de media) siempre ha de defenderse con la idea de conseguir un importante ahorro de peso en tanto a la crítica masa no suspendida, una mejor tolerancia al uso extremo por temperatura y regularidad en el desgaste y una respuesta más uniforme en todos los posibles usos del coche. De este modo la ventaja en tanto a rendimiento no es tan evidente como parece en un principio, algo que incluso podemos ver en diferentes competiciones donde la constante mejora de los discos de acero, compuestos y electrónica ha permitido alcanzar sistemas de frenos con discos de acero cuya relación precio/rendimiento es muy superior al disco carbocerámico, reservando este diseño para aplicaciones realmente extremas y presupuesto abultados. Si tu idea es visitar asiduamente el circuito como piloto amateur, lo mejor es que optes por los discos de acero.

Porsche 911 996 Gt3 Frontal 6

Pero siguiendo con las revelaciones de Watson, éste ha querido descubrir cuál es una de las ventajas más interesantes de usar frenos carbocerámicos en tu futuro Porsche. Y aunque puede que te sorprenda, esta razón es puramente estética. Usar frenos carbocerámicos permite ensuciar mucho menos las llantas, algo que sin duda es una gran ventaja frente a los frenos convencionales donde los depósitos de ferodo en forma de polvo es habitual y bastante molesta a la hora de limpiar.

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