Fue en el año 2015 cuando Ford tomó una decisión arriesgada pero que finalmente ha confluido en el más de los rotundos éxitos: trabajar con el Ford Mustang en todo el mundo. Y es que el icónico muscle car ha sido deseo de muchos desde que dio sus primeros pasos por allá en la década de los 60. Años más tarde, la firma del óvalo sigue explotando a su actualizado Ford Mustang antes de sepultarlo en un futuro incierto para un coche de su talante, y prueba de ello es el nuevo Ford Mustang R-Spec.
Este nuevo distintivo que adquiere el deportivo americano hace referencia a una edición especial sobre la que Ford mantiene un atronador misterio, aunque no en todos los aspectos. La marca ya ha confirmado que, pese a que su expansión global ha permitido que el Mustang sea galardonado en varias ocasiones como el deportivo más vendido del mundo, el R-Spec no llegará a Europa, dejando así al viejo continente con un desolador vacío.
Para más inri, Ford ha gestado esta edición especial no solo con Ford Performance, sino también con Herrod Performance, un especialista australiano en la materia. Y es que así confirma la casa americana que el Ford Mustang R-Spec y sus 500 unidades estarán destinadas única y exclusivamente a Australia.
El diseño ya busca adelantar que no estamos ante un Ford Mustang normal y corriente de la mano de diferentes elementos aerodinámicos y estéticos rematados en negro. Los emblemas «5.0» -que hacen referencia al soberbio motor Coyote-, las carcasas de los espejos retrovisores o las franjas de la carrocería adquieren esta tonalidad. Aunque la verdadera novedad reside en las tomas de aire frontales, el alerón de nueva cuña, unas llantas de aleación de 19 pulgadas o la salida de escape deportivo por cortesía de Herrod Performance, para darle aún más personalidad a la carismática banda sonora del Mustang.
El habitáculo del Ford Mustang R-Spec también se aprovecha de su condición para ofrecer elementos exclusivos. El pomo de la palanca de cambios se torna negro en busca de ir a juego con el exterior; aparece una placa con la numeración exacta de nuestra unidad y umbrales de las puertas con sello Ford Performance. Nada demasiado llamativo en busca de no ensombrecer al verdadero protagonista de esta edición especial: su motor.
Recordad esa frase de unos párrafos más arriba en la que hacia hincapié en que Ford mantiene un atronador misterio sobre el Mustang R-Spec. Y es que la firma del óvalo nos deja con la miel en los labios al no hacernos participes de sus especificaciones técnicas, permitiéndonos tan solo saber que el V8 de 5.0 litros está sobrealimentado por medio de un compresor volumétrico.
No nos olvidemos de que el Ford Mustang GT rinde 450 CV de potencia, cifra que, gracias a este nuevo sistema, puede haber superado holgadamente la barrera de los 500 CV. Sea como fuere, los ingenieros de Ford apuestan también por un diferencial trasero de deslizamiento limitado y frenos Brembo de 380 mm con pinzas de seis pistones en el eje delantero, ideados para gestionar y enviar con diligencia su nuevo rango de prestaciones al suelo y frenarlas.
Ford Mustang 
